Lavar los trastes puede ser más que una obligación doméstica, puesto que estudios revelan que hacerlo con atención plena reduce el estrés, mejora el ánimo y promueve el bienestar mental.
La idea de que un quehacer como lavar los trastes pueda tener un valor terapéutico puede sonar algo tonto. No obstante, esta conducta se alinea con principios de prácticas de meditación. Lejos de ser solo una obligación doméstica, lavar los trastes puede transformarse en una actividad que fomente la calma mental, la reducción del estrés y una mayor conexión con el presente.
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Para muchos, lavar los trastes es una tarea cotidiana poco agradable. Sin embargo, investigadores de la salud mental han encontrado que esta actividad puede convertirse en una forma de terapia si se realiza con atención plena. Aquí en Sumédico te explicamos.
La salud mental en las actividades diarias del hogar
Un estudio publicado por la Universidad Estatal de Florida, en Estados Unidos, encontró que quienes lavaban los trastes enfocándose en la experiencia —la temperatura del agua, el olor del jabón, el tacto de los utensilios— reportaban una reducción del 27% en sus niveles de nerviosismo y un aumento del 25% en el sentimiento de inspiración.
1. Reduce el estrés
La concentración en los movimientos repetitivos y el contacto con el agua tibia pueden relajar el sistema nervioso, ayudando a disminuir la tensión acumulada durante el día.
2. Fomenta la atención plena
Transformar esta actividad en un ejercicio que ayuda a enfocarse en el momento presente, reduciendo pensamientos intrusivos y preocupaciones.
3. Mejora el estado de ánimo
El estudio citado anteriormente mostró que esta práctica aumenta la sensación de bienestar y calma, favoreciendo un mejor ánimo después de realizar la tarea.
4. Crea sensación de logro
Completar una tarea sencilla pero visible, como dejar la cocina limpia, puede proporcionar una gratificante sensación de control y orden, lo que contribuye al bienestar emocional.
5. Favorece la desconexión mental
Lavar los trastes puede ser un momento para “pausar” las exigencias del día y permitir que la mente descanse de la sobreestimulación constante. El estudio fue realizado en 51 estudiantes universitarios, con respectivos grupos de control.
"Tras realizar un estudio con 51 estudiantes, los investigadores descubrieron que quienes lavaban los platos con atención plena (aquellos que se concentraban en el olor del jabón, la temperatura del agua y la textura de los platos) reportaron una disminución del nerviosismo del 27 % y un aumento del 25 % en la inspiración mental", explica el documento.
Los beneficios de la tarea residen en la atención plena. En lugar de realizar la tarea de forma automática mientras nuestra mente divaga, se trata de involucrar activamente todos nuestros sentidos y prestar atención a cada aspecto de la experiencia:
- Siente la temperatura del agua en tus manos, la textura de la esponja, el deslizamiento del jabón. Percibe el sonido del agua corriendo y el rechinar de los platos. Observa los colores y formas de los utensilios. Esto ayuda a la relajación
- También puedes prestar atención a tu respiración mientras realizas la tarea. Siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, y permite que tu respiración te ancle al momento presente.
- Es natural que la mente divague. Cuando notes que tus pensamientos se van hacia el pasado o el futuro, o que surgen emociones, simplemente obsérvalos sin juzgar. Luego, suavemente, redirige tu atención a la tarea que estás realizando.
- Incluso, puedes establecer un pequeño ritual antes de empezar, como tomar una respiración profunda o establecer una intención de estar presente durante la tarea.
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