No pases por alto la salud oral de los más pequeños, recuerda, no hace falta que haya dientes para que comiences a cuidar esta parte de su cuerpo de tu bebé. La boca permite al bebé experimentar cambios y sensaciones necesarias para su desarrollo.
Los pequeños al nacer se relacionan y conocen el mundo a través de la vía oral, por ejemplo, la lactancia, la erupción de los dientes, las primeras comidas y los balbuceos. En estos procesos naturales en los que participa la boca, es fundamental mantenerla sana para que pueda cumplir con sus funciones sin inconvenientes.
¿Cómo cuidar la boca del bebé?
El cuidado de la boca se debe de realizar desde los primeros días y desde edades tempranas, esto le ayudará a los padres primerizos a prevenir muchas complicaciones. También, favorecerá el correcto desarrollo de las estructuras que la conforman.
A continuación, nosotros te compartimos consejos de la mano de pediatras y médicos especialistas para cuidar la boca de tu bebé y las necesidades de esta parte tan importante de su cuerpo.
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Se debe optar por la lactancia materna
La lactancia materna aporta múltiples beneficios. Además de la calidad nutritiva, la protección inmunitaria y los lazos afectivos entre madre e hijo, amamantar también ayuda a cuidar la boca del bebé, ya que facilita el correcto crecimiento de las estructuras orales.
Con esto, disminuye el riesgo de que aparezcan problemas de mordida en el futuro. El bebé aprende a realizar las funciones de succión, deglución y respiración.
- Los nutrientes que aporta la lactancia materna ayudan a que los dientes en formación en el interior del hueso puedan desarrollarse. El calcio, el fósforo y las proteínas que aporta la leche materna son necesarias para la mineralización de las piezas dentarias. Por su parte, combinada con una correcta higiene, la lactancia disminuye el riesgo de caries y otras afecciones.
Limpiar la boca antes de que salgan los dientes
Mantener limpia la boca del bebé es clave para su cuidado.
Las encías y la lengua deben higienizarse desde los primeros meses de vida, incluso antes de la aparición del primer diente.
- Con esta práctica ayudamos a que el niño se acostumbre a la higiene bucal como parte de la rutina diaria. También, con el masaje que se produce durante la limpieza de las encías, podemos aliviar las molestias que se presentan cuando brotan los dientes.
Cepillar los dientes de leche tan pronto como erupcionen
Cuando brota el primer elemento dentario es momento de comenzar a limpiarlo con un cepillo de dientes y pasta. Hay que elegir un instrumento pequeño y de cerdas suaves.
La pasta dental debe contener flúor y se debe utilizar una pequeña mancha de un tamaño menor a un grano de arroz.
Cuando el niño aprenda a escupir, alrededor de los 3 años de edad, la dosis aumenta al tamaño de una lenteja.
Lo ideal es hacer el cepillado dental dos veces al día o luego de cada comida. Alrededor de los 3 años, el niño tendrá la totalidad de sus 20 elementos de leche.
- No atender la higiene dental de las niñas y los niños puede provocar caries, gingivitis, mal aliento, infecciones y dolor. Con esto, la calidad de vida del niño resulta afectada.
- Los dientes de leche sanos ayudan a masticar, comer, hablar y sonreír sin problemas. Le permitirá al niño relacionarse con normalidad y no interrumpir sus aprendizajes y juegos por molestias o dolor.
- Asimismo, los dientes temporarios ayudan a que los definitivos puedan posicionarse en su sitio en el momento del recambio. Con esto, disminuye el riesgo de que aparezcan piezas torcidas o problemas de mordida en el futuro.
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Cómo evitar el contagio
Las caries infantiles son una de las enfermedades más frecuentes de los niños. Se trata de la destrucción de los tejidos duros de las piezas dentarias por la acción de los ácidos que producen microorganismos al fermentar los azúcares de la dieta.
La falta de higiene oral y el consumo excesivo de dulces son factores que favorecen la aparición de la enfermedad.
La transmisión, en general, ocurre desde los padres hacia sus hijos. Si los adultos tienen caries activas, dientes muy destruidos, muelas abiertas y sin tratar, el riesgo de contagio es mucho mayor. Son situaciones cotidianas las que favorecen el traspaso de las bacterias:
- Soplar o probar la comida del bebé.
- Compartir cubiertos o utensilios que se llevan a la boca.
- Dar besos en la boca al bebé.
- Limpiar los chupetes, tetinas del biberón o juguetes con la propia saliva.
- Usar el mismo cepillo de dientes.
- Que los adultos no se ocupen de su higiene oral y tengan caries activas.
Ser cuidadosos con el uso del biberón
Cuando la lactancia materna no es posible, el biberón se vuelve fundamental para la alimentación del bebé. Pero hay algunas consideraciones a las que se debe prestar atención. Por ejemplo, la elección es un aspecto muy importante a considerar:
- Elegir el biberón adecuado. Se debe optar por uno acorde con la edad del niño y con una tetina de orificios pequeños que promuevan el esfuerzo para succionar.
- Proteger de las caries. El uso del biberón con líquidos azucarados, como la leche de fórmula, los zumos y los refrescos, favorecen la aparición de caries. El riesgo es mayor si el niño permanece mucho tiempo con la tetina en la boca o se duerme con su mamadera.
- Retirar el biberón a tiempo. Su uso prolongado puede ocasionar deformidades en las estructuras orales y problemas en el habla. Así, antes de los 12 meses, el niño ya debería dejar de utilizarlo.
Usar el chupón de manera adecuada
- A veces, los chupones aportan beneficios al pequeño, pero existen algunos aspectos que se deben cuidar para que no tenga efectos negativos en la boca.
- Este accesorio puede aportar consuelo, tranquilidad y ayudar a conciliar el sueño al bebé.
- Se recomienda elegir los modelos de ortodoncia que se parecen más al pezón de la mamá y no deforman las estructuras orales.
- Por otra parte, también se deben evitar prácticas que favorecen la aparición de caries, como sumergirlos en azúcar, miel o líquidos azucarados. Al igual que con el biberón, se debe retirar a tiempo, los expertos sugieren que sea a los 2 años de edad para que su uso no se prolongue y ocasiones problemas.
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Cuidar la dieta
La incorporación de nuevos alimentos es un momento importante en la vida de los bebés. Para cuidar la boca, hay que ser responsables con las comidas y bebidas que les ofrecemos:
- Garantizar una alimentación variada, equilibrada y saludable: con esto buscamos que obtengan todos los nutrientes que necesitan para crecer. Entre ellos, el calcio, el fósforo y las vitaminas.
- Evitar las sustancias dulces: agregar azúcar a la comida, dar golosinas, bebidas azucaradas, zumos, refrescos, ultraprocesados y bollería desde edades tempranas, aumenta el riesgo de padecer enfermedades en la boca, obesidad y diabetes.
- Tener en cuenta la consistencia de los alimentos: al principio de la alimentación complementaria se puede optar por papillas y texturas blandas, pero de a poco se deben incorporar comidas más duras. Al dar al niño trozos de comida, se lo ayuda a aprender a masticar. Con esto, se fortalecen y ejercitan las estructuras orofaciales.
Visitar al odontopediatra
Visitar al odontopediatra antes del primer cumpleaños de tu bebé es otra manera de cuidar su boca. Luego, deberás continuar con controles regulares cada seis meses.
Comienza a cuidar la boca de tu bebé hoy mismo
Cuidar la boca de tu bebé desde edades tempranas le traerá muchos beneficios. Al poner en práctica los consejos que aquí te contamos, te podrás ocupar de la salud y el bienestar de tu pequeño.
(Con información del Instituto Nacional de Pediatría y la Secretaría de Salud)