PREMIO NOBEL DE MEDICINA

¿Quiénes son Katalin Karikó y Drew Weissman, ganadores del Nobel por las vacunas contra covid?

Katalin Karikó y Drew Weissman fueron galardonados con el premio Nobel de Fisiología o Medicina por su aportación en el desarrollo de las vacunas contra covid

Créditos: EFE
Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

La pandemia de covid-19 puso al mundo totalmente de cabeza por tratarse de un virus nuevo, desconocido y contra el que la humanidad se encontraba desarmada. La ciencia ayudó a combatir al Sars-CoV2 y los nombres de Katalin Karikó y Drew Weissman quedaron bajo los reflectores por sus investigaciones, que fueron clave para evitar más muertes y enfermedad grave gracias a las vacinas de ARN mensajero. 

Es justamente el desarrollo de este tipo de vacunas de ARN mensajero contra la covid lo que hizo que Katalin Karikó y Drew Weissman fueran galardonados con el premio Nobel de Fisiología o Medicina por su aportación a la ciencia, a la salud y a la humanidad que fue crucial para hacer frente a la pandemia. 

El jurado del premio Nobel determinó otorgar el reconocimiento a ambos investigadores “por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARN mensajero eficaces contra la covid-19?. 

“Los descubrimientos de los dos premios Nobel fueron fundamentales para desarrollar vacunas de ARNm eficaces contra la COVID-19 durante la pandemia que comenzó a principios de 2020. A través de sus descubrimientos innovadores, que han cambiado fundamentalmente nuestra comprensión de cómo interactúa el ARN mensajero con nuestro sistema inmunológico, los galardonados contribuyeron a la tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas a la salud humana en los tiempos modernos”, señaló el jurado, de acuerdo con el diario El País

Drew Weissman, ganador del premio Nobel de Medicina. Foto: EFE

De esta manera, Karikó y Weissman se convirtieron en los premios Nobel número 28 y 29 afiliados a la Facultad de Medicina Perelman y se unen a nueve premios Nobel anteriores con vínculos con la Universidad de Pensilvania que ganaron el Premio Nobel de Medicina.

Casi tres años después del lanzamiento de las vacunas de ARNm en todo el mundo, Katalin Karikó , profesora adjunta de neurocirugía en la Facultad de Medicina Perelman de Penn, y Drew Weissman, profesor de investigación de vacunas de la familia Roberts en la Facultad de Medicina Perelman, recibieron el premio Nobel. 

De acuerdo con la Universidad de Pensilvania, la historia de estos premios Nobel comenzó con un encuentro casual a finales de la década de 1990 mientras fotocopiaban trabajos de investigación, Karikó y Weissman comenzaron a investigar el ARN mensajero como posible tratamiento terapéutico. 

En 2005, publicaron un descubrimiento clave: el ARN mensajero podría modificarse y administrarse eficazmente en el cuerpo para activar el sistema inmunológico protector del cuerpo. Las vacunas basadas en ARN mensajero provocaron una sólida respuesta inmune, incluidos altos niveles de anticuerpos que atacan una enfermedad infecciosa específica que no se había encontrado previamente. A diferencia de otras vacunas, no se inyecta ni es necesario en ningún momento un virus vivo o atenuado.

Karikó y Weissman se conocieron en 1990 y comenzaron a trabajar en el ARN mensajero. Foto: Universidad de Pensilvania. 

Katalin Karikó defendió el ARN mensajero, aunque no creían en ella  

Katalin Kariko dedicó su vida a la investigación del ARN mensajero porque ella tenía la firme convicción de que esto le permitiría curar enfermedades, a pesar de que los demás no creían en ella  ni en su trabajo. Finalmente el tiempo y la pandemia de covid le terminaron dando la razón. 

En una entrevista publicada en diciembre de 2020 en The Telegraph, Katalin Karikó declaró: “Siempre disfruté trabajando, imaginé todas las enfermedades que podría tratar". Su redención llegó cuando Pfizer-BioNTech y Moderna desarrollaron vacunas contra covid con base en ARN mensajero, que fueron las primeras que se aplicaron a la población en la pandemia. 

Esta tecnología no se había utilizado antes en el desarrollo de vacunas, aunque la científica de origen húngaro ya sabía que tenían un gran potencial para diversos padecimientos.  Karikó relató al diario británico The Telegraph que llevaba 40 años explorando sin descanso cómo las moléculas monocatenarias del código genético podrían usarse para tratar afecciones que van desde accidentes cerebrovasculares y cáncer hasta la influenza. 

Katalin Karikó, ganadora del premio Nobel de Medicina. Foto: EFE

Pero el camino no fue sencillo, ya que en este tiempo fue víctima del profundo escepticismo de sus compañeros científicos, de innumerables rechazos de subvenciones gubernamentales y hasta se vio en riesgo de ser deportada; sin embargo, la especialista se aferró a su investigación. 

"Sí, me humillaron bastante, pero ahora puedes ver que tenía razón todo el tiempo. Todo está bien. Me encanta mi trabajo y sigo creyendo en todas sus posibilidades. Estoy tan feliz de haber vivido lo suficiente para ver que mi trabajo da frutos", declaró Karikó a The New York Post. 

El artículo que Karikó publicó  en 2005 abrió el camino para la vacuna contra el covid-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech,  la empresa alemana a la que se unió en 2013, pero también para la que elaboró Moderna, que son las que van más avanzadas en esta carrera para inmunizar a la población mundial. 

¿Qué es el ARN mensajero

El ácido ribonucleico mensajero, ARN mensajero fue descubierto por primera vez en 1961, las vacunas que tienen esta característica son diferentes a las otras que se utilizan,  ya que envían un conjunto de instrucciones a las células que las activa, para combatir enfermedades. 

De acuerdo con el National Human Genome Research Institute el ARN mensajero es un tipo de ARN de cadena única que participa en la síntesis proteica. Se genera a partir de una plantilla de ADN durante el proceso de transcripción.

La función principal del ARN mensajero es transportar la información sobre las proteínas desde el ADN en el núcleo de la célula hasta el citoplasma de la célula, donde la maquinaria productora de proteínas lee la secuencia del ARN mensajero y traduce cada codón de tres bases en su aminoácido correspondiente en una cadena proteica en crecimiento.