José Alberto tiene 72 años y hace aproximadamente 12, empezó a presentar sangrados frecuentes cuando iba al baño. Tras realizarse diversos estudios, los médicos le dijeron que simplemente eran hemorroides internas y le mandaron un tratamiento. Aunque dejó de sangrar un tiempo, la molestia regresó de forma intensa.
“No podía pararlo, era como si tuviera la menstruación, eran chorros de sangre”, cuenta este paciente en entrevista con Sumédico.
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Fue hasta que lo mandaron con un especialista en problemas digestivos que empezaron a sospechar que podría ser algo más que hemorroides.
“Yo tenía 60 años cuando comencé con todo esto, estaba muy obeso, pesaba más de 150 kilos”, relata.
Los especialistas sugirieron que tenía que hacerse una colonoscopia, un procedimiento que usa un médico para observar el interior del colon y del recto con un delgado tubo flexible que tiene una luz y una pequeña cámara de video.
Esta prueba se usa para buscar pólipos o señales de cáncer en el colon y en el recto.
Sin embargo, le dieron la cita para hacerse esta prueba hasta dentro de un año y José Alberto cuenta que tuvo miedo, no se hizo el estudio hasta después. Cuando al fin volvió con el médico, le hicieron la prueba con sedación y al despertar, recibió la noticia: tenía cáncer de colon.
“Cuando desperté me dijeron que tenía un tumor de 12 cm y tenían que operarme de emergencia. Me mandaron con un especialista en trastornos del colon y afortunadamente, no se apreciaba metástasis”, señala.
En septiembre de 2013 lo operaron para retirar el tumor, sin embargo, los doctores notaron que el tumor se dio vuelta y se escondió en los intestinos.
Además de la cirugía, recibió un tratamiento coadyuvante, que consistió en 30 sesiones de quimioterapia y radioterapia.
“Recibí este tratamiento antes de la operación, todos los días sin falta y gracias a ello, el tumor se redujo un 48%, lo que hizo más fácil la intervención”, cuenta.
¿Por qué surge el cáncer en el colon?
De acuerdo con la doctora Angélica Hernández Guerrero, encargada del servicio de endoscopía del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), el colon es una parte del intestino, del tubo digestivo, es lo que conocemos comúnmente como intestino grueso.
Su función es el tránsito y eliminación del residuo que una persona come durante el día. En pocas palabras, forma las heces fecales y las elimina.
¿Por qué se forma cáncer en esta parte del cuerpo? Como en cualquier órgano, explica la especialista, el cáncer surge por un crecimiento anormal de las células, que en este caso, inicialmente forman un pólipo, que es un tumor benigno del colon.
“Parece una verruguita que va saliendo en el colon y crece en el transcurso de los meses y los años, aunque es importante señalar que no todos los pólipos se van a malignizar, pero si hay un tipo de aspecto velloso que sí tiene más riesgo de volverse cáncer”, apunta la experta.
De acuerdo con la doctora Hernández, en México el cáncer de colon ocupa el tercer lugar de las neoplasias, precedido solo por cáncer de mama y de próstata.
Cerca de 15,000 casos nuevos de cáncer de colon al año
Las últimas cifras registradas por la Secretaría de Salud correspondientes al 2021, señalan que tenemos 14,900 casos nuevos al año de cáncer de colon y la mortalidad está estrechamente relacionada con el grado de invasión o de avance en que se detecte.
“Lamentablemente en México se diagnostica en una etapa muy avanzada, generalmente cuando el cáncer ya rebasó la segunda capa del colon, que en total tiene 4, o cuando el tumor se expandió a otras partes del organismo, como el pulmón, hígado y ganglios”, destaca la experta.
Se estima que en el 65 a 70% de los casos, el cáncer de colon se detecta en etapas avanzadas, donde los tratamientos ya solo son paliativos y no hay posibilidad de curarse por completo.
Lo más grave es que en esta década, se ha visto un incremento importante en los casos de cáncer de colon en personas jóvenes, de entre 30 y 40 años.
“No tenemos claro a qué se debe, pero sabemos que uno de los principales factores de riesgo es la obesidad y el sedentarismo, también los malos hábitos de alimentación y en ese sentido, en esta década ha incrementado el consumo de alimentos más refinados y congelados, así como carnes rojas y embutidos”, puntualiza Hernández.
Se piensa que los jóvenes no pueden tener cáncer de colon
Los factores genéticos también influyen en las personas más jóvenes, por lo que tener antecedentes familiares es una alerta para hacerse vigilancia médica, algo que muchas veces no sucede a una edad temprana, porque se piensa que los jóvenes no pueden tener enfermedades de ese tipo.
“Ven cambios en sus evacuaciones o que tienen sangrado, pero piensan que son sus hemorroides o que están comiendo mal, no que podría haber un cáncer”, dice la experta.
Se estima que alrededor del 20% de casos de cáncer de colon en México ocurren en personas jóvenes de menos de 40 años, lamentablemente con enfermedad avanzada en muchos casos.
“No podía controlar las ganas de ir al baño”
Tras la cirugía de José Alberto, este paciente relata que tuvieron que reconectar el colon con el recto y la recuperación fue muy difícil, ya que por un tiempo no podía ir al baño de forma normal.
“No fue fácil, no era yo mismo, no podía controlar las ganas de ir al baño; a veces prefería estar en ayunas para poder hacer mis actividades o simplemente no comía, solo tomaba líquidos porque a la media hora, ya tenía que evacuar y no lo podía controlar”, detalla.
En 2021 sufrió de algunas complicaciones, pues cuenta que empezó a presentar estreñimiento, lo que causó una fuga en su bolsa de ostomía, que se lleva puesta fuera del cuerpo para recolectar las heces y es común después de cirugías como la de colon.
“Tuve una fuga de materia fecal y se juntó todo en el sacro, fue muy grave porque estuve a punto de tener una septicemia, una infección grave y generalizada de todo el organismo donde las bacterias peligrosas entran a la sangre”, explica.
Debido a esta complicación, el paciente pasó 3 meses en el hospital.
Además, por las quimioterapias que recibió antes de su cirugía para quitar el tumor en el colon, desarrolló problemas cardiovasculares. “Llevo 10 stents más un balón expansor”, dice.
Cabe mencionar que un stent es un pequeño tubo de malla de metal que se expande dentro de una arteria del corazón y ayuda a impedir que se cierre.
A José Alberto también le detectaron piedras en la vesícula, que le causaron otras complicaciones, pues detalla que perdió el sabor y el olfato, por lo que no comía bien, lo que lo llevó a perder mucho peso. “Llegué a pesar 54 kilos, comía y vomitaba”, menciona.
Después de que le quitaron las piedras en la vesícula, detalla que su salud mejoró mucho, aunque lidia con todos los cuidados.
No todo sangrado es por cáncer de colon
La doctora Hernández destaca que no todo sangrado rectal indica cáncer, puede haber otras razones, pero si esto se presenta además con cambios en los hábitos de las evacuaciones, principalmente que disminuyen o las heces se vuelven líquidas o semilíquidas por varias semanas, es motivo de visitar al médico.
“No es recomendable que nos acostumbremos a tener sangrado, diarreas o heces delgadas todo el tiempo, no es normal”, alerta.
Cuando ya hay una enfermedad avanzada, pueden presentarse otros síntomas como:
- Anemia
- Pérdida de peso
- Detectar una masa palpable en el abdomen
- Dolor abdominal crónico
La experta del INCan puntualiza que cuando el tumor solamente está confinado a la primera o incluso la segunda capa del colon, la sobrevivida a 5 años, es cerca del 90%; pero en una etapa clínica con metástasis local o a otros órganos, la sobrevida a 5 años baja drásticamente al 20 o 15%.
En ese sentido, Hernández alerta que se deben hacer programas de educación y de prevención con pruebas en pacientes sin ningún síntoma para detectar sangre oculta en las heces que no se ve, pero ahí está e indica lesiones en el colon.
“Con ello disminuye la prevalencia porque se detecta a tiempo, en etapas más tempranas y disminuye la mortalidad de los pacientes con cáncer de colon”, resalta.
La gente cree que el cáncer se contagia
Actualmente, José Alberto lleva una vida normal, le gusta ir a la playa con su familia y dice que solo cubre su bolsa de ostomía y puede nadar sin problemas, solo no puede levantar mucho peso porque sangra fácilmente y debido a que toma anticoagulante, las hemorragias pueden ser intensas.
Sin embargo, saber que tenía cáncer no fue fácil psicológicamente en su momento, ya que notó mucho rechazo en la sociedad por su enfermedad.
“Cuando dices que tienes cáncer la gente da un paso atrás, creen que los vas a contagiar”, lamenta.
Además, dice que mucha gente buscaba darle consejos, principalmente le decían que dejara la quimioterapia porque lo estaba matando.
“Pero yo no los escuché y simplemente les dije que esa era la única manera en que podría vivir”, afirma.
José Alberto recuerda que el peor momento fueron las primeras semanas tras el diagnóstico de cáncer de colon. “Incluso pensé en quitarme la vida”, menciona.
Este paciente estuvo postrado en su cama durante un tiempo, en estado depresivo, pero su familia fue su motivación para salir adelante y seguir su tratamiento al pie de la letra.
“De lo que me di cuenta es que la sociedad no está preparada para afrontar la lucha y la desesperación del cáncer”, destaca.
Modificar estilo de vida y pruebas tempranas, la clave
El Día Mundial del Cáncer de Colon (31 de marzo) se estableció para reconocer esta enfermedad que va en crecimiento y que puede prevenirse con la prueba fit, de detección de sangre oculta en las heces.
La doctora Hernández apunta que esta prueba se dirige a la población arriba de 45 años que no tenga ningún antecedente o síntoma, para detectar lesiones y quitarlas o hacer una colonoscopia en caso de ver lesiones sospechosas. Se hace de manera gratuita en el Servicio de Endoscopia del INCan.
Además de las pruebas oportunas, hay factores de riesgo que podemos modificar, especialmente en la alimentación, por lo que la recomendación es evitar lo siguiente:
- Alimentos altamente refinados, pre congelados o congelados
- Alimentos altos en grasas saturadas, salados o ahumados
- Tabaco y alcohol
“Estos alimentos y productos favorecen la producción de algunas substancias que llamamos carcinógenos”, alerta la experta.
Lo ideal es comer más frutas y verduras que tienen mayor cantidad de fibra, así como cereales y semillas, que favorecen la protección de nuestra mucosa en el intestino y mejoran la digestión.
Además, se debe cuidar el peso y hacer ejercicio para disminuir la obesidad, un problema inflamatorio crónico que puede desencadenar cualquier tipo de cáncer, incluyendo el de colon.
“Si yo llegué hasta aquí, otros también pueden”
A otros pacientes, José Alberto les tiene algunos consejos: “Cuando me diagnosticaron muchas veces me pregunté ‘¿por qué a mí?’, pero ahora lo que me pregunto es ‘¿Y por qué no a mí?’, la vida es una ruleta que gira y gira y a veces nos toca”.
Este sobreviviente de cáncer de colon afirma que, según la evidencia médica, se necesitan 10 años sin señales de la enfermedad para decir que ya se superó.
“Yo llevo 9 años y varios meses de lucha, se necesita fe y confianza para seguir adelante, pero yo vivo un día a la vez y quiero que todos sepan que, si yo llegué hasta aquí, otros pueden también”, concluye.