Cuando empezamos una relación, los sentimientos son intensos, estamos en la fase de enamoramiento donde vemos todo lo mejor de la pareja y queremos compartir todo nuestro tiempo con el ser amado. La intimidad es constante y apasionada en esta fase pero, con el tiempo, poco a poco se va apagando ¿Qué significa que disminuya la frecuencia en la intimidad de una pareja?
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Existen muchas razones por las que puede disminuir la frecuencia en la intimidad de una pareja y si estás en una situación así en tu relación, te decimos lo que significa y cómo puedes solucionarlo.
Con el tiempo, las ganas de tener intimidad disminuyen considerablemente, de hecho, un estudio publicado en el International Soicety for Sexual Medicine y retomado por El País, menciona que el 35% de las parejas tiene entre 1 y 3 relaciones íntimas al mes. Sin embargo, hasta un 5% de las parejas no pasa de uno o dos encuentros al año.
Esta situación sin duda puede alertarnos porque hay cierta distancia con la pareja, lo que nos puede hacer creer que hay un riesgo de ruptura o de infidelidad, pero te decimos todo lo que hay detrás de la disminución de la intimidad y qué hacer para mejorarlo.
¿Por qué disminuye la frecuencia en la intimidad de una pareja?
La psicóloga y terapeuta familiar y de pareja, Laura Morán, menciona que las relaciones de pareja en las que no hay actividad sexual son más frecuentes de lo que se cree, aunque eso muchas veces tiene que ver con el hecho de que creemos que tener intimidad siempre implica una relación y orgasmo.
Existen muchos motivos que pueden llevar a una pareja a tener menos intimidad, pero entre las principales causas se encuentra que por lo general, las parejas consideran que las relaciones intimas son importantes pero no urgentes.
Es decir, entre la lista de pendientes, la intimidad casi siempre queda al final o se quita para poder cumplir con otras tareas del hogar, el trabajo o con los hijos.
El estrés es otro factor que muchas veces disminuye nuestro deseo, ya que según explica la especialista, los altos niveles de tensión emocional dificultan nuestra capacidad para experimentar placer. Esto se debe a que el estrés nos mantiene alertas y preparados para sobrevivir, no para disfrutar.
En esta ecuación, otros factores que favorecen una disminución en los encuentros íntimos son tener hijos y el cambio en la dinámica que eso implica, tener alguna enfermedad o problema físico o de salud mental o que simplemente, como pareja encuentren satisfacción en otras actividades.
Por su parte, la doctora Bárbara Greenberg, psicóloga clínica, menciona que hay al menos 7 razones principales por las que las parejas dejan de tener intimidad:
- Hay agotamiento por las tareas del día a día
- No se sienten bien con su cuerpo
- Hay malestar físico durante las relaciones, como dolor
- La rutina en la relación los tiene aburridos
- Hubo una infidelidad y la confianza se rompió
- La pareja tiene mala higiene
- No resuelven los conflictos y hay rencores acumulados
¿Cuánta intimidad debería tener una pareja?
La realidad es que no hay una frecuencia “normal” sobre cuánta intimidad debe tener una pareja, porque depende mucho de la relación y de la etapa de la vida en que se encuentren ambos. Lo que sí es importante tener en cuenta, es que tener poca intimidad no necesariamente es señal de un problema en la relación.
Una pareja puede no tener muchas relaciones, pero sí una buena conexión emocional, mientras que otras tienen una relación mucho más apasionada pero con una deficiencia en cuanto al vínculo emocional y la complicidad que a largo plazo, impide que la relación funcione.
Por lo tanto, tener una relación donde no se tengan muchos encuentros íntimos es posible, aunque solo si ambos están en ese mimo canal y consideran que hay otros factores importantes para mantener una buena relación de pareja, como la comunicación, tener proyectos en común y el vínculo afectivo.
Los problemas pueden surgir cuando uno de los miembros tiene más deseo que el otro, ya que la persona que quiere tener intimidad más seguido puede sentirse rechazada no solo en la cama, sino como persona y como pareja.
Si la pareja no habla sobre esta situación, se acumulan resentimientos que crean conflictos difíciles y que pueden romper la relación.
Cuando no hay esta simetría en la intimidad, es posible que nos molesten más cosas de la pareja, que nos sintamos frustrados y con baja autoestima, porque uno de los dos se siente poco atractivo y deseado. En este punto, la infidelidad o la ruptura son riesgos inminentes, así que es fundamental siempre hablar de nuestras necesidades.
Por otro lado, las personas que quisieran tener más intimidad en su relación creen que el resto de parejas sí tiene mucha actividad en la alcoba, que son los únicos que no están disfrutando como quisieran y eso crea todavía más daño emocional.
Pero la realidad es que entre un 14 y 15% de las parejas tienen intimidad con poca frecuencia, de acuerdo a datos de la revista Psychology Today en Estados Unidos. Así que no te dejes llevar por la presión social que existe respecto a este tema, porque ello te genera más estrés con tu pareja.
¿Cómo solucionar la falta de intimidad en pareja?
En primer lugar, es importante dejar de ver a la intimidad como una imposición o una obligación, ya que lejos de ser satisfactorio se convertirá en algo más en la lista por cumplir y no en un momento especia con la pareja.
Recuerda que la intimidad no solo son las relaciones y el orgasmo, los besos, abrazos, bañarse juntos o caminar de a mano son otras formas de tenerlo y de fortalecer el vínculo entre una pareja.
Así que si quieres potenciar el vínculo íntimo con tu pareja, empieza por fomentar momentos que vayan más allá del sexo pero que los haga sentir conectados a un nivel más profundo emocionalmente.
Enfócate en todo lo bueno que hay en tu relación y hagan más actividades juntos, así se fortalecerá la conexión emocional, lo que poco a poco nos hará tener más encuentros íntimos o a disfrutar más los que se tengan, aunque no sean demasiados.
En caso de que ni siquiera existan muestras de afecto como los besos, caricias y abrazos, lo mejor será hablar como pareja sobre ala situación y revisar juntos qué es lo que ocurre. Pero no se trata de discutir, sino de solucionarlo como el equipo que son y si necesitan ayuda, siempre pueden acudir con un terapeuta de pareja que los guíe hacia la mejor solución.
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