La doctora Sandra Muñoz López es reumatóloga y se ha enfrentado a muchos retos, aunque sin duda el más impactante ha sido estar al frente de un equipo de médicos para hacer una estrategia para la atención covid que salvó muchas vidas.
Hoy es presidenta de la Sociedad Médica del Centro Médico Nacional 20 de noviembre y del Consejo Mexicano de Reumatología y junto con la doctora Marisela Escarella, estuvo a cargo de la estrategia covid del hospital.
Se unieron otros compañeros médicos de diferentes especialidades, encabezados en ese momento por el doctor Alfredo Merino Rajme.
Surgió un gran compañerismo en la atención covid
“Realmente fue una experiencia muy impactante. Por un lado, ver el gran compañerismo que surgió en el hospital, la gran camaradería entre todos los compañeros que nos quedamos en el momento del inicio de la pandemia. Era común saludarnos, ver cómo estábamos porque a todos nos preocupaba no infectarnos”, cuenta la experta en entrevista con SuMédico.
No solamente en el área médica surgió el gran compañerismo, indica Muñoz, también con el personal paramédico, de enfermeras, de trabajo social, camilleros, personal de limpieza y de nutrición, por mencionar algunos.
Por otro lado, en la parte de atención a los pacientes infectados, con el apoyo del ex director del CMN 20 de noviembre, el doctor Merino, se hicieron muchas cosas en toda la estrategia covid, lo que los convirtió en el hospital líder a nivel nacional en la estrategia covid.
“Juntamos un promedio de 28 especialistas de diferentes especialidades, desde hematología, reumatología, medicina Interna, neumología, cardiología, de terapias intensivas, nefrología, rehabilitación, entre muchas otras”, recuerda con emoción la experta.
El trabajo en equipo fue clave en la estrategia covid
Del 2017 al 2021 Muñoz estuvo en la jefatura de División de Medicina Especializada del CMN 20 de noviembre y fue cuando empezó todo lo de covid, un reto muy fuerte, según relata.
La experta asegura que los médicos de distintas especialidades del hospital se reunían los domingos, donde tanto ella como la doctora Escarella coordinaban las sesiones para ver qué había de nuevo de tratamiento, qué les podían ofrecer a los pacientes.
{"field1":"“En algún momento presentamos flujogramas de tratamientos, con pasivos, porque no había ningún tratamiento hasta ese momento”, destaca. ","field2":""}
“Nos aseguramos de que desde que el paciente estaba en el triage, los responsables o coordinadores decidieran, de acuerdo a las condiciones del paciente, si ingresaba o no. Si ingresaba el paciente a hospitalización, se le tomaba tomografía y pruebas de laboratorios”, relata.
Muñoz señala que inclusive médicos del área de Medicina Interna bajaban a supervisar el área del triage para ya iniciar algunos tratamientos, ver evolución, complicaciones o que el paciente no se descompensara.
{"field1":"“Valorábamos el estado de salud general del paciente, si tenía pie diabético o era hipertenso, para tratar de disminuir la mortalidad”, indica. ","field2":""}
Lo que más atesora la reumatóloga es que, según sus palabras, se hizo una comunicación muy bonita entre el área de triage y de medicina interna, que es donde ella estuvo, así como del área de las terapias intensivas.
“Con la coordinación excelente por parte de las autoridades formamos no solamente ese flujograma de tratamiento, formamos flujogramas para anticoagulación por las trombosis que se presentaban y de rehabilitación”, asegura.
Se dio seguimiento a pacientes vía call center
Debido a la baja disponibilidad de camas, Muñoz cuenta que se hizo un check list para detectar pacientes que no estaban tan complicados y que estaban en condiciones de poder ser egresados tempranamente con 3 o 4 días después de haber tenido la neumonía.
Sin embargo, detalla que a estos pacientes no los dejaron simplemente ir a casa, se les dio seguimiento en su atención a través de un call center atendido por compañeros del hospital que estuvieron al pendiente de los pacientes durante 5 o 7 días más hasta que se recuperaran.
Estos mismos compañeros de call center veían a los pacientes que fueron egresados pero que habían estado intubados o graves, que inclusive tenían traqueostomías o algunas complicaciones.
“Se formó en el área de Medicina Interna una especie de pirámide donde estaban coordinadores y supervisores que hacían los enlaces entre terapia intensivas, medicina interna y el área de triage", cuenta.
A su vez, en ala del hospital que van de 18 a 22 camas, había jefes de sector que principalmente eran médicos especialistas con áreas afines a Medicina Interna.
También compañeros que trabajaban en áreas de pediatría, ginecología, cirugía, genetistas, en fin, un sinnúmero porque llegaron a ser de 6 a 8 sectores más o menos, recuerda la experta.
Los residentes también apoyaron mucho a toda la estrategia y han seguido apoyando, agrega.
Había mucho miedo de infectarse y fatiga
Para Muñoz, era muy satisfactorio ver todo lo que hacían sus compañeros para abatir la mortalidad por covid, para que los pacientes estuvieran bien y para verlos egresar si estaban hospitalizados.
No obstante, también había mucho miedo de que se pudieran infectar, además de mucho cansancio y fatiga.
“Por ello, la doctora Luci Ledesma, implementó una estrategia para disminuir el estrés en los médicos con su perrito pug llamado Harley “el tuerto” que muchos conocen bien porque usaba sus botitas y todo su equipo de protección contra el covid. Todos convivíamos con la mascota para reducir el estrés”, detalla.
El área de psiquiatría también implementó robots para terapias y las trabajadoras sociales hacían videollamadas para estar muy pendientes de los pacientes. “Tratamos de ver siempre por el bienestar de ellos”, menciona.
Aunado a ello, Muñoz destaca que el personal de enfermería y de otras áreas echaba porras a los pacientes y estaban siempre pendientes.
{"field1":"“En nutrición, cuando les mandaban sus alimentos, veíamos servilletas con mensajes que decían ‘ánimo ustedes pueden’, entonces realmente fue muy importante toda esta estrategia, fue un impacto para mí y un honor poder coordinarlo”, dice. ","field2":""}
Por instrucción del doctor Merino, también se formó la Clínica Covid que fue de las primeras clínicas especializadas que hubo en la Ciudad de México.
“Fue impactante ver a compañeros que antes saludabas, ahora con neumonía”
Otra experiencia importante para la doctora Muñoz ocurrió en el sector 3 del CMN 20 de noviembre, que es de Oncología pero que se reconvirtió en área covid para el personal del propio hospital que se infectara y no solo médicos, también de administración, de trabajo social, de intendencia, todos.
“Fue impactante atender esa área y ver a compañeros que antes saludabas, con una neumonía y que no sabes cómo va a ser su evolución, te impacta mucho al principio, sales deprimido, pero tienes que dar lo mejor de ti” recuerda.
Cuando se daba de alta alguno, Muñoz cuenta que les hacían una despedida con pancartas y porras.
“Les decían ‘estamos contigo, ya te vas a tu casa a seguir tu recuperación, nos vemos de regreso en el hospital’, realmente eran momentos muy emotivos y que te daban fortaleza para apoyar a los que continuaban en la batalla de covid”, dice orgullosa.
Afortunadamente fueron pocas las defunciones de compañeros hospitalizados, asegura la reumatóloga y de los que llegaron a fallecer la mayoría eran médicos que estaban en resguardo, no estaban en la estrategia covid.
{"field1":"“En los que nos quedamos, si hubo algunas infecciones, pero ninguno llegó a fallecer”, destaca. ","field2":""}
Creció en una familia de médicos
El amor por la medicina de la doctora Muñoz empezó desde que era una niña, pues asegura que prácticamente creció en una familia de médicos.
“Tengo tíos que son anestesiólogos o que trabajan como médicos internistas y que laboran en diferentes áreas de la medicina. También tengo una tía que es enfermera, otra que es odontóloga y mi hermano es químico", destaca.
{"field1":"\"Básicamente, crecí en el área médica y desde chiquita me llevaban al hospital, por eso siempre me ha gustado ayudar a la gente y contribuir a su bienestar”, relata. ","field2":""}
La doctora Muñoz López estudió medicina en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y asegura que su familia le ha apoyado siempre, dándole consejos y apoyándole a estudiar los temas más complejos de la medicina, como anatomía.
Los pacientes con problemas reumáticos afrontan muchos retos
Después estudiar medicina, la ahora reumatóloga presentó el examen nacional de residencias y empezó a estudiar medicina interna en el Hospital La Raza en la Ciudad de México. Después de 2 años empezó una subespecialidad en reumatología porque vio que había muchos pacientes con problemas reumatológicos, así como con enfermedades como lupus y artritis reumatoide.
{"field1":"“Me llamaron mucho la atención las patologías sistémicas, los retos diagnósticos que tienen que enfrentar estos pacientes y la vigilancia que requieren, porque sufren daños en diferentes órganos”, detalla. ","field2":""}
Por la complejidad de estas enfermedades, Muñoz indica que los médicos que los atienden, incluyéndose, deben estar a la vanguardia y estudiando para dar un buen diagnóstico y tratamiento.
Cuando se habla de reumatología pensamos que se trata de personas grandes y articulaciones, pero no, la experta destaca que esta especialidad va más allá, pues tiene que ver mucho también con males en personas jóvenes y en edades reproductivas que pueden desarrollar artritis reumatoide, lupus u otros síndromes.
En México, la reumatología va a la vanguardia, pero falta investigación
Al terminar la residencia de reumatología en el CMN 20 de noviembre, la doctora Muñoz estudió dos años enfermedades autoinmunes en Barcelona y asegura que fue su primera experiencia ya como especialista en reumatología.
{"field1":"“Estuve en el Hospital Clínico de Barcelona y me di cuenta de que la educación que llevan ellos, específicamente en reumatología, se dedica mucho a la investigación”, indica. ","field2":""}
“También vi que lo que practiqué en el Centro Médico Nacional 20 noviembre en cuestión del abordaje de los pacientes y del tratamiento es muy similar porque afortunadamente en México la reumatología va a la vanguardia al igual que en Europa o en Estados Unidos”, agrega.
Poder conocer a otros colegas fue una buena experiencia para Muñoz, de mucho trabajo, aprendizaje y, sobre todo, de riqueza cultural al estar con personas de diferentes países.
Sin embargo, en cuestión de investigación la doctora se percató de que nos quedamos un poco atrás, lo que le hizo pensar en por qué ellos publican tanto y nosotros no.
{"field1":"“Al final ellos hacen trabajos colaborativos, hacen uniones con otros países y hospitales para tener más pacientes y hacer más estudios y publicaciones, algo que aquí nos falta”, señala. ","field2":""}
Desde su experiencia, a veces el trabajo llega a consumir tanto al grado de que se deja a un lado la investigación y se dedican únicamente a la atención del paciente; sin embargo, sabe que es importante empezar a complementar con investigación.
{"field1":"“En México no hay grandes estudios por la poca comunicación que hay entre diferentes hospitales, no tenemos tantos trabajos colaborativos como se debería”, lamenta. ","field2":""}
Desde su punto de vista, falta hacer trabajos entre diferentes instituciones para incrementar el número de pacientes en los estudios y que lo trabajos tengan más peso estadístico.
"Las publicaciones científicas de extranjeros atraen más o están en revistas de gran impacto por esos trabajos colaborativos”, indica.
“Diariamente nos enfrentamos a retos diagnósticos”
Cuando regresó a la Ciudad de México le invitaron a unirse a un grupo en el 20 de noviembre y comenzó como médico adscrito.
“Llevo ya varios años, a partir del 2012 empecé a trabajar en el Servicio de Reumatología y al ser un hospital del Alta Especialidad del ISSSTE diariamente nos enfrentamos a retos diagnósticos y terapéuticos, a evoluciones que no ocurren como queremos en los pacientes”, relata.
Particularmente en el servicio de Reumatología, el principal reto, según la experta, es que cada día deben ser mejores personas y médicos para los pacientes, pero también buenos especialistas y reumatólogos, siempre a la vanguardia estudiando cursos. “Todos estos años han sido una experiencia muy bonita para mí”.
Presidenta de la Sociedad Médica del CMN 20 de noviembre y del CMR
En enero de 2022 Muñoz tomó la presidencia de la Sociedad Médica del Centro Médico Nacional 20 de noviembre, donde se tienen expertos de diferentes áreas del hospital.
“Ya hemos hecho caminatas por la salud, inclusive con nuestro amigo Harley que nos acompañó. También hemos hecho eventos culturales, seguimos con toda la parte científica, organizando muchas sesiones, congresos y apoyando a nuestros compañeros, que es nuestra finalidad”, destaca.
Por otra parte, en marzo de 2020, la reumatóloga tomó la Presidencia del Consejo Mexicano de Reumatología, que, según sus palabras, es un honor y un privilegio.
“Mi función es apoyar en la certificación y en la recertificación de mis compañeros reumatólogos a nivel nacional, pensando en que siempre tengan una adecuada educación médica continua para para atender cada vez mejor a los pacientes, dar un buen trato y estar bien preparados y a la vanguardia en la atención”, describe.
El compañerismo con otros médicos es la clave para una mejor atención
En la experiencia de la doctora Muñoz, como médicos siempre se debe buscar ser mejores, pues asegura que su profesión requiere de dedicación, estudio y esfuerzo porque el objetivo es la atención al paciente.
“Hay que ponernos del lado del paciente y tratar de mantener una buena relación médico-paciente ya que mucho del éxito de los tratamientos, aparte del buen diagnóstico, requiere de esa parte, solo así logramos un buen control y adherencia a los tratamientos”, señala.
Concluye recalcando que la camaradería y el compañerismo con médicos de diferentes especialidades lleva al éxito sobre todo en especialidades como la reumatología, donde los pacientes tienen afecciones a diferentes órganos.