Cuando hablamos de salud materna y salud fetal la deshidratación en el embarazo puede tener graves consecuencias y dificultades en el desarrollo del bebé. Aunque esta afección es perjudicial en cualquier etapa de la vida, la peligrosidad aumenta con la gestación.
Las mujeres embarazadas necesitan un suministro suficiente en líquidos para poder proveérselos al pequeño. Con una buena hidratación se evitan las pérdidas de los nutrientes y las afecciones incómodas, como el malestar que sienten muchas mujeres embarazadas al levantarse.
Si presentas síntomas como náuseas, vómitos y mareos, necesitas reforzar la dieta pobre y las medidas de hidratación que estás tomando.
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¿Cuáles son los signos de deshidratación en el embarazo?
Cuando hay deficiencia de líquidos en el cuerpo de la mujer, este empieza a emitir señales que debes identificar. La primera de ellas es sentir que la temperatura corporal es excesivamente alta.
Si no hay el consumo suficiente de agua suficiente, es más difícil para el organismo regular el nivel de calor y esto se hace evidente en la sudoración y el color del rostro y el cuello.
¿Cuáles son los principales síntomas y signos de deshidratación?
La coloración oscura de la orina es un gran signo de alerta. Por el contrario, el tono claro indica que el organismo está bien hidratado.
Además, la frecuencia con que requieres expulsar líquido es un indicador del nivel de fluidos en el cuerpo.
La sensación de resequedad en la garganta, en la boca y en los labios, así como la necesidad imperante de tomar agua.
Cambia la apariencia de la piel. Perderá un poco de elasticidad, se verá menos lozana y brillante de lo habitual.
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¿Complicaciones por no beber agua?
A nivel digestivo se presentan varias afecciones que son signos de deshidratación en el embarazo.
Condiciones como el estreñimiento, la aparición de hemorroides, el dolor al defecar y el endurecimiento de las heces son bastante comunes.
Escasa sudoración, incluso cuando estás expuesta a altas temperaturas.
Molestias como mareos, debilidad y sensación de fatiga corporal sin haber hecho un esfuerzo físico considerable. Esto se debe a que hay una baja abrupta en la presión arterial y el cuerpo se descompensa.
Algunas mujeres presentan las contracciones de Braxton Hicks como síntoma de deshidratación. Esta reacción muscular se caracteriza por el endurecimiento y la tensión en el área abdominal.
Normalmente duran menos de 30 segundos, deberían ser indoloras y se pueden hacer más frecuentes a medida que el embarazo avanza.
Pérdida del turgor, signo de la pérdida de líquidos, deshidratación y la elasticidad de la piel, lo que genera la presencia del signo del pliegue. Este signo se evalúa sosteniendo la piel entre el dedo pulgar e índice durante unos segundos y soltando.
La piel deberá volver a su estado normal de forma inmediata, si permanece elevada el signo será positivo. El signo se debe evaluar en zonas con poca grasa como el dorso de la mano o el esternón.
Los problemas neurológicos pueden aparecer en los casos más graves. Confusión, agitación, desorientación y pérdida del estado de consciencia son algunos ejemplos.
Dificultad para emitir lágrimas durante el llanto.
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¿Causas de la deshidratación gestacional?
La primera causa de la deshidratación en madres gestantes es no ingerir suficiente líquido. No hay una cifra exacta que deba seguirse.
Cada organismo tiene sus demandas y hay que escucharlas. Factores como el clima y la actividad física suelen hacer que la necesidad sea mayor.
La dificultad en la absorción de líquidos por afecciones como la diarrea y el vómito también puede explicar la aparición de la deshidratación en el embarazo.
De hecho, esto es una causa muy frecuente, ya que los vómitos se presentan hasta en el 80 % de las mujeres embarazadas de acuerdo un estudio en Medicina de Familia SEMERGEN.
En último lugar, algunas patologías crónicas pueden ser una causa poco frecuente de la deshidratación en el embarazo como la insuficiencia renal y problemas a nivel metabólico que tienen que ver con la asimilación de nutrientes.
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¿Consecuencias de la deshidratación?
El agua que se almacena en el vientre se usa para formar la placenta que transporta los nutrientes al organismo del bebé y también el saco amniótico. Por eso, la ausencia de líquidos o su baja cantidad pueden dan lugar a complicaciones como:
- Defectos en el desarrollo del tubo neural.
- Cantidad reducida de líquido amniótico, oligohidramnios.
- Inicio prematuro de la labor de parto o aborto involuntario.
- Deficiencias en la producción de alimento durante la lactancia.
- Aumenta los calambres y la probabilidad de padecer infecciones urinarias.
- La consecuencia más grave de la deshidratación severa es un shock o la incapacidad de algunos órganos del cuerpo para realizar sus funciones básicas.
Recuerda, los signos de deshidratación en el embarazo no pueden permanecer sin tratamiento. El cuerpo usa cantidades mayores de líquido en el periodo de gestación y es esencial que recuperes los fluidos que gastas.
La principal forma prevenir la deshidratación en el embarazo es ingiriendo abundante agua, los ginecólogos y médicos especialistas recomiendan tomar al menos 4 vasos de agua al día.
Debes tener en cuenta que comer en exceso puede ser un inconveniente a la hora de mantener un nivel estable de agua. Regula tus hábitos alimenticios y ten un estilo de vida sano para que tu bebé goce de buena salud desde el vientre.
(Con información de Secretaría de Salud, Instituto Nacional de las Mujeres, Hospital de la Mujer y Clínica de la Mujer)