¿Sabías que la velocidad con la que crecen tus uñas puede decir mucho sobre ti? Según una investigación respaldada por la Universidad de Harvard, el ritmo de crecimiento de las uñas podría ser un indicador silencioso de tu envejecimiento biológico, e incluso, de tu esperanza de vida. Pero hay más.
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Así revelan tus uñas cuánto vivirás, según Harvard
El reconocido genetista David Sinclair, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y una de las voces más influyentes en el estudio del envejecimiento, explicó en su podcast Lifespan que nuestras uñas podrían ser una especie de reloj biológico, según 20minutos.
A partir de los 30 años, es común que su crecimiento se ralentice, en promedio, un 0.5% por año. Sin embargo, este descenso no se da igual en todas las personas ni necesariamente al mismo ritmo que su edad cronológica.
De hecho, quienes mantienen un crecimiento rápido de las uñas a lo largo del tiempo, hasta el punto de necesitar cortarlas con frecuencia, podrían estar envejeciendo más lentamente a nivel celular. En otras palabras, podrían tener una edad biológica menor a la que indica su acta de nacimiento.
Este hallazgo no surge de la nada. El crecimiento de las uñas depende de factores como la circulación sanguínea, el metabolismo celular y los niveles hormonales. Todos estos procesos se ven afectados por el envejecimiento, pero también pueden mantenerse en mejor forma con una buena alimentación, actividad física y un estilo de vida saludable.
En palabras de Sinclair: “La salud de nuestras uñas es una consecuencia directa de la capacidad del organismo para generar nuevas células”.
Cuando la circulación se vuelve menos eficiente, como ocurre con el paso de los años, el flujo de nutrientes hacia las extremidades disminuye y el crecimiento de las uñas se vuelve más lento. Pero si ese ritmo se mantiene activo, es una pista de que el cuerpo sigue regenerándose de manera eficaz.
En resumen, este pequeño detalle de nuestro cuerpo, fácil de observar y muchas veces ignorado, podría darnos pistas sobre cuánto y cómo vamos a vivir. Una uña que crece rápido no es solo un reto para el esmalte; también podría ser un signo de juventud biológica y de mayor longevidad.
Pues como dice el experto en longevidad: “Cuanto más rápido crecen nuestras uñas, más probabilidades tendremos de estar protegidos contra el deterioro que va a asociado al envejecimiento natural. De esta forma también se demuestra que no siempre la edad biológica y la cronológica coinciden, puesto que hay personas que ralentizan su deterioro por la edad”.