¿Te ha pasado que conoces a alguien y te ilusionas pero no sabes si lo que estás viviendo es amor o solo deseo? Es una confusión común, sobre todo al inicio de una relación. La atracción es intensa, las citas emocionan y no puedes dejar de pensar en esa persona. Pero, ¿cómo saber si estoy confundiendo lujuria con amor? No hay respuesta obvia, al menos no para la psicología.
Te podría interesar
¿Cómo saber si estoy confundiendo lujuria con amor?
Para Psychology Today aunque el deseo sexual y el amor romántico a menudo se experimentan al mismo tiempo, la ciencia muestra que son impulsos diferentes. La psicóloga Minjung Kwon y su colega Youngjee Han encontraron que el amor impulsa el apego y el compromiso, mientras que la lujuria se enfoca en la gratificación sexual inmediata, sin una perspectiva a largo plazo.
El amor se construye sobre el vínculo emocional, el deseo de compartir experiencias, construir un futuro y cuidar del otro. En cambio, la lujuria es un impulso más instintivo, gobernado por un sistema de apareamiento que no necesariamente incluye la intención de formar una pareja duradera.
Para saber si lo que sientes es amor o lujuria, observa el tipo de conexión que están desarrollando. ¿Tienen conversaciones profundas? ¿Disfrutan de actividades juntos que no giran en torno al sexo? ¿Te interesa conocer su mundo, su historia, sus sueños? O, por el contrario, ¿la dinámica se basa en encuentros privados, mensajes subidos de tono y poca convivencia fuera de la intimidad?
- El contexto también es clave. Salir a lugares públicos y relajados, una caminata, un concierto, una feria, permite observar si hay interés genuino más allá de lo físico. Las citas exclusivamente nocturnas o con altas dosis de alcohol suelen favorecer la lujuria más que el amor.
- También hay diferencias de género. Estudios como los de Pamela Regan y Carla Dreyer han encontrado que, en relaciones casuales, los hombres tienden a ser más influenciados por factores sociales o por el estatus, mientras que las mujeres suelen buscar señales de posible compromiso futuro, incluso en encuentros sexuales sin aparente intención romántica.
En resumen, y según la psicología, deberías preguntarte: ¿Esta persona te inspira a imaginar un proyecto de vida juntos? ¿Te hace pensar en el futuro? Si todo gira en torno al ahora y la urgencia del deseo, puede que estés frente a la lujuria disfrazada de amor. ¿Y cuál es la finalidad de todo esto? Detectar estas diferencias requiere atención, y puede ahorrarte muchos enredos emocionales.