La enfermedad renal crónica avanza con rapidez en México, pero la capacidad del sistema para formar especialistas en nefrología no crece al mismo ritmo, de acuerdo con Mario Eduardo Alamilla Sánchez, profesor titular del curso de nefrología en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, quien advirtió que uno de los mayores retos sigue siendo el reducido número de plazas disponibles para médicos que buscan ingresar a esta subespecialidad.
Alamilla explicó que, aunque en los últimos años se han abierto más plazas, la demanda sigue siendo muy alta debido al incremento acelerado de casos. La enfermedad renal crónica, dijo, ya es un problema creciente en salud pública y se proyecta que en las próximas décadas ocupe un lugar entre las principales causas de mortalidad en los países de occidente.
"La enfermedad renal crónica es un padecimiento que se estima que está presente en el 10% de la población mundial y se habla que para 2050 sea la tercera causa de mortalidad directa de pasíses en Occidente, de tal manera que hay una necesidad real de especialistas para atender este problema que lleva a una morbilidad y mortalidad incrementada", dijo en entrevista en el marco del foro Innovación Médica: Transformando la vida de los pacientes, organizado por Bayer y Sumédico.
Diabetes y enfermedades glomerulares, los padecimientos que más crecen
El especialista dijo que la diabetes tipo 2 es hoy la causa más frecuente de daño renal en México. A esto se suman enfermedades glomerulares cuya incidencia ha ido en aumento, en parte gracias a una mayor capacidad diagnóstica entre los especialistas.
Según Alamilla, factores como el sedentarismo, la obesidad y hábitos alimentarios inadecuados influyen directamente en el crecimiento de estas condiciones, que continúan afectando a una proporción cada vez mayor de la población.
El diagnóstico temprano, un punto débil del sistema
Otro reto esencial es la detección oportuna. Muchas unidades de primer nivel —donde acude la mayoría de los pacientes— no cuentan con conocimiento ni capacitación suficiente para aplicar estudios básicos que permitirían identificar de manera temprana la enfermedad renal.
La falta de especialistas en nefrología, así como de médicos internistas, endocrinólogos y cardiólogos, agrava la situación- dijo e doctor Alamilla- pues el sistema no alcanza a atender al volumen de personas que podrían ser diagnosticadas y tratadas de manera oportuna.
Innovación y educación médica
Alamilla subrayó que la educación médica continua, la investigación y el desarrollo de nuevas terapias son herramientas fundamentales para mejorar el pronóstico de quienes viven con enfermedad renal o padecimientos que la causan.
Aseguró que mantener a los médicos actualizados, desde el primer nivel de atención hasta el manejo especializado, será fundamental para frenar la progresión de la enfermedad y reducir complicaciones que hoy representan un alto costo para el sistema de salud y para los pacientes.
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