La leche debe mantenerse en refrigeración una vez que abrimos el envase, pero hay que tener cuidado del lugar en el que se coloca, pues no todo el refri enfría de la misma forma. Hoy te diremos las razones por las que nunca deberías guardar la leche en la puerta del refrigerador.
La forma en que distribuyes los alimentos en el refrigerador es clave para que se conserven mejor y es que no se trata de dejarlas en el lugar donde sea más fácil agarrarlas, sino buscar que cada producto se mantenga a la temperatura adecuada.
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De acuerdo con la tecnóloga de alimentos, Alba Ramírez, el orden que tenemos en el refrigerador nos permite ahorrar tiempo y dinero, pues se evita el desperdicio de alimentos y aprovechamos bien la distribución del frío de cada zona del aparato.
La experta detalla que la parte de abajo del refrigerador es la más fría y conforme vamos subiendo, el frío será menor.
¿Por qué no guardar la leche en la puerta del refrigerador?
Una de las principales creencias que existen actualmente es que tanto la leche como los huevos deben ir en la puerta del refrigerador, pero eso es totalmente falso.
Al respecto, Ramírez detalla para ABC que tanto la leche como los huevos tienen que estar bien conservados en un lugar frío, donde no sufran cambios de temperatura, lo que no ocurre al guardarlos en la puerta del refri.
“Al abrir y cerrar la puerta, se producen oscilaciones que pueden comprometer la seguridad alimentaria de los huevos y la leche”, aclara la experta.
De manera que nunca debemos guardar la leche y el huevo en la puerta del refri debido a que es la parte menos fría del aparato y está sometida a constantes cambios de temperatura, lo que perjudica estos alimentos delicados.
¿Qué debemos guardar en la puerta del refrigerador? Esta zona debe estar destinada únicamente para guardar artículos con conservantes, como la mostaza, mayonesa, salsas en bote, mermeladas y juegos. También se pueden colocar botellas de agua, vino y refrescos.
¿Dónde se debe guardar la leche?
La mejor parte del refrigerador para guardar la leche es en el estante medio o más abajo del refrigerador, pues es la zona más fresca. Ahí mismo deben guardarse también yogurts, natillas y otros lácteos.
Otra parte donde se puede guardar la leche es justo en la zona encima del cajón de verduras, ya que es muy fresco y se mantiene una temperatura fría.
Recuerda que distribuir de forma correcta los alimentos en el refrigerador es tan importante como mantener limpio el espacio y a una temperatura adecuada.
Otros errores en el refrigerador
Poner la leche y el huevo en la puerta del refrigerador es solo uno de los muchos errores que suelen cometerse al guardar los alimentos.
Por ejemplo, los productos frescos y crudos, como la carne o el pescado, deben guardarse en la zona arriba del cajón destinado a las verduras o si es posible, meterlos en ese cajón envuelto en una bolsa de plástico para evitar el goteo en caso de que estén congelados y se contaminen otros alimentos.
Los alimentos cocinados, como las sobras del día, así como los embutidos, deben colocarse en el estante superior.
Las verduras deben meterse al cajón de verduras, de preferencia en una bolsa de plástico o en su envoltura original si ya van empaquetados. Las hierbas aromáticas van ahí también.
También es importante tener en cuenta que hay alimentos que no se deben meter al refrigerador, como el café, pan, jitomates, aguacate y frutas tropicales como plátano, piña y papaya, ya que no están acostumbradas a temperaturas por debajo de los 10 grados.
Las cebollas tampoco conviene meterlas al refrigerador, porque se reblandecen y germinan, a menos que se trate de los cebollines.
Por último, recuerda que el congelador es un gran aliado para ahorrar y evitar el desperdicio de alimentos, así que aprovéchalo para guardar ahí carne o pescado.
(Con información de ABC, La Vanguardia)