Cuando piensas en el divorcio de una pareja, seguro que visualizas a una pareja madura o que supera los 30 años, pero pasar por un divorcio antes de los 30 también ocurre y trae consigo muchos retos.
De acuerdo con un artículo de la BBC Mundo, la mayoría de los divorcios en América Latina ocurren a partir de los 30 años, no obstante, en algunos casos se da cuando las parejas están en sus 20.
Experimentar un divorcio a una edad tan temprana no es fácil y expertos en el tema comparten cuáles son los principales retos y cómo superarlos.
Divorcio antes de los 30
Un divorcio a cualquier edad es un proceso complicado, ya que prácticamente se debe reconstruir la vida después de que termina lo que creímos que duraría para siempre.
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Cuando hay un divorcio antes de los 30, este proceso puede ser mucho más intenso y difícil de superar, especialmente porque trae consigo algunos retos importantes, como:
- Emociones más intensas
Según Asunción Jiménez, del Colegio de Psicólogo de Andalucía Occidental, la edad es un factor clave en el duelo de una separación de pareja.
La experta destaca que en la juventud todo se vive de forma más intensa, por lo que, aunque el dolor emocional es el mismo, se percibe mucho más potente.
Por ello, ante un divorcio antes de los 30, es común sentir que el mundo se derrumba, porque ese proyecto que tanto se visualizaba con la pareja no sucede y hay una obsesión por entender qué fue lo pasó.
- Es difícil ver a los amigos casados
Las personas que se divorcian antes de los 30 suelen tener otros amigos que apenas se casaron o que tienen relaciones muy estables, lo que resulta muy difícil de ver y procesar.
Es probable que, ante una cena con amigos, los divorciados en sus 20 la pasen fatal en un principio, ya que no es fácil aprender a estar solo, disfrutarlo y valorar el tiempo con los amigos.
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Al respecto, la psicóloga clínica Rachel Andrew dice que cuando ocurre un divorcio a una edad tan joven, pocas personas alrededor tienen la misma experiencia, por lo que es fácil sentirse muy solo.
{"field1":"“Ser la primera persona en tu grupo de amigos que se divorcia puede hacer que la experiencia sea todavía más complicada; a largo plazo resulta abrumador”, dice la experta. ","field2":""}
- Se cree que no se superó la prueba de la adultez
La psicóloga agrega que la sensación de fracaso y culpa es muy común después de un divorcio antes de los 30, especialmente si otras personas de la misma edad están experimentando su primer amor real.
Incluso puede haber una sensación de vergüenza por sentir que se falló una prueba básica de adultez.
Esto puede crear pensamientos de no ser suficiente o de que algo anda mal en uno mismo.
“La gente joven tiende más a pensar en término absolutos, a creer que ocurrió porque uno no es lo suficientemente bueno, pero si una relación se rompe, es sobre la relación, no solo sobre uno como persona”, dice la doctora Andrew.
- Hay presiones familiares
Para algunas parejas que se divorcian antes de los 30, el principal reto es lidiar con la opinión de la familia, pues muchas veces les dicen frases como “No estás intentándolo lo suficiente. Debes ser una mejor esposa o esposo”.
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Incluso, pueden hacerles creer que pasar por la vergüenza del divorcio a tan corta edad es peor que vivir en un matrimonio infeliz, lo que daña la autoestima de las parejas y puede empeorar la relación.
- Es difícil volver a tener citas
Debido a que terminar un matrimonio se asocia con parejas mayores, es común que al intentar conocer nuevas parejas tras un divorcio antes de los 30, las personas de la misma edad crean que es una broma cuando les dicen que ya pasaron por un divorcio.
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Según un artículo de Verne, algunos jóvenes que buscan citas después de un divorcio pueden tener problemas para conectar con alguien de su edad, pues muchas veces sus potenciales parejas todavía viven con sus padres mientras que ellos ya pasaron por una separación y hasta tienen hijos.
“Es muy gracioso, cuando le dices a alguien que estás divorciada en tus 20. No sabe qué decir. Después siempre te pregunta lo mismo ‘¿pero cuántos años tienes?’”, dice una joven que se divorció a los 27.
¿Cómo superar un divorcio?
Sin importar la edad a la que ocurra, superar un divorcio no es nada fácil, es una experiencia que tiene un gran impacto emocional y en tu autoestima. Si estás pasando por ello, te damos estos consejos:
- Acepta la situación: Debes aceptar que la relación llegó a su fin y que no hay nada que hacer. Reconoce tu periodo de duelo y abrázalo, pues es el primer paso para empezar a ver el futuro con optimismo. Sé honesto con tus sentimientos, no huyas de tu dolor y trabaja en tus emociones.
- No estés solo: Divorciarte no significa que debas estar solo, lo mejor en esta etapa es rodearte de personas que te quieren y te apoyan, porque la soledad puede empeorar lo que sientes. Aprovecha para hablar de lo que sientes con amigos y compartir tus pensamientos como una forma de desahogo.
- Haz nuevas actividades: Hacer actividades placenteras como practicar un deporte, aprender a pintar o a bailar pueden ayudar a liberar neuroquímicos relacionados con la felicidad y el bienestar, lo que sin duda te hará muy bien en estos momentos difíciles.
- Espera un tiempo para salir con alguien: Saltar a los brazos de otra persona después de un divorcio no es la mejor idea, primero debes trabajar en tu bienestar emocional, lo que lleva un tiempo. Así que enfócate en encontrar la felicidad en ti para luego compartirla con una pareja.
- Busca ayuda psicológica: Si sientes que estás atascado, no dudes en buscar apoyo psicológico, recuerda que el divorcio es una experiencia estresante donde incluso puede haber un trauma postdivorcio, así que no sientas vergüenza por pedir ayuda, especialmente si notas estados de depresión, ansiedad o faltad e control de los impulsos.
(Con información de BBC Mundo, Psicología y Mente)