DOLOR CRÓNICO

¿De qué trata la medicina del dolor?

El dolor es uno de los padecimientos más normalizados y descuidados del mundo. Aprender a identificar un dolor crónico de uno pasajero y atenderlo a tiempo puede hacer la diferencia para que cualquier persona pueda vivir una vida normal y sin complicaciones.

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Con la edad, las personas podemos llegar a desarrollar varias afecciones físicas que, si no tratamos a tiempo, pueden llegar a convertirse en molestias crónicas a las que terminamos acostumbrándolos, sin embargo, no tenemos por qué hacerlo. El dolor crónico no es normal y debe tratarse.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco personas en el mundo padece dolor crónico de moderado a grave y una de cada tres no es capaz de mantener un modo de vida independiente debido a sus dolencias.

La misma organización advierte que entre la mitad y dos tercias partes de las personas que sufren dolor tienen dificultades para hacer ejercicio, dormir bien, tener relaciones sexuales, caminar, conducir un auto o tener actividades sociales.  

Actualmente, el dolor crónico es uno de los problemas de salud más subestimados en el mundo que tiene consecuencias serias en la vida de las personas que lo sienten. Supone todo un reto para el sistema de salud actual, expresó en su momento Harald Breivik, expresidente de la Federación Europea de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), para la OMS.

¿Qué es el dolor crónico?

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) definió el dolor como “una experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada al daño tisular o potencial, o bien, descrita en términos de tal daño. Esta afección es subjetivo y existe siempre que algún paciente diga que algo le duele.”

(Foto:Canva)

En este sentido el dolor crónico, según la Sociedad Americana de Cáncer, es un dolor persistente que dura más de tres meses y perturba la vida de la persona que lo tiene, interrumpiendo sus actividades cotidianas. Tratarlo es necesario porque sentirlo no es normal. 

Al respecto, la Dra. Argelia Lara Solares, Jefa de la Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, explicó en una proposición del Senado de la República contra el dolor crónico que en México el porcentaje de adultos que lo padecen es de aproximadamente del 27%, sin embargo, aún no existen cifras concretas, pues nuestro país carece de estudios epidemiológicos que documenten el impacto de este malestar en la población general, explica un artículo de la Revista Mexicana de Anestesiología.

¿Qué es la medicina del dolor?

Según la Clínica del dolor de España, la Medicina del dolor es la disciplina médica dedicada al estudio, investigación y tratamiento de este malestar en todas sus formas y que tiene por objetivo evitar el sufrimiento físico y psíquico de la o el paciente y su entorno.

La clínica explica que no fue hasta el siglo XX cuando comenzaron a aparecer las primeras unidades especializadas en el trastorno del dolor. La necesidad de los profesionales sanitarios por centrarse en las sensaciones dolorosas de los pacientes y ofrecer tratamientos más efectivos fue lo que impulsó su creación. 

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Las personas especializadas en la medicina del dolor son médicos especialistas en anestesiología y medicina familiar, así como fisioterapeutas y psicólogos clínicos especializados en tratamiento de dolor crónico.

Además, la Dra. Carmen De Andrés, directora médica en la Clínica Medicina del Dolor, explica en el portal de la misma que el tratamiento debe ser integral y multidisciplinar, por lo que el dolor físico no es el único importante, también es necesario atender la salud mental de los pacientes.

El dolor crónico es un tema que supone muchos retos para el tratamiento y atención del mismo en México, sin embargo, es necesario ser conscientes de que este existe, que no es normal y todas y todos merecen tener un diagnóstico médico para sobrellevarlo o, en el mejor de los casos, curarlo.

(Con información de OMS, IASP, Mayo Clinic, Revista Mexicana de Anestesiología, Sociedad Americana de Cáncer)