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“Dijeron que los sangrados eran hemorroides pero vivía con un tumor"

En 2020 en México se registraron 14,901 nuevos casos de cáncer colorrectal y más de 7 mil personas murieron por esa causa.dD

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“Me dijeron que los sangrados eran hemorroides internas, pero vivía con un tumor”, recuerda Cristian Canosa, hombre de 45 años, que trabajó muchos años como vendedor de productos de la construcción y a quien un año antes de su diagnóstico de cáncer colorrectal, su médico le decía que solamente se trataba de hemorroides internas.

Conforme información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las causas principales de muerte en todo el mundo: casi 10 millones de fallecimientos en 2020 y el cáncer colorrectal es uno de los más comunes con 1.93 millones de casos alrededor del mundo.

El 31 de marzo se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer Colorrectal (CCR), neoplasia que ocupa el 3er. lugar de incidencia en México, misma que aumentó, ya que anteriormente se ubicaba en 4° lugar de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

“Me dijeron que los sangrados eran hemorroides internas pero vivía con un tumor”

De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, perteneciente a la OMS durante el 2020 en México se registraron 14,901 nuevos casos de cáncer colorrectal y más de 7 mil muertes durante el mismo periodo, lo que lo coloca como el segundo cáncer más mortal en nuestro país, sólo por detrás del cáncer de mama. Es importante mencionar que el 70% de los casos de CCR son diagnosticados cuando la enfermedad ya está en etapa avanzada.

En el continente americano, el cáncer colorrectal es el cuarto cáncer más común. Cada año se producen en la región más de 240,000 nuevos casos y aproximadamente 112,000 muertes debidas a esta enfermedad. Canadá, Uruguay y Barbados presentan las tasas de incidencia más altas mientras que los países de América Central presentan las más bajas. Si no se toman acciones al respecto, se prevé que para el año 2030 la incidencia de cáncer colorrectal aumente en un 60%.

En entrevista con SuMédico, Francisco Freyria Sutcliffe, director general de la Fundación Fomento de Desarrollo Teresa de Jesús, conocida como Futeje, explica que en México cada año se detectan aproximadamente 194 mil nuevos casos de cáncer, de los cuales, 14 mil 900 son nuevos casos de cáncer colorrectal.

“Ocho de cada 10 casos llegan en etapas avanzadas, por ello se puede decir que la tasa de mortalidad es muy alta, además cerca de 20 pacientes mueren al día, razón por la cual este tipo de cáncer es de los más mortales en nuestro país”.
 

Signos y síntomas

De acuerdo con información de Mayo Clinic, mientras los signos y síntomas del cáncer colorrectal pueden incluir:

- Cualquier anormalidad que se presente en las evacuaciones, como presencia de sangre o moco

- Cólicos

-Dolor abdominal que no desaparece

-Debilidad y cansancio

-Sensación de necesidad de evacuar que persiste después de hacerlo

-Pérdida de peso inexplicable.

Futeje tiene un plan integral de apoyo a pacientes

Freyria refiere que Futeje cuenta con un programa integral de apoyo para pacientes con esta enfermedad y dónde se reciben pacientes de hospitales públicos; tras ciertos lineamientos claramente definidos son referidos a Futeje para brindar apoyo integral:

“En apoyo integral nos referimos a catéter, quimioterapia y un porcentaje de los pacientes requieren que se les quite una parte del colon por lo que necesitan una bolsita (equipo de ostomía), además de estos apoyos también se brinda el apoyo emocional psicológico a paciente y familia, así como el apoyo nutricional que es muy importante para el proceso de tratamiento y recuperación".
 

“También se lleva a cabo un programa de pláticas de prevención que es a través de médicos oncólogos y pacientes sobrevivientes y hoy día llegamos a través de plataformas digitales a empresas y otras comunidades para dar a conocer más de la enfermedad que se ha triplicado en los últimos años y que se presenta cada vez más en población joven”.

Además de lo anterior, Freyria también informa que Futeje cuenta con un programa de detección para cáncer colorrectal en alianza con el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), a través del cual se proporciona de manera gratuita el colector de muestra y  el instituto recibe a las personas que dan un resultado positivo a sangre oculta en heces; en esos casos, se realiza un estudio específico que en este caso es una colonoscopía, que sirve para determinar la procedencia del sangrado ya que ésta puede ser desde hemorroides, úlcera, fístula, puede haber diverticulitis, pólipos o ya un cáncer.

“Cuando se determina la procedencia del sangrado se procede a hacer el procedimiento y si son pólipos se retiran para enviar a análisis y determinar si pueden o no ser cancerígenos. En caso de detectar cáncer se revisa que las personas cuenten con algún tipo de cobertura médica y con ello referirlo a su clínica y si no se cuenta con ello, asesorar para que sean recibidos en algún hospital público o en algún instituto público".
 

Un tratamiento de alto costo

Francisco Freyria explica que los costos del tratamiento para este tipo de cáncer son elevados pues la prueba FIT (fecal inmunological test) tiene un costo aproximado de 1,500 y una colonoscopia anda entre los 6 mil y 25 mil. Respecto a lo anterior también menciona que la prueba FIT se hace de forma gratuita en Futeje mientras que en el INCan la colonoscopia cuesta alrededor de 2,600 pesos.

Otros de los problemas que Freyria refiere es que desafortunadamente ciertas carencias e indefiniciones o temas operativos en el sistema de salud, junto con el desabasto de medicamentos complican el diagnóstico; asegura que los esquemas de tratamiento son adecuados y los especialistas están capacitados.

“Hay escasez, los pacientes no pueden conseguirlos y son costosos. La pandemia vino a complicar todavía más las cosas y pues el cáncer no espera, aunque por este momento todo sea covid. No se dispone del acceso necesario. Se tiene que llevar el mensaje de que este cáncer es muy frecuente y hay poca información. Es necesario abrir canales de comunicación e invitar a que las personas se unan a la causa para llegar a la meta de atención a los pacientes”.

Siempre tenía diarrea, acidez y dolor de estómago…

Cristian Canosa recuerda que como un año antes de su diagnóstico de cáncer colorrectal su médico le decía que solamente se trataba de hemorroides internas.

“Tenía sangrados al evacuar; primero era poco y de forma esporádica, pedí cita con el gastroenterólogo quien me dijo que eran hemorroides internas y seguí normal. Desde que yo recuerdo siempre tenía diarrea, acidez, dolor de estómago. También tenía sobrepeso, quince kilos arriba de mi peso normal y el gastroenterólogo atribuía esos síntomas a hemorroides ocasionadas por la edad, para entonces tenía 41 años”.
 

El hombre, confiado en que no se trataba de algo grave, seguía su rutina normal; sin embargo, en una ocasión, al llegar a un hotel para continuar con su trabajo entendió que algo no estaba bien:

“Llego al hotel y ya no era evacuar poca sangre, vi mucha cantidad de sangre, y regresé a mi casa para consultar con mi médico quien vuelve a decirme que son hemorroides y que no debo preocuparme pero un amigo me recomendó a un médico de renombre que me mandó a hacer una rectoscopia dónde vieron el tumor enseguida y posteriormente fue la colonoscopia y ahí empezó toda la aventura.

“Fue todo muy rápido, la aventura del diagnóstico, desde ahí me enviaron al cirujano, quien me pidió varios estudios complementarios, como análisis de sangre, de valores tumorales, tomografía completa, pelvis, abdomen y pecho. Ya con todos mis resultados, los llevé y gracias a Dios el tumor estaba localizado, no expandido y tuve que esperar a la cirugía”.

Incertidumbre y cuenta regresiva: encontrar un tratamiento adecuado

Cristian recuerda que pasaron 40 días desde la rectoscopia hasta la cirugía.

“Fue muy rápido, ya después estaba en quirófano. Me quitaron el tumor, me hicieron resección pequeña (corte de una parte) de colon y a los 20 días me entregaron resultados de la biopsia. No tenía ganglios afectados pero a los 30 días de la cirugía, con la biopsia me derivaron con el oncólogo. Hubo necesidad de nuevos estudios generales y me dijo que estaba bien y me explicó que por el estadío no necesitaba tratamiento pero por mi edad me sugería utilizar un tratamiento no invasivo; un estudio genético para conocer más”.
 

Canosa se hizo el estudio genético sobre el tumor y resultó compatible para el tratamiento que consistió en 6 meses de pastillas.

“Catorce días lo tomaba, descansaba siete: 4 pastillas en la mañana y 4 pastillas en la noche, una antes del desayuno y otras antes de la cena. Al día siguiente hacían análisis sangre para valorar el estado de mis defensas. Fueron 6 ciclos y una vez que los terminé estábamos en pandemia y por eso tuve que esperar por mi control hasta julio. Gracias a Dios todos los controles estuvieron en rutina y la semana que viene tengo cita con el oncólogo”.
 

Lo más difícil fue la parte psicológica

Luego de compartir su lucha contra el cáncer colorrectal, Cristian comenta que lo más difícil fue la parte psicológica, desde que dan el diagnóstico hasta el día que entregó todos sus estudios y documentos para que el cirujano le dijera que era un tumor localizado.

“Fue no saber que pasaría con mi hijo, mi familia, mi señora. Fueron 15 a 20 días muy feos. La verdad que después fue bárbaro. Después me dieron el tratamiento y no tuve ningún tipo de efecto secundario, quizá manos secas, pero nada de importancia; sin duda, lo más complicado fue la parte psicológica, siempre hablo con gente que pasa por lo mismo y compartimos eso, lo psicológico y la incertidumbre de lo que puede pasar es lo peor”.

El cáncer le ayudó a cambiar su vida

Cristian dice que, aunque parezca raro, haber tenido cáncer colorrectal le ayudó muchísimo para cambiar su vida:

“Tenía una vida totalmente desordenada, mucho trabajo, estrés, comía cualquier cosa, nada de frutas, nada de verduras, estaba excedido de peso, muchas grasas, lo peor era el trabajo; correr de un lado para otro, me enfermaba de todo, siempre estaba de mal humor, entonces mi oncólogo me dijo: ´mira, saldrás de esto por ahora, existe la misma probabilidad de que mueras atropellado al salir de este consultorio a que mueras de cáncer colorrectal; en realidad todos podemos morir en cualquier momento”.
 

“Me di cuenta de que no somos inmortales”

Finalmente, Cristian dice que ahora piensa en la vida que tiene por delante.

“Me di cuenta de que no somos inmortales, todavía tengo 40 o 50 años más de vida, no tenemos nada comprado, así que aprendí a disfrutar, cambié de trabajo, mi alimentación, baje doce kilos, hago deporte 3 veces por semana, disfruto de mi familia y mis hijos que era algo que no hacía. Haber tenido cáncer me cambió la vida para bien, aunque es una pena tener que pasar por eso, es un golpe que ayuda.

“A lo mejor suena mal, pero a los que tienen la enfermedad les pido que tengan confianza, que sigan las recomendaciones de los médicos, este tipo de cáncer tiene tasas de curación muy alta si se detecta a tiempo. Conozco a mucha gente que lo tuvo, pocos no ganan la batalla, hay que atenderse, tener fuerza, hacer los controles e ir al médico; visitar a los médicos salva vidas. Si ya tienes diagnóstico hay que pelear y hacer caso a los médicos, si eres creyente confiar mucho y pedir a Dios pues puedes lograr una mejor calidad de vida”.
 

Colorectón: la oportunidad de salvar vidas en la pandemia

El director de Futeje recuerda que fue en marzo de 2017 que se presentó la iniciativa para que el 31 de marzo también se instituyera este día nacional:

“Tuvimos la fortuna de que el 12 de septiembre de 2019 fuera ya aprobado también por la Cámara de Diputados y publicado en el Diario Oficial de la Federación para dar mayor visibilidad y crear conciencia de un cáncer que por sus síntomas puede ser confundido con una colitis. Posteriormente, en marzo 2020 tuvimos la primera carrera contra el cáncer colorrectal y este año, con la pandemia, ya no pudimos hacer actividades de este tipo”.
 

Este año, Futeje organiza el “Colorectón” que es un evento que tendrá lugar el 31 de marzo a través de sus redes sociales y que tiene como objetivo dar visibilidad y generar conciencia sobre esta enfermedad, además de dar una esperanza de vida a las personas que han sido diagnosticadas.

“Atendemos aproximadamente a 30 pacientes cada año con este tratamiento integral, pero con la pandemia y ante la falta de recursos atenderemos solamente a 16. La meta es reunir lo suficiente para atender a los demás 14 pacientes En la página hay un botón de PayPal para donativos, se puede hacer transferencia, tenemos una sección de cómo ayudar para donar. Finalmente, se trata de cambiar y mejorar la calidad de vida de pacientes con esta enfermedad que detectada oportunamente alcanza el 90 por ciento de posibilidad de sobrevivencia”.