Hay “evidencia devastadora” de que por lo menos 70,000 niños con cáncer en 90 países están en riesgo de ser tratados con un medicamento llamado asparaginasa, el cual, se ha comprobado, está contaminado con bacterias o tiene un efecto disminuido contra la leucemia linfoblástica aguda.
En su editorial, la revista The Lancet Oncology, correspondiente al mes de marzo, los expertos oncólogos hacen referencia a un trabajo realizado por la Oficina de Periodismo de Investigación el cual reveló esa “evidencia devastadora”.
Aludiendo al trabajo de la Oficina de Periodismo de Investigación, The Lancet Oncology señaló que la investigación mostró que por lo menos 7 fabricantes continúan vendiendo sus productos a pesar de haber sido advertidos que no reúnen la calidad mínima requerida para ofrecer seguridad y eficacia.
“De hecho, muchas marcas caen bien abajo de los estándares terapeúticos que se necesitan para tratar el cáncer y se ha demostrado que muchos contienen contaminantes dañinos potenciales, como bacterias”.
Asparaginasa ha causado preocupación desde hace años
El journal sobre oncología apunta que de hecho ya se habían manifestado preocupaciones desde hace varios años, pero este nuevo reporte subraya que la pobre regulación y supervisión sigue cultivando un mercado de productos genéricos peligrosos, particularmente en países pobres.
De acuerdo con el reportaje de los periodistas, muchos de esos productos se producen en China e India, y la carga de la supervisión cae en los países que compran esos medicamentos.
A pesar de que se realizan trabajos para impulsar la revisión de los medicamentos, como parte de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud a través del desarrollo de materiales de entrenamiento para las autoridades regulatorias, se requiere mayor conciencia entre los pediatras oncólogos sobre los potenciales contaminantes en las medicinas que prescriben.
Agrega que mientras los países batallan para financiar sus servicios de salud durante la crisis del costo de vida, un ambiente que incentiva buscar alternativas genéricas para mantener los tratamientos de los pacientes es inevitable.
Pero el precio no debe ser la única consideración. Los estándares para asegurar tratamientos oncológicos seguros son igualmente, si no, más importantes.
“Mejores salvaguardas son necesarias para no permitir el daño que ha hecho globalmente a muchos niños con cáncer”.
¿Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?
La asparaginasa erwinia chrysanthemi se usa con otros medicamentos de quimioterapia para tratar la leucemia linfocítica aguda (LLA; un tipo de cáncer de los glóbulos blancos).
De acuerdo con la Biblioteca de los Instituto Nacionales de Salud de Estados Unidos, se utiliza en pacientes que han tenido algunos tipos de reacciones alérgicas a medicamentos similares a la asparaginasa erwinia chrysanthemi como (asparaginasa [Elspar] o pegaspargasa [Oncaspar]).
La asparaginasa erwinia chrysanthemi es una enzima que interfiere con las sustancias naturales necesarias para el crecimiento celular del cáncer. Su acción consiste en matar o detener el crecimiento de las células del cáncer.
¿Cómo se debe usar este medicamento?
La presentación de la asparaginasa erwinia chrysanthemi es en polvo que se añade al líquido que un médico o enfermero inyecta en un músculo. Por lo general, se administra tres veces por semana.
El reportaje de Periodistas de Investigación
El reporte, denominado “La droga estaba destinada a salvar vidas de niños. En vez de eso, ellos están muriendo”, cita casos detectados en Brasil:
- Los niños que recibían la asparginasa se enfermaban más en vez de mejorar:
- Y no solo era una marca de esta sustancia activa era la que presentaba el problema.
- Los periodistas encontraron que por lo menos una docena comprobaron ser de calidad muy pobre.
- Finalmente se obligó a retirar esta sustancia, uno de cuyos nombres comerciales es Leuginase, de los anaqueles de los hospitales.
- Leuginase es un producto elaborado por la farmacéutica Beijín SL. Esa empresa aseguró que su droga es sometida a análisis de las autoridades reguladoras chinas pero no de alguna entidad sanitaria externa.
“En los últimos cuatro años estos productos de pobre calidad han sido enviados a más de 90 países. Muchos de ellos ha sido naciones de ingreso bajo y medio, sin autoridades reguladoras estrictas. En ocasiones estas drogas han sido importadas por países de Europa Occidental y han sido administrados a pacientes en Italia.