En el embarazo, ocurren muchos cambios físicos y emocionales en la mujer, pero uno de los que pocas veces se menciona ocurre en el sistema inmune, pues se dice que se “suicida” en esta etapa. ¿A qué se refiere? Te lo explicamos.
La función del sistema inmune es fundamental para nuestra supervivencia, pues de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es una compleja red de células, tejidos y órganos que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.
Cuando los gérmenes, bacterias y virus invaden el cuerpo, el sistema inmune lucha para combatirlo e impedir que causen un daño importante.
Pero en el embarazo, la función del sistema inmune se modifica al grado de que los expertos mencionan que se “suicida”.
¿Por qué el sistema inmune se “suicida” en el embarazo?
En el proceso de gestación, la mujer sigue protegida ante posibles infecciones por hongos o bacterias, que son organismos externos, sin embargo, también permite el crecimiento y desarrollo del feto.
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Al ser algo externo también, en teoría el sistema inmune tendría que atacar al feto para eliminarlo, pues no pertenece al cuerpo de la mujer y tiene un ADN distinto a ella.
Sin embargo, eso no ocurre, pues se ha visto que el sistema inmune desaparece localmente, en la zona del útero de la mujer, para permitir que el embrión se desarrolle.
Esta reacción es como un “suicidio” pues no se produce la respuesta inmunológica normal, pero que ocurra esto es fundamental, de lo contrario, el embarazo no podría ocurrir porque el cuerpo atacaría al feto y sería expulsado al igual que los espermatozoides sobrantes tras la fecundación.
¿Cómo se suprime esta respuesta inmune?
Diversas investigaciones han tratado de dar respuesta a este fenómeno y aunque no hay una única respuesta, se han planteado diversas hipótesis.
Una de ellas tiene que ver con los cambios en los niveles hormonales en el embarazo, pues los estrógenos y progesteronas aumentan, dando la señal de que la gestación va a comenzar y que la respuesta inmune debe “apagarse” en la zona uterina.
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Por otro lado, se ha visto que en el embarazo hay un incremento de células inmunitarias especiales, conocidas como T-reguladoras.
Estas células se ocupan de debilitar la acción del sistema inmune en el cuerpo de la mujer y lo hacen al anular a los propios linfocitos en su trabajo de eliminar agentes ajenos al organismo, por lo que su presencia es esencial para que se logre el embarazo.
Sin estas alteraciones del sistema inmune, el cuerpo rechazaría al feto y ocurriría un aborto espontáneo.
Investigadores también han encontrado que hay un vínculo entre la placenta, el embrión y la madre, pues a través de la placenta, la mujer es capaz de transmitir anticuerpos específicos que ella misma produce, directamente a su bebé.
Esto, permite que el embrión tenga su propio sistema inmune y el suplemento que le otorga su madre.
Cabe destacar que estos cambios en el sistema inmune durante el embarazo solo se dan en la zona del útero de la mujer, en el resto de su cuerpo, los anticuerpos actúan de forma distinta, atacando de forma habitual a cualquier virus, bacteria o patógeno que puede causar una infección.
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Con este complejo proceso, el cuerpo permite el desarrollo del bebé y al mismo tiempo protege a la mujer de cualquier enfermedad o infección.
¿Cuáles son las partes que componen el sistema inmune?
MedlinePlus señala que el sistema inmunitario tiene partes diferentes, incluyendo:
- La piel: Ayuda a evitar que los gérmenes ingresen al cuerpo
- Membranas mucosas: Son revestimientos internos húmedos de algunos órganos y cavidades corporales que producen mucosidad y otras sustancias para atrapar y combatir los gérmenes
- Glóbulos blancos: Luchan contra los gérmenes
- Órganos y tejidos del sistema linfático: Incluyen el timo, el bazo, las amígdalas, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos y la médula ósea. Producen, almacenan y transportan glóbulos blancos.
El sistema inmunológico es complejo y está influenciado por muchos factores. Las vacunas desarrollan inmunidad contra enfermedades específicas, pero también hay formas adicionales de fortalecer las defensas, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), como:
- Comer frutas, verduras, proteínas magras, lácteos y cereales integrales
- Estar físicamente activo
- Mantener un peso saludable
- Dormir lo suficiente
- No fumar
- Evitar el consumo excesivo de alcohol
Cuidar tu salud ayudará a que tu sistema inmunológico funcione de forma correcta para protegerte en el embarazo y que tu bebé se desarrolle bien.
(Con información de National Geographic, MedlinePlus, CDC)