Muchas personas desde la infancia escucharon hablar a sus familiares, vecinas o amigos sobre los posibles beneficios de aplicar calor o frío a una zona dolorida del cuerpo, sin embargo, ¿cómo saber quién tenía la razón?
El Dr. Kenneth Brooks, cirujano ortopédico especializado en cirugía de rodilla del Hospital Houston Methodist, explica que tanto el frío como el calor pueden ayudar a aliviar el dolor muscular o articular, pero cada uno funciona de forma distinta en el cuerpo. “Esto significa que es importante cuándo y cómo aplicas el frío o el calor”, añadió.
¿De qué forma puede el hielo aliviar el dolor?
De acuerdo con el Dr. Brooks, el hilo es más que un analgésico contra el dolor, de hecho, este es muy útil si el dolor muscular o articular está asociado con la hinchazón que suele acompañar una lesión, explica.
Por un lado, aplicar frío permite que los vasos sanguíneos se estrechen y disminuya el flujo de sangre en la zona afectada. Además, ayuda a que la inflamación disminuya y adormece la piel. Evita que haya calambres musculares. Por otro lado, el uso prolongado de este remedio puede ocasionar congelamiento y quemaduras en la piel si el frío no se aplica correctamente.
La forma más común de usar hielo para ayudar a aliviar los músculos o dolor en las articulaciones es aplicarlo mediante una compresa de hielo o gel helado en la zona dolorida durante 20 o 30 minutos tres veces al día, como mínimo. El hielo puede continuar siendo útil siempre y cuando haya dolor, inflamación, hinchazón o espasmos, explica Healthy Children.
¿De qué forma puede el calor aliviar el dolor?
La aplicación de calor, de forma contraria a la aplicación de frío, ayuda a que los vasos sanguíneos se expandan, aumentando el flujo de sangre y, por tanto, de oxigenación para que la hinchazón baje, explica el especialista Brooks.
Además, aplicar calor tiene varios beneficios potenciales como la disminución de la rigidez de las articulaciones, aumento en la flexibilidad de los tejidos, reducción del dolor, alivio de calambres y espasmos musculares.
La aplicación de calor también debe hacerse en un lapso de 20 a 30 min.
Frío o calor, ¿cuál es mejor?
Después de leer algunos de los beneficios de ambos métodos, el Dr. Brooks explica que la respuesta de qué remedio es mejor depende de lo que necesites aliviar y lo que estés haciendo en ese momento.
Para algunas personas es mucho más fácil y útil uno de los remedios o incluso ambos, sin embargo, no hay forma de decidir cuál sea el mejor para cada caso hasta que se presente. En este sentido, Healthy Children recomendia en qué momentos es preferible no aplicar alguno de estos métodos contra el dolor muscular o de articulaciones para que puedas considerarlo en caso de no saber cuál aplicar:
Cuándo no usar frío
- Después de realizar actividades físicas
- Si el área donde se aplica hielo está adormecida
- Cuando el dolor o la inflamación involucran un nervio
- Si la persona tiene una disfunción simpática, es decir, una anormalidad de los nervios que controlan el flujo de sangre
- Si la persona tiene una enfermedad vascular, como mala circulación, lesiones de los vasos sanguíneos, síndrome compartimental, vasculitis, entre otros
- Si compromete la piel, como con una herida abierta; piel ampollada o quemada
- Si la persona tiene hipersensibilidad al frío
Cuándo no usar calor
- Después de las actividades físicas
- Si el área está adormecida
- Si tiene una herida abierta o quemadura
- Inmediatamente después de una lesión grave
- Si la temperatura del cuerpo es alta debido a una fiebre o fatiga por calor
- (Con información de Huston Metodist Hospital, Healthy Children)