Durante el embarazo existe la posibilidad de que el fluido íntimo sea diferente al que puede experimentar una mujer y una persona con útero en otras etapas de su vida, de acuerdo con su ciclo menstrual. La mayor parte de estos fluidos es normal, sin embargo, algunos de ellos no lo son y deben atenderse. Te explicamos.
Especialistas de Mayo Clinic definen el flujo vaginal como una combinación de líquido y células de diversos tipos que se liberan a través de la vagina de forma continua. El flujo normal ayuda a mantener sanos los tejidos vaginales, brinda protección contra infecciones y proporciona lubricación. No obstante, durante el embarazo estos fluidos pueden cambiar.
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Tipos de fluidos en la mujer
De acuerdo con el portal Bebés y más, el flujo claro y lechoso durante la gestación es parecido al que las mujeres y personas con útero suelen tener antes del periodo menstrual. Cuando este es más abundante se le conoce como “leucorrea”. Su abundancia se debe a que durante la gestación hay mayor producción de estrógenos y al aumento del flujo sanguíneo hacia la zona vaginal.
Además, este fluido puede llegar a ser molesto, pese a esto, no es recomendable usar tampones para evitarlo porque pueden propiciar infecciones. Es aconsejable usar ropa interior de algodón para mantener la zona íntima fresca y seca.
¿En qué momento el fluido puede ser riesgoso?
Existen otro tipo de fluidos que durante el embarazo indican la presencia de una infección. Un flujo amarillento, verdoso o espeso, acompañado de mal olor, ardor, picor; enrojecimiento o dolor, son síntomas de vaginitis. Esta también puede afectar la vulva y la parte externa de los genitales.
En estos casos, es necesario acudir con tu ginecóloga o ginecólogo de confianza para que prescriba el medicamento que corresponda al tipo de infección que se tenga.
Si estamos frente a una infección de transmisión sexual (ITS), se recomienda que la mujer o persona con útero no mantenga relaciones con su pareja hasta obtener un diagnóstico o use en todo momento preservativo.
¿Qué otros fluidos pueden ser signo de alerta?
En caso de tener pérdida mínima de sangre durante el embarazo, es necesario acudir al médico, de otro modo, ir al hospital es la mejor opción para evitar el riesgo de aborto.
La pérdida de líquido amniótico (elemento vital para el desarrollo del feto dentro del útero), durante el primer o tercer trimestre es otra razón para acudir de forma inmediata al hospital. La disminución de este líquido, de acuerdo con el Intitulo Bernabeu, puede interferir el desarrollo del feto.
Si este líquido sale en la última semana de gestación es normal, pues es posible que se encuentre en la recta final del embarazo. De igual modo, si aumenta el flujo mucoso, transparente o con tonos rosáceos o rojizos durante este mismo periodo, podría tratarse del tapón mucoso, el cual se encarga de bloquear la abertura del cuello uterino durante el embarazo. Su expulsión es otro indicio de que la labor de parto se aproxima.
En conclusión, saber distinguir pérdidas normales de flujo que no son alarmantes (blancas, lechosas, inodoras o con olor leve) de aquellas que pueden indicar que existe una infección (de color distinto al blanco y con mal olor), es parte del cuidado integral que debes tener durante tu embarazo.
En caso de tener dudas siempre pregunta a un especialista.
(Con información de Mayo Clinic, MedlinePlus, Instituto Bernabeu)