ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA

Termoterapia y termoprofilaxis en el tratamiento contra Covid-19

La hipertemia moderada es una alternativa no farmacológica que puede seguir siendo eficaz aún con la aparición de nuevas variantes y especies de virus de RNA de cadena sencilla, como el SARS-COV-2

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Las técnicas bioquímicas y de biología molecular actuales permiten comprender con mayor detalle los procesos metabólicos, su expresión y regulación en condiciones de temperatura corporal normal (37 +0.5 °C), disminuida (hipotermia), o aumentada (hipertermia). Los estudios del transcriptoma o el proteoma han facilitado identificar simultáneamente el detalle de la expresión de cientos de proteínas en muestras pequeñas de tejidos o fluidos del organismo, cuando la temperatura corporal sufre cambios ligeros de apenas 1 a 2 °C.

La síntesis de algunas proteínas se afecta por dos mecanismos: 1) regulación del proceso de corte y unión de exones, con eliminación de intrones del mRNA, incluyendo la introducción de exones alternativos para la producción de nuevas proteínas; y 2) la producción de siRNA y de vsiRNAs que regulan la transcripción específica de algunos genes.

Particularmente, algunos genes de la respuesta inmune que expresan proteínas como los interferones, moléculas con actividad antiviral, y otras proteínas que participan en la presentación de antígenos, se incrementan con el aumento de la temperatura corporal a 38 y 39 °C en un periodo de 30 minutos a 3 horas. En cambio, la expresión de algunos genes de agentes infecciosos, como los del flagelo del protozoario Leishmania y los de algunos virus, se detienen completamente.

Los organismos endotérmicos, como la especie humana, poseen un sistema termorregulatorio que mantiene estable la temperatura corporal, conocido como “termostato” en el hipotálamo del cerebro, aunque el metabolismo y la actividad hormonal individual ejercen un sutil efecto sobre la termorregulación. De igual forma, algunas actividades conductuales, como el ejercicio y la dieta, pueden incrementar ligeramente la temperatura en 1 a 2 °C durante un periodo corto de tiempo.

Estos cambios se reflejan en una mejor capacidad del sistema inmune para dar respuesta a las enfermedades infecciosas, como ha sido el caso de la infección por el Coronavirus 2 (SARS-CoV-2), agente etiológico del COVID-19. En la reciente pandemia se hizo evidente que la edad avanzada resultó ser un factor de riesgo, al igual que varias condiciones proinflamatorias de salud como la obesidad, diabetes e hipertensión, en las cuales se modifica la temperatura corporal normal hasta en 1 a 2 °C.

Considerando las evidencias de menor replicación del virus SARS-CoV-2 y la mayor producción de interferones a las temperaturas de 38 y 39 °C, realizamos varios estudios durante la pandemia para encontrar las mejores condiciones de hipertermia moderada, con el uso de calor local y de nebulizaciones entre 38 y 42 °C sin causar daño a los tejidos de las personas con formas leves a moderadas de COVID-19 y con riesgo de progresar a formas graves y letales. En esta sesión se presentaron los resultados favorables de estas modalidades, disminuyendo significativamente la progresión de la enfermedad y reduciendo el número de infecciones y la gravedad en personas expuestas.

Las terapias con hipertermia local han demostrado su utilidad también en la erradicación de virus de RNA de cadena sencilla en vegetales infectados. La hipertermia moderada local tiene como ventajas su bajo costo y la ausencia de efectos adversos. Además, es una alternativa no farmacológica que puede seguir siendo eficaz aún con la aparición de nuevas variantes y especies de virus de RNA de cadena sencilla, como el SARS-COV-2.