Casarse es el paso que muchas parejas deciden tomar después de estar un tiempo juntos y darse cuenta que quieren pasar el resto de su vida al lado del otro, pero ¿Por qué hay parejas que se separan después de casarse? Los expertos señalan que hay al menos 7 razones.
Probablemente tienes amigos que fueron novios durante mucho tiempo, incluso varios años, sin embargo, después de casarse se divorciaron. Esta situación es cada vez más común y aquí te decimos por qué.
El matrimonio no siempre es el comienzo de una vida juntos, en algunos casos puede ser una condena hacia el fin de la relación, aunque por fortuna, puedes evitar que eso ocurra identificando los factores que lo causan.
¿Por qué hay parejas que se separan después de casarse?
De acuerdo con un artículo de El País, aunque aparentemente una relación sea la misma antes y después del matrimonio, este acto puede suponer un cambio a nivel psicológico en la pareja.
Hay al menos 7 razones por las que las parejas se separan después de casarse, incluso si fueron pareja durante muchos años antes:
- Se casaron muy jóvenes
Tomar la decisión de casarse muy jóvenes puede favorecer un divorcio rápido y es que no solo se debe tomar en cuenta qué tan enamorados estamos, sino tener objetivos compatibles en el tiempo y comprometerse de verdad ante las adversidades.
La edad no es un factor determinante para el éxito de una relación, pero hay casos en los que con el tiempo se dan cuenta de que quieren cumplir muchas metas personales antes de compartir su vida con una pareja o iniciar una familia.
- Se casaron para arreglar sus problemas
De acuerdo con un artículo de Univisión, otra de las razones por las que muchas parejas se separan después de casarse es que se cree que el matrimonio puede arreglar los problemas en la relación cuando hay asperezas, sin embargo, puede ocurrir todo lo contrario.
Casarse con la ilusión de que automáticamente serán una familia feliz solo cubre los problemas de fondo y los maximiza hasta que revientan y ya no hay forma de solucionarlos.
Susana Ivorra, psicóloga especializada en relaciones sentimentales, menciona a El País que “hay parejas que ven el acto de casarse como una ilusión o proyecto para revitalizar una relación en crisis, o para ver que hay un compromiso que en realidad no sienten, como si trataran de convencerse de que todo marcha bien, que todo progresa, que la relación sigue su curso”.
- Tenían objetivos diferentes
El amor no es suficiente para hacer funcionar una relación, es importante que antes de asumir un compromiso tan importante como el matrimonio, hablen acerca de sus objetivos de vida, ya que muchas veces la pareja no aborda estos temas hasta que ya están casados.
Cuando esto ocurre, muchas veces se dan cuenta de que tal vez uno quiere tener hijos y el otro no o que alguno quiere vivir fuera del país un tiempo mientras que el otro no. No hablar de lo que quieren antes de casarse lleva a la decepción y la ruptura de la relación eventualmente.
- Ocurrió una infidelidad
En cada relación puede haber una definición distinta de lo que es una infidelidad dependiendo de los límites que establezcan como pareja, pero sin duda, cuando ocurre una traición de este tipo, es muy difícil que se recupere la confianza y peor si se da poco tiempo después de que se casaron.
La relación suele estar condenada al fracaso en estos casos porque la pareja ya no puede volver a confiar o hay fuertes resentimientos.
- No eran realmente compatibles
¿Te la pasabas peleando con tu pareja antes del matrimonio? Es probable que las cosas no cambien mucho si deciden compartir su vida juntos, incluso es posible que todo empeore con la convivencia diaria.
Muchas parejas pueden divorciarse después de casarse porque se dan cuenta que realmente no son compatibles.
- Alguno de los dos cambió después de casarse
El matrimonio puede cambiar a algunas personas y eso no siempre es bueno para la relación, ya que pueden volverse incompatibles, tener otros objetivos de vida o convertirse en alguien que la otra persona simplemente no acepta.
- Se apresuraron mucho al casarse
El enamoramiento es la etapa en que vemos todo color de rosa en la relación, maximizamos las virtudes de nuestra pareja, minimizamos los defectos y solo queremos pasar el tiempo junto al ser amado.
Aunque es una etapa maravillosa, debemos ser cuidadosos de no tomar decisiones tan importantes como el matrimonio cuando estamos enamorados y es que cuando todo vuelva a la normalidad, probablemente nos encontremos casados con alguien a quien en realidad no conocemos y con quien no somos compatibles.
Cuando llegas a conocer realmente cómo es esa persona y no sea lo que esperabas, te llevarás una fuerte decepción que irremediablemente terminará en una separación.
Independientemente de si decides casarte con tu pareja o no, la psicóloga Ivorra concluye que nos deberíamos elegir como pareja cada día de nuestra relación, independientemente de los papeles firmados.