Fumar puede incrementar tu riesgo de demencia porque causa problemas del sistema vascular (los vasos sanguíneos y el corazón) y el daño en estos se ha relacionado con dos de las formas más frecuentes de demencia: la demencia vascular y el Alzheimer.
Algunas personas se dan cuenta de que el tabaquismo les hace daño y reducen el consumo de cigarros, pero otras, aunque saben lo mal que les hace, no pueden dejarlo.
Por ello, un grupo de expertos se dio a la tarea de ver si la reducción en el consumo de cajetillas puede disminuir el riesgo de demencia o no.
Dejar de fumar o reducir el consumo de cigarros, ¿Qué ayuda con el riesgo de demencia?
La investigación fue realizada por elementos de la Seoul National University College of Medicine y en palabras de los expertos reducir el consumo de cigarrillos no basta para reducir el riesgo de demencia, se necesita dejar por completo el vicio.
¿Por qué lo dicen? Porque pudieron ver que la reducción en el consumo de cigarro se encontraba asociado con mayor riesgo de demencia en comparación con las personas que mantuvieron su hábito de fumar.
Dejar el cigarro en su totalidad, por su parte, se relacionó con un menor riesgo de demencia cuando se hizo la comparación con aquellos que tenían tabaquismo descontinuado.
“Nuestros descubrimientos indican que se debe enfatizar el abandono del hábito de fumar en lugar de la reducción para disminuir la carga de demencia”, mencionan los expertos.
Su planteamiento no está tan alejado de la realidad. La Alzheimer’s Society de Reino Unido informa que el consumo de tabaco fue uno de los 12 factores de riesgo modificables que se destacaron en la Comisión Lancet de 2020 sobre el riesgo de demencia.
En general, menciona esta sociedad, las revisiones sistemáticas han estimado que fumar les da a las personas entre un 30% y un 50% más de riesgo de desarrollar demencia.
Los factores de riesgo de demencia que son considerados modificables, apunta Mayo Clinic, son:
- Dieta y ejercicio
- Consumo excesivo de alcohol
- Factores de riesgo cardiovascular
- Depresión
- Diabetes
- Tabaquismo
- Contaminación del aire
- Traumatismo craneal
- Alteraciones del sueño
- Deficiencias vitamínicas y nutricionales
- Medicamentos