INTIMIDAD

5 prácticas comunes en la intimidad que pueden ser peligrosas

La intimidad es un aspecto fundamental del bienestar humano, pero algunas prácticas ampliamente normalizadas encierran riesgos que pocos conocen

Conoce las prácticas comunes en la intimidad que pueden ser peligrosas
Conoce las prácticas comunes en la intimidad que pueden ser peligrosasCréditos: (Canva)
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Diversos estudios han demostrado los beneficios que aportan las relaciones íntimas a la salud, sin embargo, es importante también conocer las prácticas comunes en la intimidad que pueden ser peligrosas.

La intimidad es un aspecto fundamental del bienestar humano, pero algunas prácticas ampliamente normalizadas encierran riesgos que pocos conocen. 

¿Cuáles son las prácticas comunes en la intimidad que pueden ser peligrosas?

Es importante conocer las prácticas que pueden parecer inofensivas pero que son peligrosas durante la intimidad, estas son algunas de ellas:

  • Uso de lubricantes con ingredientes dañinos

Muchas parejas utilizan lubricantes comerciales sin revisar sus componentes, ignorando que algunos contienen glicerina, parabenos o fragancias que alteran el pH genital. Estos químicos pueden provocar irritaciones, alergias e incluso infecciones urinarias o vaginales recurrentes.

 Los especialistas recomiendan optar por lubricantes base agua sin aditivos, especialmente en relaciones anales donde la mucosa es más sensible. El peligro aumenta cuando se combinan con preservativos de látex, ya que ciertos ingredientes (como aceites minerales) deterioran el material y anulan su protección. La alternativa segura son lubricantes certificados médicamente, incluso para quienes no presentan sensibilidad aparente.

Los químicos de los lubricantes pueden provocar irritaciones, alergias e incluso infecciones urinarias o vaginales recurrentes. (Foto: Canva)
  • Intimidad anal sin preparación adecuada

Aunque cada vez más común, esta práctica sigue realizándose frecuentemente sin los cuidados necesarios, lo que deriva en desgarros, fisuras anales y prolapsos. El recto no tiene lubricación natural y su mucosa es extremadamente delgada, por lo que requiere siempre lubricación externa abundante. 

Los médicos advierten que forzar la penetración sin relajación muscular previa (usualmente con juguetes graduales) puede dañar esfínteres y provocar incontinencia fecal temporal. Otro riesgo grave es la transferencia de bacterias intestinales a zonas vaginales o uretrales, causando infecciones severas. 

  • Duchas vaginales después de la intimidad

Millones de mujeres siguen practicando esta rutina creyendo erróneamente que "limpian" su organismo, cuando en realidad destruyen la flora bacteriana protectora. Ginecólogos explican que la vagina es un ecosistema autolimpiante cuyo equilibrio se altera drásticamente con lavados internos. Esto incrementa el riesgo de vaginosis bacteriana, hongos e incluso enfermedades pélvicas inflamatorias que pueden comprometer la fertilidad. El contacto con agua a presión arrastra las bacterias benéficas, dejando la zona vulnerable a patógenos externos. 

  • Uso de juguetes íntimos no regulados

La industria de productos eróticos carece de regulación estricta en muchos países, permitiendo la venta de artículos con materiales porosos que acumulan bacterias (como ciertos "jelly rubbers") o ftalatos cancerígenos. Urólogos reportan casos recurrentes de irritaciones químicas, infecciones urinarias y reacciones alérgicas por estos materiales. Otro riesgo grave son los juguetes sin base amplia para uso anal, que pueden migrar al recto y requerir extracción quirúrgica de emergencia. Los expertos recomiendan exclusivamente productos de silicona médica, acero quirúrgico o vidrio temperado, siempre con limpieza especializada antes y después de cada uso. 

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