La actividad física es fundamental para tener una buena salud, sin embargo, empezar a ejercitarse nunca es fácil, por lo que a continuación, te decimos cómo hacer del ejercicio un hábito.
La Organización Mundial de la Salud, recomienda hacer 30 minutos de ejercicio todos los días, ya que esto puede traer diferentes beneficios para la salud de las personas y, además, ayuda a prevenir enfermedades.
Te podría interesar
¿Cómo hacer del ejercicio un hábito?
Todos sabemos que el ejercicio es beneficioso, pero el 80% de los adultos no logra mantener una rutina constante. Transformar el ejercicio en hábito requiere estrategias comprobadas que van desde la neurociencia hasta el diseño ambiental. Estos son los pasos fundamentales para que el movimiento deje de ser un sacrificio y se convierta en algo que tu cuerpo literalmente "extrañe" cuando no lo practicas:
- Empieza con microdosis de ejercicio
La regla de los dos minutos es clave al iniciar: comprométete a hacer solo 120 segundos de actividad (como marchar en sitio o estiramientos básicos). Este umbral mínimo elimina la resistencia psicológica y suele convertirse en sesiones más largas una vez comenzadas. Investigaciones del MIT muestran que los rituales ultracortos activan el circuito de habituación cerebral. Elige una "señal" diaria invariable (como terminar de lavarse los dientes) que desencadene tu microsesión. Después de 3 semanas, aumenta gradualmente a 5, luego 10 minutos, respetando siempre el principio de progresión lenta.
- Diseña tu entorno para el éxito automático
La fuerza de voluntad es un recurso limitado; en cambio, la arquitectura de tus espacios puede hacer que el ejercicio sea la opción predeterminada. Deja tu ropa deportista puesta desde la mañana (o dormir con ella), coloca las mancuernas junto al escritorio si trabajas en casa, o estaciona lejos de los lugares como estrategia de caminata obligada.
Un estudio de la Universidad de Cornell demostró que quienes visualizan el "cómo, cuándo y dónde" concretos tienen un 300% más probabilidades de mantener el hábito. Programa recordatorios geolocalizados que se activen cuando pasas cerca del gimnasio o parque.
- Conecta el ejercicio con recompensas inmediatas
El cerebro humano prioriza gratificaciones presentes sobre beneficios futuros. Crea asociaciones positivas inmediatas: escucha tu podcast favorito solo mientras te mueves, programa sesiones con amigos cuya compañía disfrutes (el compromiso social refuerza la adherencia), o termina cada rutina con un ritual placentero.
- Elige actividades que realmente disfrutes
Olvida los ejercicios que detestas: si el gimnasio te aburre, prueba senderismo, baile, natación. Si al terminar la actividad tu rostro expresa satisfacción genuina (no alivio por haber terminado), has encontrado tu movimiento ideal. Varía las rutinas cada 4-6 semanas para evitar el aburrimiento.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.