Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en nuestro país, ya que según el INEGI en su reporte preliminar del 2020 fueron más de 218 mil muertes, incluso por encima de la COVID-19 que registró 200 mil, siendo el infarto agudo del corazón el principal motivo.
El infarto agudo del corazón se debe a la obstrucción de las arterias coronarias que nutren el territorio cardiaco, conocida técnicamente como “aterosclerosis”; es una enfermedad progresiva debida al cúmulo de grasa dentro de las arterias, hasta que se complica con la presencia de un coagulo o trombo que impiden el flujo sanguíneo ocasionando el infarto en el territorio de la arteria obstruida; de manera que el tamaño del infarto depende del tamaño de la arteria obstruida, y de ahí, el tipo de complicaciones que se pueden presentar.
Por ello, es prioritario hacer el diagnóstico y tratar de abrir la arteria responsable del infarto lo antes posible, de preferencia en la primera hora (“hora dorada”) para evitar el daño, sea con un medicamento intravenoso que disuelve el coagulo o bien con una intervención con un balón y una mallita o “stent” para abrir mecánicamente la arteria.
(Foto: Pixabay)
Recientemente realizamos una combinación de ambas iniciando con el medicamento y entre 2 a 24 horas se hace el procedimiento mecánico, lo cual permite ganar tiempo y evitar las complicaciones que pueden ir desde la insuficiencia cardiaca, arritmias, bloqueos que ameriten marcapaso, insuficiencia valvular, algunas combinaciones de estas o incluso la muerte.
El protocolo de atención de urgencias “Código Infarto”, generado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha permitido establecer acciones multidisciplinarias para hacer el diagnóstico en menos de 10 minutos en pacientes que se presentan en los servicios de Urgencias, y tratarlo con el medicamento intravenoso en menos de 30 minutos o en hospitales con sala de hemodinamia, donde se realiza el procedimiento con el balón y mallita o “stent” (“angioplastia”) en menos de 90 minutos.
https://twitter.com/sumedico/status/1478057760176672771
Desde sus inicios en 2015 se han incluido más de 36 mil pacientes, se mejoró el tratamiento para abrir las arterias en más del 45% y se redujeron los tiempos significativamente, tanto para la aplicación del medicamento intravenoso para disolver al coagulo como en la realización del procedimiento en las salas de hemodinamia o ambas estrategias, que además nos permite hasta 24 horas para resolver la obstrucción y que actualmente nos permite tener la menor mortalidad con 3.9% y 7.7% en promedio con Código Infarto, comparado con el escenario previo a su implementación que era del 21.8% (64.6% menos), alcanzando los promedios de la OCDE en 2019 (6.5%).
Los principales factores de riesgo para la obstrucción de las arterias coronarias son 7:
- Hipertensión arterial
- Diabetes
- Colesterol alto
- Tabaquismo
- Obesidad o sobrepeso
- Estrés
- Herencia
(Foto: Pixabay)
La mayor parte de ellos se pueden prevenir o evitar llevando un estilo de vida saludable, en cuanto al ejercicio (caminar al menos 30 minutos 5 días de la semana), alimentación adecuada en cantidad, calidad y horarios, evitar fumar, manejar el estrés e identificar los factores de riesgo como: hipertensión, diabetes y colesterol alto, para llevar el control adecuado en sus unidades médicas.
Código Infarto es un protocolo estandarizado en las 35 representaciones del IMSS en todo el país y que hoy ha permitido salvar cerca de 6 mil vidas, gracias a la participación multidisciplinaria en los servicios de Urgencias, capacitación de médicos y médicas de primer contacto, así como mejor comunicación y principalmente, con la priorización en el diagnóstico y tratamiento.