Libretas, mochilas, útiles, uniformes, materiales escolares, todo pareciera estar listo para este regreso a clases, sin embargo, todavía faltan dos elementos a tomar en cuenta: la prevención de enfermedades y el cuidado de salud, especialmente en infancias con diversos padecimientos, entre ellos, asma, alergias o dermatitis atópica. De acuerdo con Sanafi, se estima que en México al menos 12 millones de personas padecen dermatitis atópica donde hasta el 75% de los casos llegan a presentar una comorbilidad alérgica, como rinitis, asma, alergia alimentaria y poliposis nasal.
Como una respuesta para prevenir y tratar estos padecimientos en niñas y niños, se llevó el conversatorio “Dermatitis Atópica en Infantes. Recomendaciones para el regreso a clases” el cual contó con la participación de la Dra. Aurora Chávez García, especialista en alergia e inmunología clínica pediátrica; Dr. Yuri Igor López Carrera, dermatólogo pediatra; Rubria Zambrano, madre de Aitana quien es una infante con dermatitis atópica; y Dr. Josué León Merlos, como representante de LEO Pharma, farmacéutica independiente quien organizó el evento.
“Está bien que los niños aprendan de esta enfermedad porque se comprometen y nos recuerdan. Ahora mi hija me dice: me falta mi crema, me falta mi bloqueador. Pónmelo, por favor”, comparte Rubria Zambrano.
¿Qué es la dermatitis atópica y por qué sale?
“Nuestra piel está hecha de células donde hay un tejido que nos ayuda a mantenerlas unidas. Cuando los pacientes tienen o nacen con dermatitis atópica, las células están separadas entre sí, por ende, la piel pierde la capacidad de protegernos”, explica la doctora Aurora Chávez GarCcía.
La dermatitis atópica, también conocida como eccema, es una afección que hace que la piel se seque, pique o inflame. Aunque es común en niñas y niños pequeños, puede manifestarse a cualquier edad. 6 de cada 10 casos presentan una dermatitis atópica moderada. Ante la falta de un tratamiento adecuado, puede empeorar con el paso del tiempo, provocando irritación o elevando el riesgo de tener alergias alimentarias, rinitis alérgica y asma. La dermatitis atópica es una afección no contagiosa.
“Quienes viven con dermatitis atópica también pueden verse afectados por cambios en el tiempo. Por ejemplo, cuando estamos en temporada de polen alto y hace viento, esto ocasiona lesiones o comezón en la piel. Por ello, es necesario que aprendamos a cómo cuidar la piel y conozcamos otras posibles enfermedades”
Chávez García, quien es médica adscrita al servicio de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital General de la Zona No. 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Piedras Negras, Coahuila, destaca que para tener una piel protegida será necesario implementar tratamientos tópicos y cuidados de la piel. Esto permitirá prevenir alergias severas y prevenir recaídas, especialmente en épocas de regreso a clases.
“Ahora con el regreso a clases, viene el otoño donde hay exposición a pólenes, los cambios de temperatura, el sudor debido a las actividades escolares, entre otros factores que pueden repercutir en las y los niños.”
¿Qué recomiendan los dermatólogos para la dermatitis?
En las vacaciones de verano, niñas y niños han tenido la oportunidad de olvidarse por un momento de las tareas, las clases y los exámenes, pero al regreso de clases vuelve a poner sobre la mesa el estrés de las actividades académicas, los problemas con compañeros o maestros y diversas cuestiones que pueden desencadenar brotes de dermatitis atópica, previene el doctor Yuri Igor López Carrera.
“Antes conocíamos a la dermatitis atópica como neurodermatitis porque era una cuestión donde los nervios desencadenaban los síntomas. Ahora que conocemos más sobre esta afección, debemos aprender a cuidar la piel. No es una piel sensible por sí misma, sino tiende una tendencia a la inflamación la cual puede causar molestia en el paciente y el entorno familiar.”
El especialista en Pediatría con subespecialidad en Dermatología Pediátrica detalla que la molestia puede presentarse durante la mañana o en la noche, provocando interrupciones en el sueño, molestias en el menor y preocupación en madres y padres que deban auxiliar al niño. Por lo cual es necesario evitar irritantes y alérgenos. López Carrera enlista una serie de recomendaciones:
- Animales: algunos animales pueden desencadenar la reacción de la dermatitis atópica, esto dependerá de la tolerancia de cada paciente
- Ropa de tela: últimamente ha aumentado la compra en línea donde madres, padres y cuidadores compran ropa para infantes, sin embargo, es necesario recordar no pueden utilizar telas sintéticas, sino deben darle preferencia a las telas de algodón o seda
- Otros factores: evitemos los perfumes o detergentes que pueden ocasionar alguna alteración a nivel de la piel
Otro punto a tomar en cuenta es el baño. López Carrera destaca que madres, padres y cuidadores deben aprender a bañar a niñas y niños con dermatitis atópica. El baño, en palabras del especialista, tiene beneficios en la piel, pues disminuye el exceso de bacterias y descamación que vive el paciente. Dentro del baño debe utilizarse jabones Syndet los cuales ayudan a regular el pH de la piel.
“No es necesario utilizar zacates o esponjas, evitemos tallarles la piel. Con la mano podemos bañar a niñas y niños e incluso podemos optar por baños clorados. Estos baños se tratan de poner en una tina de adulto una media taza de cafetera con cloro. El niño puede estar 10 minutos 2 veces por semana, esto les cae bien.”
Para bebés, López Carrera aconseja la cantidad de cloro en 2 tapitas. Finalmente, el especialista recuerda que los baños dependerán de la zona donde se encuentren. Al igual, ayudarán el uso de cremas o vaselina para cubrir la piel y evitar una deshidratación.
“La dermatitis atópica es una enfermedad crónica recurrente, esto significa que habrá diversos brotes a lo largo de la vida del paciente, pero mientras tengamos en tratamiento y continuemos con los cuidados, el paciente aumentará su calidad de vida”, finaliza López Carrera.
¿Cómo es vivir con dermatitis atópica?
“La primera vez que le dio el brote a Aitana estaba muy chiquita. Para la segunda vez, los brotes se presentaron en todo el cuerpo, como estaba de vacaciones estuvimos en casa tratando de evitar la sudoración porque le ardía la piel. Recuerdo que se enojaba al no poder salir y lloraba por la comezón. Nosotros sólo la humectábamos para ayudarle.”
Al escuchar la información de los especialistas, Rubria Zambrano recordó cuando recibió recomendaciones al tener una hija con dermatitis atópica, Aitana. Aunque el primer acercamiento parecía que la enfermedad les iba impedir tener contacto con mascotas o salir, conforme pasó el tiempo aprendieron adaptarse a vivir con un integrante de la familia con dermatitis atópica.
“Se trata de mantener la piel hidratada, tenerla fresca, evitar salir a ciertas horas el día porque si suda, se empieza a irritar la piel. Ahora con el regreso en clases, utilizamos sombrillas, nos movemos en auto y procuramos la toma de líquidos, así como el uso del bloqueador”, detalla Rubria Zambrano.
La madre de la menor destaca que ahora Aitana ha aprendido a llevar los cuidados necesarios para mantener saludable su piel, por lo cual subraya la relevancia de involucrar a infantes. Sin embargo, esto fue posible al acudir con especialistas que le ofrecieron un tratamiento conforme a sus síntomas y detonantes, pues habían empeorado al aplicar remedios naturales. Ante ello, especialistas destacan recibir información de médicos, como dermatólogos y especialistas en alergias, para evitar repercusiones en familiares y pacientes.
“Lo primero que hacemos es buscar si hay un detonante de alergia alimentaria o un detonante ambiental que puede estar empeorando las brotes. De igual manera, checar si el paciente comienza con otras enfermedades asociadas. Hacemos pruebas de alergia y con base en ello les damos algunas medidas de control ambiental”, menciona la Dra. Aurora Chávez García.
Especialistas finalizan destacando la participación del personal educativo ahora en el regreso a clases para estar al tanto de niñas y niños con dermatitis atópica, pues en dado caso de que aparezcan los brotes, puedan avisar a familiares y los pacientes sean auxiliados, evitando complicaciones mayores.
(Con información de Sanafi, Mayo Clinic)