El acné es el padecimiento dermatológico más frecuente, y podríamos asegurar, todos en algún momento de nuestra vida lo hemos padecido, en mayor o menor grado, y en muchas ocasiones, no se le da la importancia que merece, o incluso se llega a pensar que es “algo normal asociado a la edad”.
Se tiene la falsa creencia que el que un adolescente tenga acné, es algo normal que pasará y que no requiere tratamiento.
Es importante reconocer que el acné ¡siempre debe ser tratado! pues este padecimiento representa la inflamación del folículo pilosebáceo y es secundario a varios factores, dentro de los que destacan:
- Incremento en la producción de sebo por las glándulas sebáceas (por eso se observa la piel untuosa y brillante, particularmente, en aquello que llaman la zona T de la cara)
- Taponamiento de los folículos pilosos
- Incremento de Cutibacterium Acnes
- Inflamación.
Con el factor hereditario como predecesor, y en donde hemos observado que quienes tienen padres que presentaron un acné severo en algún momento de su vida, tienen más posibilidades de desarrollar ese grado de severidad, así como los hábitos de vida, en dónde, particularmente la dieta representa un factor que contribuye a su desarrollo o empeoramiento.
(Foto: Especial)
Es muy cierto que “somos lo que comemos”. Se han llevado a cabo varias investigaciones con relación a la influencia de la dieta en el desarrollo y severidad del acné y han concluido que es importante como parte de la terapéutica recomendar:
Una dieta baja en alimentos que poseen un alto índice glucémico
Incrementar la ingesta de fibra
Incorporar más alimentos con omega 3
Reducir los lácteos y derivados, particularmente aquellos que no son descremados
Todo concluye que el modificar hábitos alimenticios reduce factores de riesgo para el desarrollo de padecimientos como resistencia a la insulina, diabetes, obesidad y cáncer. Por lo tanto, es fundamental, cambiar estilos de vida, mejorar nuestra alimentación, realizar ejercicio periódicamente y visitar con regularidad al dermatólogo, si es que de acné se trata, o de cualquier otro problema de la piel.
En cuanto a la edad, el acné puede presentarse desde los primeros meses de vida, en la adolescencia o en la edad adulta, secundario al efecto de las hormonas sexuales masculinas.
Puede desarrollarse acné en todas las zonas que tienen gran cantidad de glándulas sebáceas, por lo que no solamente aparece en la cara sino también en pecho y espalda.
Pacientes que llegan a desarrollar un acné severo (con abscesos, nódulos y quistes) pueden tener cicatrices severas, incluso cicatrices queloides, por lo que es necesario recordar que el acné debe ser tratado por un dermatólogo desde los primeros síntomas y signos.
Esto debe ser desde que el problema sólo es un exceso de sebo, puntos negros y espinillas, porque la microinflamación que existe en un comedón (“punto negro”) es una bomba de tiempo y puede representar la diferencia entre tener o no tener cicatrices que dañen la autoestima y que puedan cambiar la vida de alguien en todos los aspectos de su vida de forma permanente.
El cuidado de la piel cuando se tiene acné, incluye el aseo de las zonas afectadas con un producto de limpieza suave, ya sea en barra o en forma líquida, que posea sustancias exfoliantes, que favorecerá el inicio de la salud de una piel con problema de acné.
Es interesante, saber que la microbiota de la piel (microorganismos que se encuentran en la superficie de la piel), representa un factor importante en el mantenimiento de su salud y belleza.
Y cuando la piel es agredida por el uso de jabones que resecan en exceso o incluso, por usar detergentes que se emplean para realizar labores domésticas, la microbiota se altera y se favorece la inflamación y el agravamiento del acné.
El resto del tratamiento incluirá la hidratación, el uso de antiinflamatorios, tópicos u orales, así como sustancias como retinoides, entre otros.
Para la prescripción de la mejor terapéutica para el acné es necesario valorar varios aspectos, como los siguientes:
Tipo de alimentación
Toma de medicamentos
Enfermedades coexistentes
Uso de cosméticos
Situaciones de estrés
Manipulación de las lesiones
Historia menstrual en las mujeres
Determinar cómo se está viviendo el padecimiento. E
El acné puede requerir un manejo multidisciplinario, ya que varios factores son los que están favoreciendo su desarrollo.
El dermatólogo en algunas ocasiones, solicita valoración de los pacientes por otros especialistas, tales como, ginecología, endocrinología, psiquiatría o nutrición, para lograr un control adecuado de la enfermedad.
De ahora en adelante recuerda, que los cambios en nuestro estilo de vida pueden cambiar lo que determinan nuestros genes. En la mayor parte de los casos, tener una piel sana y bella es consecuencia de lo que hacemos en el presente y que determinará nuestra futura piel.