Juan padeció covid-19 en 2022 y a raíz de ello, desarrolló cambios en su organismo, principalmente hipertensión arterial o presión alta. Derivado de ello, en diciembre del mismo año sufrió un ictus o accidente cerebrovascular a sus 47 años que lo dejó con secuelas que afectan su movimiento.
En entrevista con Sumédico, relata que todo comenzó con una dificultad para mover el brazo y pierna izquierdos, así como dificultad para masticar. De inmediato llamó a los servicios de emergencia porque sabía lo que le estaba pasando.
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El diagnóstico fue un ictus hemorrágico que fue producido por una subida de su presión arterial a raíz del covid-19.
“Fue todo muy rápido. Recomiendo especialmente que siempre se haga así, porque los primeros momentos son trascendentales”, dijo el paciente.
La Secretaría de Salud menciona que en 2021, el ictus en México fue la séptima causa de muerte en población en general al ocasionar 37 mil 453 decesos, la mayoría en hombres mayores de 65 años, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el mundo es la primera causa de discapacidad en personas adultas.
Un ictus o accidente cerebrovascular es una emergencia médica, advierte la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Existen dos tipos principales, el isquémico, que es causado por un coágulo que bloquea o tapa un vaso sanguíneo en el cerebro evitando que la sangre fluya a este órgano y causando la muerte de las células cerebrales; y el hemorrágico, como el que padeció Juan, que ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro.
En este último tipo de ictus, las células del cerebro comienzan a morir en cuestión de minutos, por lo que la atención médica inmediata es fundamental.
Los principales síntomas de un ictus hemorrágico, mejor conocido como derrame cerebral, incluyen molestias como:
- Entumecimiento o debilidad repentina de un lado de la cara, un brazo o pierna.
- Dificultad para hablar o entender el lenguaje
- Confusión repentina
- Problemas para caminar por mareos o pérdida de equilibrio
- Dolor de cabeza severo repentino
Juan detalla como a partir del ictus hemorrágico que sufrió su vida y la de su familia se trastocó totalmente. Los primeros días los pasó en el hospital con todos los cuidados necesarios, aunque hubo algunas complicaciones porque en paralelo sufrió una angina de pecho.
“Tras un tiempo de estancia en el hospital, sometido a diversas pruebas, me dieron el alta ahí y posteriormente ingresé en el Hospital de Rehabilitación de la Fundación Casaverde. Ahí empecé la rehabilitación el 5 de enero de 2023 con los profesionales del centro, y con su ayuda y mi esfuerzo conseguimos importantes avances en la rehabilitación”, menciona.
¿Se puede prevenir un ictus?
La Sociedad Española de Medicina Interna explica que la mayoría de los casos de ictus hemorrágico están asociados a factores de riesgo, muchos prevenibles, como la presión arterial alta, fumar o consumir sustancias.
La hipertensión arterial suele ser una de las principales causas del ictus debido a que favorece que se lesionen las paredes arteriales hasta que se rompen. Otra causa son los aneurismas, que son un punto débil en una pared arterial que se abomba debido a presión de la sangre y causa que se rompa.
El accidente cerebrovascular también puede ser causado por la acumulación de una proteína denominada amiloide en las paredes arteriales, especialmente en las personas mayores, que hace que las arterias sean más propensas al sangrado.
Secuelas de un ictus
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desarrolló el programa piloto Código Cerebro, con el cual se busca establecer un diagnóstico clínico en menos de 30 minutos a pacientes que sufren un ictus, corroborar el diagnóstico con una tomografía axial computarizada (TAC) y brindar tratamiento en la primera hora del ingreso a los servicios de urgencias para prevenir secuelas irreversibles o la muerte.
En el caso de Juan, menciona que quedó con una parálisis del lado izquierdo de su cuerpo, además de algunos cambios en su rostro, lo que le complicaba el reconocimiento facial en su teléfono móvil y le impidió ingresar a sus cuentas bancarias.
A pesar de ello, asegura que eso no ha sido un impedimento para seguir una vida más o menos normal.
“Funcionó muy bien el equipo formado por mi familia, los profesionales del centro y la tecnología avanzada aplicada, la actitud y el esfuerzo de todos y mío”, asegura.
Pero llegar a ese punto no fue nada fácil, ya que relata que pasó de estar en actividad constante en su vida a pasar la mayor parte del tiempo en una cama. Por su trabajo daba conferencias y charlas en sesiones y congresos, pero tuvo que dejarlo todo.
Actualmente recibe una rehabilitación ambulatoria en el Hospital Casaverde Extremadura, en Españal, con Terapia Ocupacional, Logopedia, Fisioterapia y Neuropsicología principalmente.
“Es muy importante para un paciente de ictus el trato con los profesionales especialistas, pero también la convivencia con los demás pacientes que viven situaciones similares a la tuya”.
Para Juan, el principal reto de ser sobreviviente de un ictus es luchar día a día, y forzarse para llegar a tener una vida lo más parecida posible a la vida que llevaba antes. “Fuerza, constancia y mucha Fe en alcanzar los retos que cada uno se marque y alcanzar esas metas”, destaca.
Finalmente, Juan recomienda a toda la población marcarse unos hábitos de vida saludable y disfrutar la vida para evitar un ictus y sus secuelas. En caso de padecerlo y tener estas secuelas, menciona que lo mejor es forzarse en la rehabilitación para que sean las mínimas.