A muchas personas les da miedo la palabra crisis, la cual, según la psicología solo se refiere a “un cambio inevitable”. Un cambio necesario que no tiene por qué tener connotaciones negativas, aunque habitualmente así ocurre, según el Instituto de Psicología Europea. Te compartimos 12 puntos para identificar si estás en una crisis de pareja.
“Es importante entender que, a lo largo de cualquier relación sentimental, matrimonial y/o amorosa es completamente normal e inevitable que toda pareja pase por diferentes etapas en las que se pueden encontrar ante situaciones diversas de crisis. En estas etapas seguir haciendo las cosas como se estaban haciendo hasta ese momento es insostenible, por lo que la persona deberá adaptarse y decidir si crecer por sí sola o crecer con la otra persona, crecer juntos”, indica la institución.
Cómo identificar si estoy en una crisis de pareja, según la psicología
De acuerdo con estos psicólogos, a través de este listado de 12 puntos podemos identificar si se está en una crisis de pareja, pues se trata de los síntomas más comunes cuando se avecina o se está en medio de la crisis:
- Indiferencia y actitud pasiva. La apatía generalizada es como si fueras un mero espectador y no el protagonista de la relación, te dejas llevar, dejas de hacer, no actúas. No te implicas para nada en la pareja.
- Falta de implicación. ¿Tu pareja toca en un grupo musical y no has ido ni una sola vez a verle tocar?, ¿tu pareja te pide varias veces que le acompañes a una exposición que le hace ilusión y no haces nada?
- Falta de interés. ¿Dejas de escuchar y desconectas cuando tu pareja te está relatando con todo detalle e ilusionada una situación concreta que le ha pasado en su trabajo?, ¿se te ha olvidado felicitarle por su cumpleaños?
- Problemas de comunicación. Si la comunicación falla, el resultado puede llevar a continuas discusiones y enfrentamientos o también a la falta de ella, es decir a la no comunicación, a “vivir como extraños”.
- Permanente estado de irascibilidad. La persona se siente molesta continuamente, enfadada, salta a la mínima, con ira contenida y acumulada y no se siente tranquila ni relajada en su relación.
- Abandono de proyectos en común que antes sí generaban ilusión. ¿Dejaron de ir juntos al gimnasio y antes les encantaba hacerlo?, ¿ya no hacen maratones de series juntos porque ya no te apetece, ni te hace ilusión?, ¿has dejado de organizar las vacaciones de verano con la ilusión con la que las organizabas antes?
- Disminución de momentos positivos compartidos. ¿Antes iban todos los meses al cine porque era su momento y ahora pasan?, ¿hace cuánto tiempo que no hacen una escapada de fin de semana? Si disminuye la cantidad de estos momentos, también disminuirá la calidad de la relación.
- Pérdida de la confianza. La capacidad de comunicarse “de corazón a corazón” puede verse afectada y cada vez cuesta más abrirse al otro. Si haces memoria y piensas en cómo se encontraban al inicio de la relación, seguramente, ya no es como antes.
- Aumento de la desconfianza y celos. Al perder la confianza, es inevitable que la desconfianza aumente y empiecen a vislumbrarse los celos continuos, ¿por qué? porque los celos son sinónimo de falta de confianza.
- Sentirse culpable ante la ilusión del otro. La persona lo define como no sentir alegría ante la ilusión por algo positivo que le ocurre a su pareja, lo que le lleva además a sentirse culpables.
- Disminución de la actividad sexual. La vida sexual de una pareja puede verse afectada en muchos momentos vitales y por distintos motivos, pero si no hay nada concreto que pueda explicarlo, quizás sí sea un síntoma de una crisis de pareja.
- Disminución de la empatía. A la persona le cuesta mucho más que antes ponerse en el lugar del otro, esto hace que le juzgue y le critique constantemente, en vez de entender su forma de pensar y de actuar. Las relaciones afectivas se basan en la comprensión de las debilidades y las necesidades del otro.
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