Tener dermatitis atópica muchas veces significa sufrir enrojecimiento e inflamación en la piel de la cara, el interior de los codos, detrás de las rodillas, manos y pies y es un padecimiento común que afecta las actividades cotidianas, especialmente si se acompaña de una intensa comezón que empeora al rascarse.
Conocida también como eccema, en la mayoría de los casos, se debe a factores genéticos y ambientales.
Lo más grave es que va más allá de lo físico, pues emocionalmente la persona que lo padece sufre baja autoestima, estrés, vergüenza, ansiedad, irritabilidad e incluso puede llegar a la depresión, debido a la auto imagen de su cuerpo, pero también a las reacciones de las personas a su alrededor.
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Desafortunadamente, hay mucha ignorancia y miedo infundados sobre este padecimiento, que ocasionan temor a contagiarse o que se utilice el padecimiento para burlarse y molestar a las personas.
Al respecto, la Lic. Guadalupe Enríquez, psicóloga experta en tratamiento de dermatitis atópica, lamenta que el paciente puede sufrir:
- Aislamiento social
- Baja productividad
- Falta de motivación
- Pérdida económica
Dermatitis atópica o eccema, enfermedad que va más allá de la piel
Se estima que en promedio 5 millones de niños, adolescentes y adultos mexicanos sufren de esta terrible enfermedad de la piel, por lo que el reto ha sido crear nuevos tratamientos que les permitan tomar el control de su día a día y disfrutar sin limitarse por las molestias.
En México, la dermatitis atópica es la forma más común de hinchazón en la piel y tanto niños como adultos pueden presentarla a lo largo de su vida; sin embargo, en adultos es más difícil de tratar.
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Se debe principalmente a factores genéticos y ambientales y los brotes pueden presentarse de manera aleatoria, lo que significa que pueden aparecer a cualquier edad e incluso desaparecer por un tiempo y regresar años más tarde.
La doctora Itzhae López, gerente médico senior de Bayer México, destaca que es necesario que los pacientes tengan un esquema de tratamiento que ataque los brotes y ofrezca una solución en beneficio de la calidad de vida.
Por otro lado, hace falta generar conciencia sobre este padecimiento para que las personas que la presentan, así como quienes conviven con ellos, no solo busquen una solución terapéutica, sino también una forma de entender la complejidad de este padecimiento y sus causas.
Lo más importante es tener en cuenta que no es transmisible o contagiosa y tampoco es consecuencia de malos hábitos higiénicos.
Los pacientes son blanco de burlas y se vuelven retraídos
“He atendido pacientes que se enfrentan a una dura encrucijada porque realizar la actividad que más disfrutan detona su eccema, esto les genera molestia, pena y gran inseguridad”, señala la psicóloga Guadalupe Enríquez.
Lamentablemente, agrega la experta, las personas con eccema son blanco de burlas y rechazo y sin un tratamiento integral abandonan esas actividades que les dan felicidad, se vuelven retraídos y evitan la convivencia, lo que daña su pleno desarrollo.
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“Juntos podemos cambiar esta realidad informándonos e informando a otros, siendo empáticos y resilientes. Regresemos el control y, con ello, el disfrute pleno de su vida a quienes sufren dermatitis atópica”, destaca.
Nuevos tratamientos efectivos
Actualmente, hay en el mercado cremas ligeras y, por tanto, de fácil y suave aplicación que pueden aliviar los síntomas y que, además, son tratamientos que no contienen cortisona.
Este tipo de productos (Bepanthen Sensi) alivian las molestias provocadas por el eccema incluso 30 minutos después de su aplicación, además de que pueden funcionar como crema hidratante y mantener la piel libre de erupciones durante un periodo de al menos 3 meses, concluyó la Dra. Itzhae López.
Recuerda siempre consultar al dermatólogo antes de aplicar cremas de venta libre, especialmente si tienes una enfermedad como la dermatitis atópica o eccema.