Conchita empezó a fumar desde que tenía 15 años y mantuvo ese hábito durante más de 45, lo que le causó un diagnóstico de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC a los 61 años. Actualmente depende del oxígeno y asegura que aceptar su diagnóstico no fue nada fácil.
“Vivir con EPOC es vivir ahogándote poco a poco”, refiere.
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Todo comenzó cuando presentó infecciones repetidas de bronquios, cuadros gripales que le causaban mucha tos y flemas, acompañados de falta de aire.
Para atenderse, acudió con un médico general, pero le recomendaron mejor acudir con un neumólogo, quien determinó que necesitaba estudios más específicos en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) así como un curso para dejar de fumar, ya que su adicción era muy fuerte, llegando a fumar entre una y dos cajetillas de cigarros al día.
Tras hacerle las pruebas correspondientes, recibió el diagnóstico de EPOC y la recomendación de los médicos fue que Conchita dejara de fumar cuando antes, sin embargo, ella admite que se autoengañaba pues seguía fumando y posponía el curso que le ofrecían en el INER.
“El apoyo de mi familia fue esencial, porque mi hija me dijo que estaban muy preocupados y que ella me pagaría el curso para que cada que quisiera prender un cigarro, pensara en que estaría quemando su dinero y su tranquilidad”, relata.
10% de la población en México vive con EPOC, una enfermedad incurable
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC es una enfermedad crónica, es decir, no se cura pero se puede controlar, explica en entrevista con Sumédico el doctor Alejandro Medina, especialista en enfermedades respiratorias crónicas de la Secretaría de Salud.
Esta enfermedad se caracteriza por dos componentes principales: uno es que los bronquios se inflaman de manera crónica, es decir ocurre una bronquitis, y segundo, es que se produce un fenómeno dentro de los pulmones que se llama enfisema, que quiere decir que pierden la capacidad de distenderse con el aire correctamente.
Datos epidemiológicos desde el año 2016 apuntan a que en promedio el 10% de la población mexicana padece EPOC, aunque hay muchos casos subdiagnosticados, lo que significa que puede haber muchos más casos de los registrados.
A nivel mundial, se estiman 64 millones de casos y se considera la tercera causa de muerte en el mundo con 3,23 millones de muertes en 2019, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El tabaquismo es la principal causa de la enfermedad, así como la contaminación del aire.
“Cada vez que tengo una gripa implica que mis pulmones colapsen”
En el INER, Conchita recibió una terapia muy completa que combina la ayuda de profesionales en adicciones, así como neumólogos, cardiólogos, medicamentos para dejar de fumar y el apoyo de otras personas que también luchan para dejar ese hábito, sin embargo, apunta que no fue nada fácil.
“Yo no volví a fumar, pero mi enfermedad ha ido progresando, porque cada vez que tengo una gripa, que para muchos implica solo 3 días de moquitos, para mí implica que mis pulmones colapsen de una manera terrible y doy pasos atrás”, asegura.
Vivir en la Ciudad de México también empeora sus molestias por EPOC debido a las altas cantidades de contaminación y la altitud, por lo que tiene que irse por temporadas a vivir a nivel del mar, lo que le ayuda a mejorar y a tener una mejor calidad de vida.
El diagnóstico de EPOC no es algo nuevo en su familia, ya que asegura que su padre falleció por complicaciones de esta enfermedad y problemas cardiacos, mientras que su hermana murió por cáncer de pulmón.
“Vengo de una familia donde todos fumábamos menos mi madre y eso a todos nos afectó de alguna manera”, detalla.
Otro factor que considera que agravó su caso fue que estuvo en un pequeño incendio en su casa causado por una vela de gel, donde desde entonces, asegura que sus pulmones se dañaron y combinado con el cigarro, favoreció la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Factores de riesgo para la EPOC
El doctor Medina alerta que ser hombre mayor de 40 años, fumar por mucho tiempo o estar expuesto a humo de leña, polvo o gases químicos, son algunos de los factores principales relacionados con la enfermedad.
Gabriel Escobedo Arenas, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM advierte que los casos en mujeres van en aumento porque antes no fumaban y muchas trabajan en campos que antes eran exclusivos de hombres, como la minería y empleos con sustancias tóxicas, sin contar que en zonas marginadas, las mujeres cocinan con estufas de leña y encienden fogones para calentarse.
La reciente tendencia en jóvenes de los vapeadores también es otro factor, ya que se trata de sustancias exógenas que entran en las vías respiratorias y repercuten en el funcionamiento pulmonar y obstrucción de las vías respiratorias, agrega Medina.
Las personas que viven en Ciudad de México tienen un factor de riesgo adicional y es que los niveles de contaminación nos exponen a enfermedades como la EPOC.
“Es una condición que no podemos evitar, pero lo que sí podemos empezar a hacer es evitar contaminantes como el tabaco de manera pasiva o activa, así como hacer más actividad física, que se ha evidenciado mejora considerablemente la función pulmonar”.
¿Qué síntomas causa la EPOC y cómo se diagnostica?
De acuerdo con el doctor Medina, diagnosticar la enfermedad requiere primero de hacer un cuestionario al paciente, donde se le pregunta por sus factores de riesgo, principalmente si fumó o si en su trabajo estuvo expuesto a algún tipo de contaminantes.
Luego se analizan los síntomas del paciente, que comúnmente son tos excesiva con secreciones y dificultad para respirar.
“Tenemos un problema de subdiagnóstico porque las personas no sospechan de la enfermedad o no lo ven como algo grave, por eso es tan importante conocer los síntomas”, destaca.
La prueba para diagnosticar EPOC se llama espirometría, que consiste en un dispositivo donde el paciente pone la boca y tiene que soplar fuerte; luego se mide el volumen y el flujo de aire en busca de alteraciones.
“Una vez que diagnosticamos EPOC tenemos que individualizar el tratamiento, afortunadamente en los servicios de salud pública contamos con buenos tratamientos, los mejores podría decir, de acuerdo a la necesidad de cada paciente y son completamente gratuitos en los centros de salud. Las pruebas de diagnóstico también son gratuitas”, agrega el especialista.
Las personas con EPOC tienen un mayor riesgo de padecer otros problemas de salud, advierte la OMS, como infecciones pulmonares, cáncer de pulmón, enfermedades del corazón, debilidad en los músculos y osteoporosis, así como depresión y ansiedad.
La enfermedad también puede tener consecuencias económicas considerables debido a la limitación de la productividad en el trabajo y el hogar, así como el costo del tratamiento.
Dejar de fumar fue el reto más importante
A partir de su diagnóstico de EPOC hace casi 15 años y de lograr dejar de fumar, Conchita asegura que tiene más conciencia de cuidar su cuerpo, ya que, aunque siempre le gustó correr y hacer actividades al aire libre, anteponía el vicio del cigarro.
“Ahora ya tengo cuidado de hacer más ejercicio, alimentarme mejor y disfrutar de la comida, porque con el cigarro pierdes el olfato y el sabor, de hecho, muchos de mis amigos no quieren dejar de fumar porque creen que van a subir de peso y es verdad, puede ocurrir porque la comida empieza a saber más rica y comes más”, explica.
Sin embargo, dejar de fumar ha sido el reto más fuerte que enfrentó Conchita, ya que dice que no poder fumar le causó depresión. “Dejar los cigarros es un luto, es casi como perder un amante”.
La paciente confiesa que, aunque ya no fuma, le sigue gustando el olor a cigarro. “Cuando voy caminando en la calle y huelo a alguien fumando, me encanta el olor, no me acerco, pero creo que mi adicción fue tan fuerte que mis conexiones neuronales recuerdan al cigarro y los lugares donde fumaba”.
Aunado a ello, aceptar el diagnóstico de EPOC no fue fácil, pues se dio cuenta de que con la edad la enfermedad avanza y sus pulmones ya están muy dañados.
“Dejar de fumar no es fácil, necesitas mucho el apoyo de tu familia, pero vale la pena el esfuerzo. Hay que luchar”, recalca.
Covid-19 puede complicar los casos de EPOC
El covid-19 tuvo un impacto importante en pacientes con EPOC y otras enfermedades crónicas, quienes tuvieron más riesgo de un cuadro complicado o incluso, fallecimiento. “Ya tenían predisposición a una lesión de las vías respiratorias y se suma una infección, lo que condiciona una disminución de su función pulmonar”, destaca el experto.
“Recuerdo un caso de una paciente con EPOC mayor de 70 años que por su edad, lo más esperado es que cuando se infectara de covid la evolución no fuera nada favorable, pero gracias a que tuvo un apego estricto a su tratamiento y a las indicaciones médicas, pudo sobrellevar la enfermedad sin ningún problema”, agrega el doctor Medina.
Ante ello, la Secretaría de Salud recomienda a los pacientes con EPOC tomar medidas precautorias en la temporada de frío, como:
- Vacunarse contra influenza, covid y neumococo para evitar neumonías
- Abrigarse y no exponerse al humo de tabaco para evitar inflamación pulmonar
Ejercicio físico es clave en la prevención de enfermedades respiratorias
Conchita recomienda a otras personas con diagnóstico de EPOC cuidar su cuerpo, hacer ejercicio diario, aunque sea un poco, pero no quedarse en casa encerrados, sino salir al menos a dar una caminata y escuchar siempre las recomendaciones del médico.
Desafortunadamente muchas personas con EPOC en México no tienen acceso a oxígeno, principalmente mujeres que desarrollan la enfermedad por cocinar con leña o carbón. Ante ello, Conchita menciona que ahí es donde las organizaciones y el gobierno deben enfocarse para que esas personas tengan salud, “porque uno con EPOC muere ahogado”.
Por su parte, la recomendación que brinda el experto es que, aunque no tengamos un diagnóstico de EPOC u otras afecciones pulmonares, nos acerquemos a realizarnos de manera preventiva un chequeo como el estudio de espirometría.
“Es importante que tomemos la iniciativa del autocuidado, especialmente si nos exponemos a contaminantes como el tabaco u otros agentes químicos”, apunta.
El doctor Medina concluye destacando que hacer actividad física regularmente también es muy importante ya que fortalece la función respiratoria.
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