DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Zitlalli, mujer afromexicana que enfrenta discapacidad motriz

La OMS calcula que 1,300 millones de personas (es decir, 1 de cada 6 personas en todo el mundo) sufren una discapacidad importante

Zitlalli fue diagnosticada con retraso psicomotor severo
Zitlalli fue diagnosticada con retraso psicomotor severoCréditos: Ethan Balanzar
Escrito en ESPECIALIDADES el

Citlalli es una palabra de origen náhuatl que significa “estrella brillante”, también es uno de los nombres más comunes para mujeres en México. Sin embargo, Anastacia Mayo quería darle un nombre único e irrepetible a su segunda hija mujer, por lo que cambió la C por la Z.

Actualmente, Zitlalli tiene 38 años de edad y fue diagnosticada con retraso psicomotor severo por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), contando con documentos que acreditan su incapacidad permanente para trabajar. Ella nació en Comaltepec, un pequeño pueblo del municipio de Cuajinicuilapa, territorio afromexicano de la región Costa Chica de Guerrero.

Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha instaurada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de promover los derechos, la inclusión y el bienestar de las personas en situación de discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad. 

“Por un lado, la integración de las personas con discapacidad es una cuestión de carácter transversal que debe estar presente en todas nuestras acciones. Por otro, la inclusión requiere medidas específicas”, señala el organismo internacional. 

De acuerdo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la discapacidad puede ser definida como “cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano”.

Comaltepec es una población rural con cerca de 600 habitantes, no cuenta con servicio de agua potable, la mayoría de sus calles son de terracería y los salones de la preparatoria del pueblo están hechos de palapa. No obstante, posee un museo comunitario que cuenta la historia de la comunidad.

En aquel poblado, Zitlalli creció. Ella nunca fue a la escuela, pero jugaba con los niños del pueblo. Su madre, Anastacia Mayo, fue la encargada de criar a Zitlalli en ese entorno, con la encomienda de decir a todo el pueblo que tuvieran cuidados especiales con su pequeña.

“Zitlalli es una niña, y así va a ser siempre, no puede hablar bien y le cuesta seguir ciertos quehaceres, pero es mi hija y la quiero mucho”.

Todos los habitantes del pueblo saben que Zitlalli es especial: las personas de las tienditas de abarrotes locales, las madres de otros pequeños, las autoridades ejidales, etcétera. Incluso, le ponen apodos, por ejemplo Coral Silva, la cual atiende una miscelánea en el pueblo y le puso de cariño “Nanny”.

Siempre que “Nanny” va a comprar, ella procura darle el cambio exacto. 

“A ella le gustan mucho las papitas, los dulces y los refrescos, además resguarda bien el dinero y nunca te presta, aunque le pidas”.

¿Qué situaciones enfrentan las personas con discapacidad en México?

La OMS calcula que 1,300 millones de personas (es decir, 1 de cada 6 personas en todo el mundo) sufren una discapacidad importante.

“Las desigualdades en materia de salud se derivan de las situaciones injustas a las que se enfrentan las personas con discapacidad, como la estigmatización, la discriminación, la pobreza, la exclusión de la educación y el empleo, y las barreras que encuentran en el propio sistema de salud”, enfatiza el organismo de salud.

Según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México más de 2.5 millones de personas se reconocen como afromexicanas. Este reconocimiento ha permitido visibilizar sus aportes y sus necesidades, abriendo paso a políticas de inclusión y equidad.

Los estados con mayor presencia de población afromexicana son Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

El propio INEGI ha señalado que la discriminación también se asocia con determinantes sociales que influyen directamente en la salud, incluyendo pobreza, exclusión y acceso limitado a servicios básicos.

Zitlalli es una mujer negra, con ojos obscuros y cabello lacio. Robusta y de gran fuerza.

“Ella es negra como yo”, señala Anastacia Mayo.

Hoy en día, Anastacia Mayo no puede valerse por sí misma. Ella tiene 75 años, por lo que recurre a su única hija para los cuidados.

Zitlalli tiene 38 años y es mujer afromexicana / Foto: Ethan Balanzar

Camelia Mayo tiene 51 años y es la encargada de cuidar a su madre y su hermana menor. La mayoría de sus hermanos están en Estados Unidos, los cuales fueron forzados a buscar una mejor vida, lejos de la pauperización del campo y la labranza.

Actualmente, Camelia toma antidepresivos, pero se encarga de sus dos mujeres con entereza. Ella se levanta a las cinco de la mañana para ganarle a la noche, ir al mercado, cuidar a sus familiares y atender su tienda. Si es que logra tener un fin de semana libre, lo utiliza para convivir con su hija, madre y hermana. 

La historia de Camelia recuerda a la novela Como agua para chocolate (1989), escrita por la mexicana Laura Esquivel, donde Tita, la hermana menor, es destinada a cuidar a Mamá Elena, su madre.

Muchas comunidades afromexicanas se ubican en zonas históricamente marginadas, donde los servicios públicos son insuficientes. El acceso desigual a infraestructura, educación y seguridad sigue siendo una de las formas más profundas de discriminación. Desde un enfoque interseccional, Zitlalli sufre una triple opresión: una mujer, negra y con discapacidad.

La Secretaría de Salud en México destaca que la desigualdad social es un determinante clave de la salud: a mayor marginación, mayor riesgo de enfermedades, mortalidad temprana y menor calidad de vida.

“Mi hija sufrió un parto aquí en Comaltepec, lejos de los hospitales y doctores de la región. No creo que hubiera tenido esa enfermedad si yo hubiera tenido acceso a buenos doctores”, declara Anastacia.

Al recordar el nacimiento de su hija, la anciana comenzó a llorar.

“Fuimos tan pobres”, sentencia.

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