Uno de los problemas más comunes en las relaciones de pareja es aplicar la “ley del hielo”. Esta serie de comportamientos tienen lugar cuando uno o ambos miembros de la relación deciden alejarse emocionalmente adoptando una actitud de indiferencia y silencio hacia el otro. Algunas personas lo hacen para castigar a sus parejas, mientras que otras lo hacen porque no saben qué decir en el momento o están molestas. Pero, ¿qué consecuencias trae hacer esto a la relación?
¿A qué le llamamos “ley del hielo”?
La "ley del hielo" es aplicable a todo tipo de parejas: amistosas, familiares, de trabajo y demás. Esta práctica en el caso de las parejas se refiere a un comportamiento en el cual uno o ambos miembros de la relación deciden ignorar, evitar o rechazar emocionalmente a la otra persona, según El periódico.
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Esta serie de conductas se manifiesta a través del silencio prolongado, evitar el contacto físico, responder de manera monosilábica o con desinterés; incluso ausentarse físicamente por periodos de tiempo significativos sin dar explicaciones. Es un tipo de abuso psicológico que perjudica tanto a la persona que aplica ese alejamiento forzado, como la que lo recibe.
“Se puede considerar una demanda de atención que hace la persona que aplica esta conducta hacia la persona que lo recibe. La causa radica en que la persona que desarrolla la "ley del hielo" se siente incómoda y no sabe cómo lidiar con este malestar”, detalla la psicóloga Lola Valeri de Mundopsicólogos.com para ABC Bienestar.
Se trata de un comportamiento tóxico y dañino para ambas partes que consiste en apartar a la persona a quien se aplica la "ley del hielo", aislarla y cerrarle todo tipo de comunicación para que la presión la haga sentir mal y acabe satisfaciendo los intereses y necesidades de quien proyecta el comportamiento, explica Valeri.
Consecuencias de la “ley del hielo” en la pareja
Esta serie de conductas trae consecuencias negativas para la salud emocional de la pareja como, por ejemplo:
- Deterioro de la relación
Se rompe la comunicación entre los miembros de la pareja. Puede traer malos entendidos, resentimientos y una sensación de frustración. La falta de comunicación impide resolver conflictos y expresar necesidades.
- Pérdida de confianza
El distanciamiento emocional puede socavar la confianza en la relación. Cuando uno de los miembros de la relación comienza a aplicar con frecuencia estas prácticas, uno de los miembros se muestra indiferente puede llegar a cuestionarse la sinceridad y compromiso de esa persona.
- Aumento de ansiedad y depresión
La "ley del hielo" puede tener un impacto negativo en la estabilidad emocional de los miembros de la relación. La falta de proximidad, conexión emocional y sensación de ser ignorado puede generar ansiedad, tristeza y depresión que, con el tiempo, puede desencadenar resentimiento y hostilidad por parte de la persona que la sufre.
- Separación
La prevalencia de estas actitudes puede llevar a la separación o ruptura definitiva, pues la relación se vuelve insoportable.
Para evitar que esto ocurra, es importante identificar de dónde proviene la necesidad de llevar a cabo estas conductas y pedir ayuda de un especialista para poder encontrar solución a estas actitudes que dañan a los integrantes de la relación.
(Con información de ABC Bienestar, El Periódico).