SALUD

Cuando se trata de salud, lo barato sale caro

Continúan existiendo complicaciones derivadas no solo de procedimientos estéticos irregulares también de supuestos procedimientos gastrointestinales y falsos tratamientos médicos

Cuidado con creer en falsos tratamientos o en charlatanes.
Cuidado con creer en falsos tratamientos o en charlatanes. Créditos: Canva/ Cortesía
Escrito en OPINIÓN el

Cuando fui estudiante de medicina, al acudir al Hospital General de México, conocí unos casos de terror: “las enfermedades por modelantes”. Se trataban de hombres y mujeres que, en un intento de “verse bien”, un supuesto especialista les inyectó aceites con el objetivo de aumentar el volumen de labios, o glúteos, o pechos. En el hospital se les trataban todas las complicaciones que eso provocó: infección o pérdida de una parte del cuerpo.

Hay que tener mucho cuidado con pseudo tratamientos

Creo que historias como esta hemos escuchado muchas veces, pero a pesar d eso, continúan existiendo complicaciones derivadas no solo de procedimientos estéticos sino también de supuestos procedimientos gastrointestinales y falsos tratamientos médicos.

Es un viejo adagio mexicano: “Lo barato sale caro” y esto refleja esta misma situación. Entiendo que, en la frustración, en la desesperación o en el dolor, es parte de nuestro instinto optar por aquello que se presenta a la mano, sea no solo por cercanía sino también por costos. Claro que es una realidad en la que he vivido y trabajado: por una parte, nuestro sector salud se encuentra saturado de una gran población, el personal de salud (médicos no especialistas, médicos especialistas, enfermería, y más personal médico) es insuficiente, y a la hora de indicar tratamientos, es común que haya faltantes.

Mientras tanto en el sector particular el costo es una pared por escalar: a veces se ve alcanzable y otras veces ni se intenta porque ¡es una realidad que los productos médicos son muy caros!

Pero créanme que es más caro arreglar una complicación médica, sobre todo cuando amenaza la vida. Lo he visto no solo en casos de estética, también en casos de cuidados gastrointestinales.

Complicaciones de salud por pseudo procedimientos médicos

Las “lavativas” o enemas son un procedimiento antiquísimo y que tiene su lugar en el arsenal médico, pero se indica solo en ciertas condiciones y en ciertos pacientes porque sabemos que hasta eso puede producir no solo dolor, sino translocación de bacterias a la sangre, reacciones vagales (desmayo) o lesionar el interior del colon. Pero no es raro que encuentre en revistas o panfletos, promoción de “lavativas de colon con café”…o con alguna otra sustancia con el objetivo de “limpieza”. También he atendido casos de lesión e infecciones por uso de estos pseudo-procedimientos médicos.

“La imaginación es el límite” dice el dicho…pero para los charlatanes, el límite debería ser la ley. Para ser personal de salud se requiere de una carrera universitaria para obtener una cédula profesional, la cual es la llave de trabajo y validación de indicaciones médicas. Luego existen los especialistas que hacen una segunda y hasta tercera carrera para aumentar sus habilidades, las cuales ya no solo requieren de una cédula, sino de un examen de certificación el cual aplica no una universidad sino un colegio de profesionistas. Esa certificación tiene vigencia de tan solo 5 años, por lo que todo especialista debe recertificarse para mantener validez, sea a través de nuevos exámenes o acudir a actividades académicas que lo mantienen actualizado. El pago de estos exámenes, certificaciones y actividades académicas es lo que lleva a un profesionista a tener un costo alto en comparación a otras carreras.

Un médico certificado es el más preparado.

Por otro lado, existen los pseudo-especialistas o suplantadores de profesiones. Personas sin educación formal, sin experiencia en el campo clínico, sin conocimiento, pero sobre todo sin ética que, habiendo perdido toda decencia y respeto humano, se autoconvencen de ofrecer no solo ideas de desinformación, sino productos o procedimientos que no solo pueden ser inútiles y un robo, sino en ocasiones también producen lesiones y hasta muertes.

¿Cuál es la diferencia entre un tratamiento avalado y uno patito? Es la demostración y evidencia. Desafortunadamente hay muchos trucos, donde el más común es “la cadena de validación”. Significa que es posible que haya varias personas que digan que dichos tratamientos les han funcionado, pero un tratamiento avalado no se certifica por opiniones sino por varias estadísticas, revisadas y estandarizadas por órganos gubernamentales como lo es COFEPRIS.

Los médicos deben contar con cédula profesional, los especialistas con cédula profesional y de especialista. Estas se pueden consultar en el sitio del Registro Nacional de Profesionistas. Estas cédulas las avalan las instituciones educativas y las registra el gobierno. El problema es que existen “instituciones” mal avaladas, que crean planes de estudios no válidos y que emiten títulos y cédulas no válidas, y se terminan publicando con validez en Profesiones. Así es como se han creado “Maestrías” que por una parte obtienen cédula, pero que no tienen validez en el grado de Especialistas.

Asegúrate siempre de estar en manos de un especialista.

Los médicos especialistas certificados debes contar con dichas certificaciones vigentes, las cuales pueden encontrar en el sitio de CONACEM (Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas). Solo así se puede decir que un médico está totalmente calificado para indicar y/o realizar un tratamiento.

Así que, si tú o alguien cercano a ti está pensando en realizar un tratamiento o procedimiento con un “especialista”, asegúrense de que sea un médico certificado y que sea un tratamiento reconocido.

Y como dice el dicho, “Lo barato sale caro”.

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