En México, la diabetes sigue creciendo a un ritmo que preocupa a especialistas, autoridades y familias; el país ocupa el séptimo lugar mundial con 14.1 millones de personas que viven con esta enfermedad, según el Atlas de la Federación Internacional de Diabetes 2021, y aunque suele considerarse un padecimiento de adultos, la UNAM advierte que cada vez más niñas, niños y adolescentes están recibiendo este diagnóstico.
Y es que, la acumulación de malos hábitos alimentarios, el consumo de productos ultraprocesados y la disminución de actividad física han creado un entorno que favorece la aparición de diabetes tipo 2 desde edades muy tempranas.
Cuatro tipos de diabetes
La pediatra endocrinóloga Ana Lilia Rodríguez Ventura, de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que existen cuatro tipos de diabetes:
- Tipo 1: autoinmune; quienes la desarrollan requieren insulina desde el diagnóstico
- Tipo 2: antes común después de los 40 años, hoy aparece desde los 20 e incluso en niños
- Secundaria: causada por genética, ciertos medicamentos (como esteroides), pancreatitis o alcoholismo
- Gestacional: afecta a mujeres embarazadas y se incrementa por sobrepeso y obesidad
Sin embargo, el factor común que atraviesa a casi todas es la adiposidad, es decir, el exceso de grasa corporal. La especialista advierte que este tejido “funciona como si fuera cáncer porque invade órganos y entorpece su función”.
La obesidad infantil: un problema que se disparó tras la pandemia
La pandemia por la covid-19 agravó el panorama, debido a que el cierre de parques y escuelas disminuyó o eliminó la actividad física o al aire libre y la adiposidad en niños y adolescentes aumentó:
- En adolescentes: de 38.5% a 43%
- En escolares de 6 a 12 años: de 35% a 38–39%
Este incremento ha elevado el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol alto y problemas respiratorios como asma y apnea del sueño.
La historia de José María, un diagnóstico que llegó a los 14 años
De acuerdo con una publicación de la UNAM, José María, un joven que a los 14 años comenzó a sentirse extremadamente cansado, con sed constante y necesidad frecuente de ir al baño y fue una prueba de laboratorio que reveló que sus niveles de glucosa superaban los 300 mg/dL.
“Sí te pone triste, piensas que tu vida va a cambiar mucho, pero al final es adaptarse a un estilo de vida más saludable, que es el que todos deberíamos seguir”, relata Chema.
Y es que, el confinamiento modificó sus hábitos: menos ejercicio, más comida chatarra. Hoy mantiene su diabetes bajo control gracias al uso diario de insulina y una alimentación disciplinada.
Tipos de la diabetes en niños y adolescentes
Según el Manual MSD, la diabetes es una de las enfermedades crónicas más frecuentes de la infancia, que ocurre en 1 de cada 300 niños de 18 años de edad. Si bien el tipo 1 puede producirse a cualquier edad, por lo general se diagnostica entre los 4 años y los 6 años o entre los 10 años y los 14 años.
Si bien el tipo 1 puede producirse a cualquier edad, por lo general se diagnostica entre los 4 años y los 6 años o entre los 10 años y los 14 años. La incidencia ha aumentado en todo el mundo a una tasa del 2 al 5%. A pesar de los aumentos en niños menores a 5 años, esta tendencia en este grupo etario no ha continuado, y se han observado mayores aumentos en niños de 10 a 19 años (3, 4).
La diabetes tipo 2, en otra época poco frecuente en niños, ha ido aumentando en frecuencia en paralelo con el aumento de la obesidad infantil. El tipo 2 se diagnostica habitualmente después de la pubertad, con la tasa más elevada entre los 15 y los 19 años.
Aproximadamente el 80% de los niños con diabetes tipo 2 tienen obesidad. Sin embargo, existe una heterogeneidad considerable, y la relación entre la obesidad y la edad de aparición de la diabetes tipo 2 es menos clara en algunos grupos étnicos.
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