Hasta en un 20% de los piercings o perforaciones ocurre una infección o sangrado local, reveló un estudio del American Journal of Clinical Dermatology. Sin embargo, para los adolescentes, esta cifra no parece un dato importante a la hora de considerar hacerse una modificación corporal de este tipo.
Se cree que lo peor que pueden causar las perforaciones o piercings son infecciones que causan sangrado, ardor y comezón. Sin embargo, los riesgos de una modificación corporal de este tipo son mucho más graves en algunos casos.
El estudio citado realizó una revisión sistemática de otros estudios y recopiló cuáles fueron las complicaciones más frecuentes y las más extrañas, que claro son las que entrañan un mayor riesgo. En esta ocasión hablaremos de los piercings orales y sus riesgos.
Debido a que la boca es un importante foco de infecciones porque ahí residen millones de bacterias, los piercings orales aumentan el riesgo de infecciones y que las bacterias se propaguen a otras zonas del cuerpo, e incluso puede causar abscesos en el cerebro.
Las 14 complicaciones más comunes de un piercing en la boca
Los piercings en la boca son uno de los más peligrosos por su gran riesgo de complicaciones. Esto se debe a que las perforaciones en esa zona causan numerosas lesiones bucodentales tras la colocación como:
(Foto: canva)
- inflamación
- dolor
- dificultades para hablar y masticar
- alteración del gusto
- sangrado
- aumento de la salivación
- infección y reacciones alérgicas al material
Pero los riesgos son mucho mayores cuando la perforación se inserta en la lengua, ya que es un área con muchos vasos sanguíneos. Además, conforme pasa el tiempo pueden aparecer nuevas complicaciones como:
- fisuras
- abrasiones
- pigmentaciones
- úlceras
- crecimiento exagerado del tejido cicatricial o depapilación (pérdida del triángulo de encía que hay entre diente y diente)
(Foto: canva)
Otra desventaja de los piercings orales es que debido a la zona donde se encuentra, a largo plazo se empieza a acumular placa y sarro en los piercings, tal y como si fuera otro diente de la boca. Esto puede provocar que se inflamen los tejidos alrededor, además de que la persona tenga mal aliento.
Un estudio publicado en Dental Traumatology encontró que al menos un 35% de las personas con un piercing oral tenían regresión gingival, es decir, pérdida de la encía bucal, la cual de no tratarse puede causar la pérdida del diente. Esto se comienza a observar a partir de los dos años.
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(Con información de El Mundo)