Scroll, de acuerdo con Arimetrics, es una palabra que se utiliza para denominar al desplazamiento, generalmente de arriba hacia abajo, de los contenidos que forman una página web, una app, etc. Esto también puede aplicarse en videojuegos donde se realiza un scroll horizontal, vertical o multidireccional. Probablemente sea una palabra poco conocida por algunas personas, sin embargo, es una actividad que diariamente se realiza para consumir contenidos desde computadoras, tablets, celulares, entre otros dispositivos electrónicos.
Las y los adolescentes son quienes tienen más relación con esta actividad al pasar más tiempo en el mundo del internet. Por ello, es necesario compartirles algunas herramientas para que conozcan qué contenidos elegir conforme a su edad y qué otros pueden afectar su salud mental, como el doomscrolling. Pues así como podemos acceder a videos y fotografías de gatos y perros, también podemos acceder a información que puede aumentar nuestra ansiedad. Si quieres conocer más sobre este fenómeno, continúa leyendo esta nota.
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¿Qué es el doomscrolling?
El doomscrolling, según digitaltrends, significa pasar demasiado tiempo revisando noticias que sólo hablan de lo mal o pésimo que van las cosas. En noviembre de 2020 doomscrolling alcanzó sus máximos niveles de búsqueda en Estados Unidos, es decir, 8 meses después de que se diera la alerta de salud ante el covid-19. Dicho fenómeno está presente cuando entramos a redes sociales y comenzamos a leer las olas de calor que están alrededor del mundo, las guerras, los conflictos políticos, entre otros sucesos.
De acuerdo con el Institute for the Future of Education, la información es uno de los mecanismos más básicos de defensa ante la constante incertidumbre que se puede vivir. Estar informados da esa sensación de estar seguros, de conocer qué herramientas necesitas para sobrevivir a una crisis, pero cuando estamos en interacción con información negativa, nos podemos tomar con efectos psicológicos adversos.
“Este cambio de humor general exacerba las preocupaciones personales de los lectores, aún si esas preocupaciones no están directamente relacionadas con las noticias que reciben”, explica Graham Davey, profesor de Psicología de la Universidad de Sussex para Institute for the Future of Education.
Eresmamá destaca que el doomscrolling puede tener ciertos efectos en las y los adolescentes al ser seres vulnerables debido al uso regular de plataformas digitales y la falta de experiencia para regular de manera adecuada la cantidad de información. Aunque esto suene exagerado, la mayoría de las y los adolescentes al despertar y antes de irse a dormir scrollean y se encuentran con noticias negativas. Lo cual puede afectar en:
- Estado de alerta constante: presentar un estado de hipervigilancia y estrés permanente
- Insomnio u otros problemas de sueño: descanso de mala calidad y dificultad para conciliar el sueño
- Cambios en el estado de ánimo: sentimientos de tristeza, miedo y desesperanza
- Deterioro del rendimiento académico: efectos en la atención y concentración, impactando en responsabilidades escolares
El doomscrolling puede crear diveros efectos negativos, tanto en adolescentes, como en personal adultas, por ello Porque quiero estar bien deja una serie de recomendaciones para hacerle al frente y poder tener una mejor relación con la tecnología:
- Ser conscientes del sesgo: evaluar todo aquello a lo que le brindamos atención excesiva
- Exponer puntos de vista y abrir el debate: platicar cómo nos sentimos con amistades, familiares, pareja, seres queridos, entra otras personas allegadas
- Diversificar y sanear la calidad de contenidos: formar un criterio propio y verificar las fuentes
- Regular el tiempo: autorregular el consumo de las redes sociales y la información a la que tenemos acceso
(Con información de Arimetrics, digitaltrends, Institute for the Future of Education, Eresmamá, Porque quiero estar bien)