El entrenamiento es parte vital de la vida activa de cualquier ser humano, así sea sólo correr, caminar o levantamiento de peso muerto. Todos las personas hemos entrenado alguna capacidad física en algún momento de nuestra vida, pero hacerlo sin supervisión puede ser costoso para nuestra salud, especialmente sin supervisión de un entrenador certificado.
Es decir, entrenar sin guía profesional puede aumentar el riesgo de lesiones musculares y articulares. Aquí en Sumédico te explicamos todos los detalles de entrenar de forma solitaria.
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¿Cuáles son los riesgos de entrenar sin supervisión?
Hacer ejercicio es una de las mejores decisiones para la salud física y mental. Sin embargo, entrenar sin supervisión profesional puede convertirse en un arma de doble filo. Lesiones musculares, sobrecargas articulares y dolores crónicos son algunos de los problemas más frecuentes cuando no se cuenta con una guía adecuada.
Cuando una persona se ejercita sin asesoría, suele cometer errores que afectan directamente al cuerpo. Mala técnica, exceso de peso, falta de calentamiento o entrenamientos no adaptados a la condición física son factores clave.
Además, muchas rutinas encontradas en redes sociales no consideran edad, nivel de condición, lesiones previas o enfermedades crónicas, lo que eleva el riesgo de daño. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el sedentarismo provoca en el mundo más de 3.2 millones de muertes al año.
"El sedentarismo consiste en realizar actividades de bajo gasto de energía mientras se está despierto, como sentarse, reclinarse o tumbarse. Los modos de vida de las personas son cada vez más sedentarios debido al transporte motorizado y al uso creciente de pantallas para el trabajo, la educación y el ocio", señala el organismo internacional.
Especialistas en medicina del deporte de la publicación Mercado Fitness identificaron estas lesiones como las más frecuentes:
- Desgarros musculares
- Tendinitis
- Esguinces de tobillo o rodilla
- Lumbalgias
- Lesiones de hombro
- Sobrecarga articular
- Fracturas por estrés
Estas heridas suelen aparecer por uso excesivo, mala postura o movimientos repetitivos mal ejecutados. Si no cuentas con un entrenador personal, estas recomendaciones pueden marcar la diferencia:
- Dedicar al menos 10 minutos al calentamiento y activación muscular.
- Priorizar la forma sobre el peso o la intensidad.
- Incrementar cargas y duración poco a poco. La progresión debe ser paulatina.
- El dolor no es normal, es una señal de alerta. Al sentir dolor agudo debes parar inmediatamente.
- Descansa lo suficiente. Dormir 8 horas y tomar siestas necesarias.
El descanso y la progresión adecuada son esenciales para prevenir lesiones relacionadas con la actividad física. Un médico del deporte o un entrenador certificado puede diseñar rutinas seguras y efectivas.
Entrenar sin supervisión no es necesariamente malo, pero sí implica mayores riesgos si no se hace con conocimiento. Informarse, respetar los límites del cuerpo y priorizar la técnica sobre la intensidad son claves para ejercitarse de forma segura y sostenible. El ejercicio debe mejorar tu salud, no ponerla en riesgo.