Mariana Rodríguez, esposa del actual gobernador de Nuevo León, Samuel García, le dio la bienvenida a su primogénita, Mariel, una bebé arcoíris que esperaron con mucho amor. ¿Por qué se le denomina de esta forma a su pequeñita? Te lo explicamos.
Fue en agosto de 2022 que la pareja anunció que estaban esperando a su primer hijo, compartiendo en redes sociales el siguiente mensaje “¡Bebé en camino! Estamos felices de compartirles que pronto seremos 3, tanto tiempo hemos esperado este momento”.
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Sin embargo, llegar a esta felicidad no fue fácil, pues Mariana confesó que después de su boda perdieron a su primer bebé y desafortunadamente, perdieron 3 más en otros intentos.
Debido a esto, su pequeña Mariel se considera una bebé arcoíris, pues es un término que se usa para referirse a bebés que se conciben después de pasar por uno o varios abortos espontáneos, así como muerte fetal, neonatal o infantil.
¿Qué es un bebé arcoíris?
Perder a un bebé que se esperaba con mucha ilusión antes o después de su nacimiento, es una experiencia muy dolorosa y por ello, a los pequeños que llegan tras vivir ese terrible momento se les considera arcoíris, pues hacen referencia a este fenómeno de la naturaleza que ilumina el cielo después de una tormenta.
El bebé arcoíris es el regalo que llega después de una pérdida devastadora y se considera un símbolo de esperanza. En la Biblia, Dios le ofreció a Noé un arcoíris como promesa de paz y renacimiento después del diluvio.
Si bien el término arcoíris no está reconocido científicamente en la medicina, es el nombre con el que se denomina a los niños que nacen después de que una familia sufra la pérdida de un bebé.
"Conozco el concepto, se utiliza más bien como una representación de esperanza", afirma el presidente de la Sociedad Española de Neonatología, Máximo Vento.
De acuerdo con el INEGI, durante 2021 se registraron 23 mil muertes fetales. Estas corresponden a una tasa nacional de embarazo que terminan en muerte fetal de 6.7 por cada 10 000 mujeres en edad fértil.
El 83.5 % de las muertes fetales ocurrió antes del parto, 15.3 % durante el parto y en 1.2 % de los casos no se especificó.
Las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto del embarazo, como del trabajo de parto y del parto mismo fueron las principales causas de muerte fetal con 46.0%. Le siguieron otros trastornos originados en el periodo perinatal con 27.1%.
¿Cómo se vive el duelo por perder un bebé?
La psicóloga perinatal Diana Sánchez explica que las familias que pasan por esta pérdida sufren de mucha ansiedad, estrés y angustia.
El duelo puede ser corto o extenderse por varios meses, sin embargo, la experta destaca que es importante no saltárselo y mucho menos sustituir al bebé con otro. “Hay que hacer el duelo para poder afrontar un nuevo comienzo”, dice.
Es importante tener en cuenta que el duelo se supera no cuando ya no te duele la pérdida de tu bebé, sino cuando integras en tu vida ese dolor. La tristeza no desaparece, pero ya no paraliza nuestra vida.
Gina Tarditi, psicoterapeuta, enfatiza que un psicólogo o tanatólogo son los especialistas ideales en apoyar a las familias que sufren este tipo de pérdidas, pero destaca que no hay que hacer como que no pasó nada, se deben externar las emociones.
La experta indica que muchas personas tratan de tapar este tipo de duelos, olvidarlo y no hablar de lo que pasó para creer que no pasó nada, cuando en realidad está pasando algo profundamente doloroso.
Es posible que tras la muerte del bebé, persistan síntomas como soledad, desesperación y culpa, por lo que se requiere del apoyo de especialistas, familia y amigos para procesar el duelo y seguir adelante.
(Con información de Panama Fertility, Salud primero, INEGI)