El 14 de febrero se conmemora el día internacional de las cardiopatías congénitas desde 1999.
Las cardiopatías congénitas son problemas que se producen desde la formación del embrión. Para la semana cuatro de embarazo, cuando la mujer embarazada probablemente aún no sabe de su embarazo, el corazón del bebé ya se encuentra latiendo y está en sus primeras fases de desarrollo.
Para la semana ocho de la gestación el corazón ya se encuentra completamente desarrollado, ya sea que su formación haya sido perfecta o no. El desarrollo embrionario del corazón es muy complejo y delicado, así que múltiples factores tanto genéticos, ambientales, hereditarios, cromosómicos y sindrómicos pueden desviar su formación de lo normal.
Se conoce como cardiopatía congénita a todas aquellas alteraciones en la estructura cardíaca del corazón o de sus grandes vasos (arteria aorta o arteria pulmonar) que pueden repercutir de forma más leve o más grave en la función del corazón.
Las cardiopatías son los defectos congénitos más frecuentes, pueden ser desde defectos que no darán mayor repercusión para la vida posnatal, hasta defectos críticos que deben ser tratados quirúrgicamente al nacimiento o tan graves que no tienen tratamiento y producirán la muerte del recién nacido.
(Foto: canva)
La incidencia de la cardiopatía congénita es de aproximadamente 1 en 100 recién nacidos vivos, así que en nuestro país en donde nacen aproximadamente dos millones de recién nacidos, tenemos cerca de 20 mil bebés cada año que nacen con un defecto del corazón en México.
¿En qué momento pueden diagnosticarse las cardiopatías congénitas?
Existen tres momentos en los cuales este tipo de problemas pueden ser diagnosticados:
- En la vida fetal
Durante el embarazo pueden diagnosticarse, con manos expertas y con el equipo adecuado cerca del 90% de las cardiopatías que pondrán en riesgo la vida del recién nacido. Rutinariamente todos los fetos deben de pasar por estudios de tamizaje ultrasonográfico para detectar fetos con probables defectos de corazón o de los grandes vasos.
Todos los fetos deben de tener un estudio genético que se realiza de la semana 11 a 13.6 en donde pueden detectarse datos indirectos de un corazón anormalmente desarrollado.
Luego entre las 20 y 24 semanas se presenta una segunda oportunidad de detección de un defecto cardiaco en la evaluación estructural fetal, y posteriormente en el tercer trimestre de la gestación, durante el estudio de crecimiento y función placentaria que generalmente se realiza después de las 27 semanas y hasta el termino es la última oportunidad para detectar defectos antes de que el bebé nazca.
En todo feto en quien se sospecha una cardiopatía congénita debe realizarse un ecocardiograma especializado por un pediatra cardiólogo fetal que pueda establecer un diagnóstico preciso y programar el seguimiento y el plan de nacimiento.
- Al nacimiento
En México, desde hace tres años es obligatorio el tamizaje cardiaco neonatal que se realiza a través de la medición de la saturación de oxígeno del recién nacido; cuando la diferencia entre la saturación medida en la mano y en el pie del recién nacido tiene un determinado valor el bebé se cataloga con riesgo de cardiopatía congénita.
Después de esto debe ser evaluado por un cardiólogo pediatra para establecer si padece el problema o no y programar el manejo posterior.
- En los años posteriores
Existen un grupo de cardiopatías leves que no se podrán detectar prenatalmente ni tampoco al nacimiento, ya que se comportan inicialmente como leves o bien no darán síntomas hasta que el bebé sobrepase los 24 o los 36 meses, incluso hasta la adolescencia o la vida adulta.
(Foto: canva)
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Fetos con defectos genéticos
- Fetos con problemas en los cromosomas como Síndrome de Down
- Infecciones en el embarazo como Rubéola
- Diabetes materna
- Uso de alcohol o drogas en el embarazo
- Uso de medicamentos contraindicados en el embarazo
- Factores ambientales
- Enfermedades heredadas de los padres
- Uno de los padres o un hermano con cardiopatía congénita
- Edades de los padres menores a 18 años o mayores a 35
- Exposición materna a sustancias como solventes orgánicos o pesticidas
Sin embargo, más del 80% de los bebés que nacen con una cardiopatía congénita no tendrán ningún factor de riesgo identificable. Es por ello que el tamizaje de cardiopatías debe realizarse en cualquier momento en que la paciente se presente para evaluación fetal por ultrasonido (independientemente de que presente factores de riesgo o no).
El diagnóstico prenatal de cardiopatías congénitas salva vidas. Acude a ultrasonido con expertos en tamizaje cardiaco. O bien solicítale a tu médico que te envíe con alguien de su confianza para la evaluación de tu bebé.
Al nacimiento pregunta a tu pediatra si se realizó el tamizaje neonatal para cardiopatías en tu bebé, ya que es de carácter obligatorio en nuestro país.