La alimentación con restricción horaria implica un ciclo regular de 24 horas de comer y ayunar, con comidas, snacks y bebidas azucaradas estrictamente limitados a la misma ventana de 8-10 horas cada día.
La alimentación con restricción horaria es una forma de ayuno intermitente en el que las personas pueden comer lo que quieran durante un periodo de 8 a 10 horas y el resto del tiempo deben ayunar.
Entre los beneficios demostrados de la dieta se incluyen mejoras en el sueño, el sobrepeso y la obesidad, la regulación de la glucosa en sangre, la función cardiaca y la salud intestinal.
Este tipo de ayuno intermitente tiene efectos antienvejecimiento y anticancerígenos
Pero ahora, un estudio reciente en ratones ha descubierto que este tipo de ayuno intermitente afecta a la expresión de genes en múltiples tejidos, incluidos el intestino y el cerebro y que además puede promover la longevidad y tener efectos contra el cáncer.
(Foto: Especial)
Los resultados abren la puerta a estudiar más de cerca cómo este tipo de ayuno intermitente activa genes implicados en enfermedades específicas, como el cáncer, dijo el doctor Satchidananda Panda. El estudio fue publicado en Cell Metabolism.
Una revisión de 2022 indicó que los estudios en humanos sugieren que los beneficios para la salud de la alimentación con restricción horaria incluye mejoras en la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. La dieta también puede mejorar el sueño y la salud mental.
La alimentación con restricción alimentaria modificó el 80% de los genes de ratones
Además, otro estudio reciente en ratones ha descubierto que este patrón alimentario puede tener incluso efectos anticancerígenos. También se encontró que los beneficios de la alimentación con restricción horaria son los mismos independientemente de las calorías que se consuman en el periodo de 8 a 10 horas.
Para el presente estudio, los investigadores permitieron a un grupo de ratones comer cuando quisieran, mientras que un segundo grupo sólo tuvo acceso a la comida durante un periodo de 9 horas.
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Ambos grupos comieron el equivalente a una dieta occidental y consumieron el mismo número de calorías en total. Al cabo de 7 semanas, los investigadores tomaron muestras de 22 órganos y regiones cerebrales cada 2 horas durante un periodo de 24 horas.
En comparación con el grupo de control, la alimentación con restricción horaria modificó el ritmo al que los genes generan proteínas o la actividad rítmica de alrededor del 80% de todos los genes de ratón.
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(Con información de Medical News Today)