El personaje de Peter Pan fue creado por el escritor escocés James Matthew Barrie y apareció por primera vez en 1902, específicamente en un capítulo del libro llamado "The Little White Bird", en español "El pajarito blanco", en el cual se narra la historia de un bebé que, al oír a su madre decir que todos los niños deben crecer, se escapa volando.
Disney obtuvo los derechos sobre el personaje y realizó la popular adaptación del cuento en una película animada, conocida por sus dibujos fluidos y trazos coloridos.
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Sin embargo, en el terreno de la psicología esta historia ha sido utilizada para describir una condición de inmadurez y miedo al futuro. Aquí en Sumédico te contamos.
¿Cómo se manifiesta el síndrome de Peter Pan en tu pareja?
Según el medio especializado Psychology Today, este síndrome puede manifestarse de distintas maneras en una pareja previamente establecida:
- Emociones apagadas e incapacidad para expresar sentimientos de manera apropiada por parte de uno de los integrantes del vínculo.
- Postergar las tareas del hogar o esenciales.
- Llegar tarde con frecuencia a citas importantes.
- Evitar responsabilidad con cualquier persona.
- Culpar a los demás de sus propios errores.
- Dificultad con las relaciones maternas.
- Tratar a las futuras parejas románticas como figuras maternas.
- Sentimientos de distancia del padre
- Problemas con las figuras de autoridad, especialmente las masculinas.
En el cuento de Peter Pan, siempre lo acompañaba Wendy, la fiel amiga y cuidadora del niño que no quería crecer.
De acuerdo con el psicólogo Mark Travers, "las contrapartes femeninas en estas relaciones, conocidas como "Wendy", a menudo permiten que Peter Pan continúe viviendo una vida sin responsabilidades. Pueden hacer esto tomando decisiones en su nombre, limpiando su desorden u ofreciendo apoyo emocional implacable sin obtener nada a cambio".
El término fue acuñado por el psicólogo Dan Kiley en 1983 para describir a personas que evitan asumir responsabilidades propias de la edad adulta, como el compromiso, el trabajo estable o la independencia emocional. Su descripción se usa ampliamente en psicología para explicar ciertos comportamientos inmaduros y evasivos en adultos.
Esto es particularmente peligroso ya que las personas con estas características psicológicas tienden a no aceptar las responsabilidades sociales que conlleva su etapa de la vida y desarrollo personal.
Los adultos que han tenido escasa oportunidad de desarrollar independencia emocional en la infancia pueden enfrentar dificultades para asumir los desafíos de la adultez.
Normalmente, la terapia cognitivo-conductual y el acompañamiento psicodinámico han mostrado buenos resultados para contrarrestar esta clase de conductas. También es importante el trabajo con las personas cercanas, como padres o parejas, para romper ciclos de dependencia.
El abordaje suele ser psicoterapéutico, con énfasis en el desarrollo de habilidades para la vida adulta, reestructuración de patrones familiares disfuncionales, la afrontamiento del miedo al fracaso y el establecimiento de límites saludables.
Su contraparte es el síndrome de Wendy, el cual se caracteriza por manifestar una preocupación excesiva hacia los demás al grado de dejar de lado las necesidades propias por atender las externas, similar a la figura materna. La identidad de esta persona son a través de los cuidados.
¿Conoces a alguna persona con esta clase de comportamientos?
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