Cada año, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 8 millones de personas fallecen a causa del tabaco. Más de 7 millones de estas defunciones corresponden a personas que consumen directamente, sin embargo, alrededor del 1,2 millones son debido a la exposición al humo, es decir, no fumadores o fumadores pasivos. Aunque cada día, existen más campañas para prevenir su consumo en niños y adolescentes, dichos grupos de población no dejan de ser consumidores indirectos.
Por ello, en el Día Mundial Sin Tabaco que es celebrado alrededor del mundo cada 31 de mayo con el fin de informar al público sobre los peligros de su consumo y los efectos de las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras, te informamos sobre los efectos en la salud que atraviesan niñas y niños al ser fumadores pasivos.
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En México, el 6.4% (5.5 millones) fuma cigarro diariamente, el 11.1% (9.4 millones) fuma ocasionalmente y el 15.4% (13 millones) son ex fumadores de un mes o más de abstinencia. El 12.3% (1.8 millones) de las y los fumadores actuales tiene una adicción a la nicotina (10.8% son mujeres y 12.9% son hombres), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas Alcohol y Tabaco 2016-2017 realizada por la Secretaría de Salud.
¿Qué pasa si un niño huele el humo del cigarro?
Un fumador pasivo es aquella persona que, pese a no ser fumadora, aspira este humo. Este humo al ser de corriente secundaria, contiene tres veces más nicotina y alquitrán, así como cinco veces más monóxido de carbón. Un fumador pasivo expuesto al humo de tabaco, durante una hora inhala entre 2 a 3 cigarrillos teniendo irritación en nariz, ojos y vías respiratorias, informa la Clínica Universidad de Navarra.
Cuando las y los niños son fumadores pasivos, tienen un 70% más de infecciones respiratorias altas que aquellos que no están expuestos al humo de tabaco. Además, tienen mayores probabilidades de padecer otitis purulentas crónicas, causa más común de sordera y cirugía en niños, explica la Asociación Española de Pediatría. El grupo de especialistas españoles también resalta que el 42% de niños padecen una enfermedad crónica relacionada con el tabaco.
‘En Familia’, un proyecto de la Asociación Española de Pediatría, recomienda las siguientes medidas para evitar que niñas y niños sean fumadores pasivos:
- Evitar cualquier circunstancia donde esté expuesto al humo del tabaco en casa, coche, casas de familiares, amistades y cualquier lugar público
- Escoger ambientes libres de humo. Si una persona adulta fuma, hacerlo fuera de la casa o cualquier lugar cerrado
- Si se fuma en un balcón, cerrar completamente el acceso a la vivienda. Los filtros o purificadores de aire no eliminan el humo de tabaco
Para las y los niños, así como personas de otros grupos de edad, el tabaco no sólo tiene repercusiones al ser fumadores pasivos. Este año, la campaña de la Organización Mundial de Salud habla sobre los perjuicios desde el cultivo.
“Esta campaña pretende animar a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a los agricultores a cambiar cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición”, explica en su portal oficial.
Según Unicef, la desnutrición es la causa de la mitad de muertes en niñas y niños menores de 5 años. Cada día 8,00 niños mueren por falta de alimentos y enfermedades infecciosas. Recalcan que la desnutrición aguda grave pone en peligro la vida de 17 millones de niños en el mundo.
(Con información de Organización Mundial de la Salud, Secretaría de Salud, Clínica Universidad de Navarra, Asociación Española de Pediatría, En Familia, Unicef)