¿Cuánta azúcar consumen tus hijos? Posiblemente más de la que necesitan y es que muchos de los productos comerciales que adquirimos en el supermercado tienen grandes cantidades de azúcares, colorantes y otros aditivos que pueden afectar la salud de las infancias.
Específicamente el azúcar suele relacionarse con enfermedades como la diabetes, hígado graso, obesidad, caries dental, problemas gastrointestinales e inflamación general del cuerpo que luego, puede favorecer el cáncer.
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Durante la conferencia mañanera, el secretario de salud, David Kershenobich habló sobre la importancia de disminuir el azúcar en las dietas de niñas y niños de todo el país ya que un exceso favorece el desarrollo de enfermedades graves, como la diabetes.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños deben reducir el consumo de azúcares libres a menos del 10% de las calorías totales diarias. Recalcan que una reducción a menos del 5% proporciona los mejores beneficios para la salud.
¿Por qué el exceso de azúcar en peligroso para los niños?
El doctor Kershenobich destacó la importancia del equilibrio entre el consumo de azúcar y la producción de insulina.
“En el momento en que tenemos mucha azúcar y tenemos un trastorno en la producción de insulina, se genera obesidad y diabetes”, explicó.
Actualmente, según el experto, en los niños que se han revisado en las escuelas en México se encontró un problema de 39% de obesidad y 38% de diabetes.
Esto se debe principalmente al consumo elevado de azúcar asociado a calorías vacías, es decir, que no aportan nutrientes y estimulan la producción de insulina, generan resistencia a la insulina y terminan almacenándose como grasa.
“Es muy distinto cuando el azúcar se da con otros nutrientes esenciales, como en las frutas, donde también hay vitaminas, minerales, proteínas, antioxidantes y fibra”, subrayó.
Keshenocbich apuntó a que lo importante es evitar las calorías vacías donde solo hay azúcar que daña la salud a largo plazo y priorizar aquellos alimentos que además de azúcar, tienen otros nutrientes, como las frutas, verduras, los cereales integrales y las proteínas.
¿Por qué se produce la adicción al azúcar?
El experto detalló que se ha demostrado que el azúcar activa la liberación de dopamina en el cerebro, lo mismo que ocurre con otras sustancias adictivas, por lo que se cada vez se quiere consumir más.
“Eso además va desarrollando algo que llamamos ‘tolerancia’, lo que quiere decir que cada vez necesitamos consumir más azúcar y, por tanto, si los niños consumen mucha azúcar, después consumen más y más, desarrollando sobrepeso y obesidad”, agregó.
Esta adicción se mantiene a lo largo de la vida y afecta el desarrollo de los pequeños, con consecuencias a corto y largo plazo como:
- Problemas de memoria, concentración y aprendizaje
- Caries dental
- Enfermedades cardiovasculares
- Diabetes
- Hígado graso
- Alteración de la microbiota que genera problemas gastrointestinales
- Inflamación general del cuerpo
- Más riesgo de acné y asma
- Depresión a largo plazo
Por otro lado, los edulcorantes que contienen muchos productos para niños pueden tener consecuencias como deterioro cognitivo temprano y un mayor riesgo de Alzheimer. También afectan el balance de la microbiota intestinal o el conjunto de bacterias que viven en el intestino y que interfieren en la respuesta inmunológica y hasta en las emociones.
Recomendaciones de alimentación para los niños
Considerando todos los efectos negativos, es importante reducir el consumo de azúcares añadidos en los niños, especialmente si ya hay obesidad o diabetes.
Investigaciones demuestran que las formas líquidas de azúcar son particularmente más dañinas ya que dan una dosis concentrada de azúcar en un periodo muy corto, sin ningún otro nutriente como fibra o proteína. Por ello, es fundamental evitar que los niños consuman refresco, jugos envasados o bebidas energéticas.
Otros productos que se deben evitar son los cereales refinados como los que hay en galletas y pan dulce, azúcares agregados en jugos y refrescos, grasas saturadas como lo que hay en comidas rápidas y exceso de sal en papas fritas o galletas saladas.
Mejor agrega más fibra y nutrientes en la alimentación de los niños, puede ser al darles como desayuno un plato con avena, leche y fruta fresca; hot cakes de harina de almendra con plátano y un poco de crema de cacahuate, huevos con vegetales y un tazón de fruta fresca; enfrijoladas con queso, crema y pollo o un licuado de frutas y avena.
Lo importante es que en cada comida priorices el consumo de frutas, verduras, nueces y semillas, cereales integrales como pasta o arroz integrales, yogurt y leche, quesos y proteínas variadas, como pollo, res, pescado, mariscos, huevo y legumbres como frijoles y garbanzo.
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