PROBLEMAS DE VISIÓN DE NIÑOS

¿Cuáles son las señales que pueden indicar que tu hijo necesita lentes?

Hay diferentes señales que pueden indicar que tu hijo necesita lentes y es importante que sepas cuales son para que así lo lleves con un especialista de forma oportuna

Hay diferentes señales que indican que tu hijo necesita lentes
Hay diferentes señales que indican que tu hijo necesita lentes Créditos: (Canva)
Escrito en SOY MAMÁ el

En la actualidad vemos cada vez más niños con lentes y esto no es una casualidad, ya que muchos padres de familia con tal de distraer a sus hijos le brindan dispositivos electrónicos que pueden dañar sus ojos.

Hay diferentes señales que pueden indicar que tu hijo necesita lentes y es importante que sepas cuales son para que así lo lleves con un especialista de forma oportuna.

Las señales que indican que tu hijo necesita lentes

Detectar problemas de visión en los niños puede ser un desafío, ya que muchos pequeños no saben expresar que tienen dificultades para ver con claridad. 

Según datos de la Asociación Mexicana de Oftalmología Pediátrica, el 30% de los casos de bajo rendimiento escolar están relacionados con problemas visuales no diagnosticados. A diferencia de los adultos, los niños suelen adaptarse a sus limitaciones visuales, lo que hace crucial que los padres reconozcan las señales tempranas:

  • Se acerca demasiado a las pantallas o libros

Si notas que tu hijo acerca su rostro al televisor, a la tableta o a los cuadernos a una distancia menor de 30 cm, es una señal clara de posible miopía. Los niños con este problema suelen sentarse en las primeras filas del salón para ver el pizarrón o fruncen el ceño al intentar enfocar objetos lejanos. Este comportamiento puede ir acompañado de posturas incómodas al escribir, como inclinar la cabeza hacia un lado o cubrirse un ojo para leer. La Academia Americana de Oftalmología advierte que estos hábitos, si persisten por más de dos semanas, requieren un examen visual completo.

  • Dolores de cabeza frecuentes por las tardes

Quejas recurrentes de dolor de cabeza después de la escuela o durante las tareas escolares pueden indicar fatiga visual. El esfuerzo constante por enfocar cuando hay astigmatismo o hipermetropía genera tensión en los músculos oculares, lo que deriva en cefaleas frontales. Estos malestares suelen intensificarse después de actividades que requieren concentración visual prolongada, como leer, dibujar o usar dispositivos digitales. Es importante diferenciarlos de otros tipos de dolor de cabeza: los de origen visual mejoran con el descanso y empeoran con el uso continuo de la vista.

l esfuerzo constante por enfocar cuando hay astigmatismo o hipermetropía genera tensión en los músculos oculares, lo que deriva en cefaleas frontales. (Foto: Canva)
  • Bajo rendimiento escolar repentino

Un niño que antes tenía buen desempeño académico y comienza a mostrar desinterés por la lectura, omite palabras al leer en voz alta o confunde letras similares (como "d" por "b") podría estar sufriendo de ambliopía ("ojo perezoso") o problemas de convergencia visual. Los profesores pueden notar que el niño tarda más en copiar del pizarrón o que sus cuadernos presentan errores inusuales. La Asociación Internacional de Optometría señala que el 60% de los niños diagnosticados con problemas de aprendizaje en realidad tienen trastornos visuales corregibles con lentes o terapia.

  • Sensibilidad extrema a la luz o lagrimeo constante

Ojos que se irritan fácilmente con la luz solar o artificial, acompañados de lagrimeo excesivo sin causa aparente (como alergias), pueden ser síntomas de fotofobia asociada a inflamación ocular o errores refractivos. Algunos niños desarrollan el hábito de entrecerrar los ojos incluso en días nublados o se quejan de que "les duele la luz" en interiores. Esta condición es particularmente común en casos de astigmatismo no corregido y puede afectar su participación en actividades al aire libre. Un diagnóstico oportuno previene el desarrollo de aversión a espacios iluminados.

La sensibilidad extrema a la luz o lagrimeo constante puede ser una señal de que tu hijo necesita lentes. (Foto: Canva)
  • Tropiezos frecuentes o torpeza inusual

Dificultad para calcular distancias al subir escaleras, golpes contra objetos que están a su alcance o problemas para atrapar una pelota pueden indicar falta de percepción de profundidad. Esto ocurre cuando hay una diferencia significativa de graduación entre ambos ojos (anisometropía) o problemas de binocularidad. Los niños afectados suelen ser etiquetados como "distraídos" o "torpes", cuando en realidad su sistema visual no les proporciona información espacial precisa. 

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