Una nueva investigación publicada en el journal Neurology señala que las personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares tienen un mayor riesgo de demencia que la gente sin estas afecciones.
De acuerdo con investigadores de la Academia Estadounidense de Neurología y la Universidad de Umea (Suecia), la trayectoria acumulativa del riesgo cardiovascular predice el riesgo de demencia y se encuentra asociada con la aparición del deterioro de la memoria.
Riesgo de demencia y antecedentes cardiovasculares: ¿Cuál es la relación?
De acuerdo con los expertos, los factores de riesgo cardiovascular tienen una asociación con el deterioro cognitivo y la demencia recientemente establecida, sin embargo, la mayoría de las investigaciones anteriores analizan esta asociación por medio de formas en las que no se puede comprender la dinámica del riesgo en su totalidad.
Por ello, se decidió explorar cómo la trayectoria en curso del riesgo cardiovascular repercute en la demencia posterior y el riesgo de demencia, teniendo como hipótesis que una acumulación acelerada y a largo plazo de riesgo cardiovascular es más dañino para los resultados del estado de la salud mental y de demencia que un riesgo cardiovascular que se encuentra estable.
¿Cuáles son los factores de riesgo cardiovascular?
El portal “Ada”, de la Comisión Europea, menciona que los factores de riesgo cardiovascular son:
- edad
- historial familiar
- etnicidad
- sexo
- altos niveles de colesterol “malo”
- estatus socioeconómico
- hipertensión
- diabetes
- tabaquismo
- inactividad física
- sobrepeso
- dieta inadecuada
New Study Published in @GreenJournal: Faster Accumulation of Cardiovascular Risk Factors Linked to Increased Dementia Risk. https://t.co/lbX7qLfvJe#AANscience #Neurology #Dementia pic.twitter.com/Egcnd9aTKN
— AAN (@AANMember) April 20, 2022
Los hallazgos del estudio sobre el riesgo de demencia y los antecedentes cardiovasculares
Este enfoque sobre los factores de riesgo cardiovascular y el deterioro cognitivo ya había sido abordado por la Alzheimer Association, que en julio de 2021 alertó el hecho de que una mayor carga de riesgo cardiovascular estaba asociada con un mayor riesgo de demencia por y sin enfermedad de Alzheimer.
“Además de las lesiones vasculares, la carga elevada de riesgo cardiovascular también puede provocar modificaciones neurodegenerativas en el cerebro”, mencionó dicha asociación.
Los investigadores de la Universidad de Umea y la Academia Estadounidense de Neurología describen que en el 60% de la muestra de los 1244 participantes, el riesgo cardiovascular se incrementó moderadamente con el tiempo, se pudo ver un aumento acelerado en el 18% de las personas y una modificación mínima en el 22% de los participantes.
Por otra parte, una trayectoria de riesgo cardiovascular acelerada predijo un mayor riesgo de demencia por Alzheimer o demencia vascular y se asoció con un mayor riesgo de deterioro de la memoria, a diferencia de una estable, que pareció aminorar parcialmente el riesgo de demencia por este padecimiento.
“La trayectoria acumulativa del riesgo cardiovascular predice el riesgo de demencia y se encuentra asociada con la aparición de deterioro de la memoria. Por ello, la práctica clínica puede beneficiarse al dirigir las intervenciones hacia aquellas personas que tienen un riesgo cardiovascular acelerado”, concluyeron los especialistas.