Los científicos encontraron que comer por lo menos dos porciones a la semana de pescado azul se relaciona con un menor riesgo de padecer una enfermedad renal crónica y ralentiza el deterioro de la función del órgano.
La enfermedad renal crónica afecta aproximadamente a 700 millones de personas en el mundo. El padecimiento es causado principalmente por la diabetes y la hipertensión arterial y puede causar insuficiencia renal y la muerte.
Debido a la urgencia de encontrar factores que puedan prevenir esta enfermedad, un nuevo estudio encontró una relación entre niveles altos de ácidos grasos omega 3 provenientes de pescados azules y un riesgo reducido de problemas renales. No se observó la misma disminución en alimentos de origen vegetal ricos en omega 3.
Los hallazgos del equipo internacional de investigadores, dirigido por el Instituto George de Salud Mundial y la Universidad de Nueva Gales del Sur, se publicaron en la revista médica BMJ.
Comer esto dos veces por semana protege tus riñones de la enfermedad renal crónica
Aunque no podemos afirmar con certeza qué pescados concretos tuvieron un mayor efecto sobre el riesgo de la enfermedad renal crónica, sabemos que los niveles sanguíneos de los ácidos grasos reflejan bien su ingesta, dijo el doctor Matti Marklund, un investigador de dicho instituto.
(Foto: Canva)
Los pescados con niveles más altos de ácido grasos omega 3 son los pescados azules, también conocidos como pescados grasos, los cuales se caracterizan por tener una proporción de grasa inserta entre los músculos superior al 6%.
Algunos de los pescados azules son:
- Sardina
- Trucha
- Caballa
- Salmón
- Arenque
- Boquerón
- Anchoa
- Cazón
Para la investigación, los científicos agruparon los resultados de 19 estudios de 12 países que examinaban los vínculos entre los niveles de ácidos grasos omega 3 y el desarrollo de enfermedad renal crónica en adultos.
En el análisis principal se incluyeron unas 25 mil 000 personas de edades comprendidas entre los 49 y los 77 años.
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Después de tomar en cuenta factores como la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la actividad física, las cardiopatías y la diabetes, los niveles más altos de ácidos grasos omega 3 procedentes de los pescados se asociaron a un riesgo un 8% menor de desarrollar enfermedad renal crónica.
Asimismo se dividió a los participantes por niveles de ácidos grasos omega 3 provenientes del consumo de pescado.
Las personas con mayores niveles tenían un riesgo un 13% menor de enfermedad crónica renal en comparación con los de consumo más bajos. Los niveles más altos también se asociaron a un declive anual más lento de la función renal.
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(Con información de The Guardian)