En esta ocasión continuaremos respondiendo algunas de las preguntas planteadas en el artículo anterior.
- ¿Qué hay en el líquido amniótico?
- ¿El bebé come de la placenta y del líquido?
- ¿Si el bebé tiene el cordón en el cuello puede asfixiarse o morir?
- ¿Por qué si el bebé está flotando en el líquido no se ahoga?
- ¿Por qué se termina el líquido?
- ¿La placenta ya está envejecida?
- ¿El líquido sabe a lo que comí?
- ¿Si tomo mucha agua tendré más líquido?
- ¿Si el bebé se mueve mucho es más probable que se enrede en el cordón?
El líquido amniótico es producto de la orina del feto a partir de la semana 16 de la gestación. De tal forma, el feto orina líquido amniótico, pero el líquido amniótico no tiene las sustancias que tiene la orina de un recién nacido porque sus riñones no filtran desechos. Los desechos fetales se eliminan por la circulación de la placenta hacia la circulación de la mamá y ella los elimina por su orina.
Entonces, ¿qué hay en el líquido amniótico?, en el líquido amniótico hay agua, minerales, grasas, proteínas y glucosa. Estos componentes son muy importantes para el desarrollo de órganos fetales como el intestino y los pulmones. El bebé orina líquido amniótico y además lo deglute constantemente, de tal forma que hay una especie de reciclaje. El ciclo se repite una y otra vez, “lo orina y lo deglute” cada vez, y de esta forma se mantiene el equilibrio y el volumen adecuado del mismo.
(Foto: Profil_1.JPG: X.Compagnion derivative work: Bobjgalindo (talk), Liquido amniotico, CC BY-SA 3.0)
El feto no se alimenta del líquido, lo deglute para desarrollar y madurar sus órganos, principalmente intestino y pulmones. Sin riñones fetales no hay líquido amniótico y sin líquido amniótico los pulmones no se desarrollan y el recién nacido tendrá complicaciones graves.
Cuando los padres preguntan ¿Por qué el bebé no se ahoga en el líquido amniótico? la explicación es porque el feto no usa los pulmones para respirar, porque están llenos de líquido amniótico. El feto “respira” por la placenta constantemente, el intercambio de gases en la placenta a través de la mamá.
Las causas de que el líquido amniótico disminuya pueden ser muy variadas, principalmente por insuficiencia placentaria, hay un menor flujo sanguíneo al bebé y empieza a orinar menos, pero continúa deglutiendo al mismo ritmo y entonces disminuye la cantidad. Otra causa es cuando se rompe la bolsa amniótica, o cuando el feto tiene un problema renal como quistes.
El líquido amniótico no cambia de sabor con la alimentación materna, el líquido amniótico tiene un sabor salado, pero no tenemos información si el feto detecta el sabor o no.
Definitivamente la hidratación materna es muy importante para mantener un volumen adecuado de líquido, sin embargo las bebidas energizantes o sueros comerciales no son necesarias. Lo que necesita la mamá y el feto es suficiente agua natural.
(Foto: Pexels)
Una angustia persistente de los padres durante el embarazo es el hecho de que el feto se enrede en el cordón. El cordón es muy largo normalmente y el feto es muy pequeño, entonces entre menor es el feto es mucho más probable que se enlace en el cordón, es casi inevitable que el cordón se encuentre alrededor de alguna estructura fetal en algún punto del embarazo y eso no incrementa el riesgo de muerte fetal.
Es importante que el obstetra conozca si el cordón tiene una vuelta en el cuello para tomar previsiones en la vigilancia del trabajo de parto. El cordón en el cuello fetal no es una indicación para programar una cesárea y mucho menos para hacer nacer al bebé antes de tiempo.
Aproximadamente 4 de cada 10 recién nacidos que nacen por parto vaginal tienen el cordón en el cuello sin ninguna complicación.
(Foto: Pexels)
Bueno, ¿y la placenta envejecida qué significa? Otro motivo de angustia materna es este concepto. La placenta envejecida se describió en los años 60 y desde entonces se volvió popular el concepto. La placenta “envejece” normalmente conforme avanza el embarazo, y es normal encontrar calcificaciones placentarias por ultrasonido sin que el feto esté en riesgo.
Actualmente lo que debemos evaluar en el feto es: crecimiento, líquido amniótico y flujos sanguíneos placentarios de los vasos umbilicales fetales y cerebrales; de esa forma tenemos oportunidad de conocer los riesgos de asfixia fetal.
Nos falta la última entrega de este tema, pero espero que esta información sea de utilidad para ustedes y recuerden que ante cualquier duda es importante aclararla con sus médicos de confianza.