Cuando un anciano duerme mucho no es causa de alarma, pues se cree que esto es completamente normal. Sin embargo, un estudio destaca que las siestas largas en personas mayores son una señal de demencia, incluyendo el Alzheimer.
De acuerdo con un estudio publicado en Alzheimer''s and Dementia: The Journal of the Alzheimer''s Association, la frecuencia y/o duración de la siesta se aceleran rápidamente cuando se padecen Alzheimer y otras demencias.
Este síntoma puede presentarse incluso cuando solo hay un deterioro cognitivo leve, por lo que no se debe pasar por alto.
Siestas largas en personas mayores, señal de demencias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la demencia como un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
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Por desgracia, el número de personas con demencia está aumentando rápidamente y la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de este problema, acaparando entre un 60 y 70% de los casos.
La demencia también es una de las principales causas de discapacidad entre las personas mayores y un nuevo estudio detalla que las siestas largas pueden ser una señal temprana en personas mayores.
Siesta diurna de más de una hora aumenta el riesgo de Alzheimer
Investigadores de la Universidad de California en San Francisco y la Facultad de Medicina de Harvard, junto con el Brigham and Women''s Hospital, encontraron que la siesta diurna en las personas mayores no ocurre simplemente para compensar el escaso sueño nocturno.
Sugieren que la demencia puede afectar a las neuronas que promueven la vigilia en áreas clave del cerebro, algo que confirma las teorías de estudios anteriores.
"Encontramos que la asociación entre la siesta diurna excesiva y la demencia se mantuvo después de ajustar la cantidad y la calidad del sueño nocturno”, explica en la publicación el coautor principal Yue Leng, del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la UCSF.
Esto significa que el papel de la siesta diurna es importante en sí mismo y que es independiente del sueño nocturno.
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Para descubrirlo, los investigadores siguieron los datos de mil 401 ancianos, a los que el Proyecto Rush de Memoria y Envejecimiento del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de Rush, en Chicago, había seguido durante 14 años.
Observaron que los participantes que dormían la siesta más de una hora al día tenían un 40% más de riesgo de desarrollar Alzheimer que los que dormían la siesta menos de una hora al día.
Los participantes que dormían la siesta al menos una vez al día tenían un 40% más de riesgo de desarrollar Alzheimer que los que dormían la siesta menos de una vez al día.
Otros estudios sospechaban la relación entre siestas largas y demencia
Esta investigación confirma los resultados de un estudio de 2019, del que Leng fue el primer autor, donde se descubrió que los hombres mayores que dormían la siesta dos horas al día tenían más probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo que los que dormían la siesta menos de 30 minutos al día.
Otro estudio en 2019 descubrió que las personas que tenían la enfermedad de Alzheimer tenían menos neuronas promotoras de la vigilia en tres regiones del cerebro.
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Estos cambios neuronales, detalla el estudio, parecen estar relacionados con los ovillos de tau, un sello distintivo del Alzheimer, caracterizado por el aumento de la actividad de las enzimas que hace que la proteína se pliegue mal y se agrupe.
"Es plausible que las asociaciones que hemos observado de excesiva siesta diurna en la línea de base, y un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer durante el seguimiento, puedan reflejar el efecto de la patología de la enfermedad en etapas preclínicas", señalan los autores.
Ya lo sabes, las siestas largas no son normales en las personas mayores, así que si detectas este cambio en las personas mayores de tu familia, no dudes en llevarlos con un especialista.
(Con información de Infosalus y OMS)