Llegar a casa y ver que todo es un desorden es una de las sensaciones más frustrantes que se pueden tener, especialmente si es causado por objetos que tu pareja acumula obsesivamente pero que nunca usa. Aunque creas que es simple necedad o falta de educación, un trastorno podría estar detrás de una persona acumuladora, según la psicología.
Ver montañas de papeles, herramientas, ropa y un sinfín más de objetos que tu pareja se niega a tirar porque le pueden servir “algún día” afecta más que el aspecto de tu casa.
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Según expertos en psicología, la acumulación podría tener consecuencias en tu salud física, emocional y hasta en la relación de pareja y las causas por las que esa persona no se cansa de acumular va más allá de ser desordenada.
Averigua si la razón por la que tu pareja es acumuladora tiene que ver con traumas emocionales, exceso de apego o ansiedad.
El trastorno detrás de una pareja acumuladora
El trastorno de acumulación compulsiva, también conocido como hoarding disorder, es una afección mental reconocida por la Asociación Americana de Psiquiatría que se caracteriza por la dificultad persistente para deshacerse de objetos, independientemente de su valor real.
Las personas que lo padecen suelen acumular grandes cantidades de cosas, lo que interfiere con el uso normal del hogar y afecta gravemente sus relaciones.
Un estudio del Journal of Lifelong Learning in Psychiatry señala que actualmente muchos programas de televisión muestran cómo viven las personas acumuladoras como una forma de entretenimiento, sin embargo, desde hace tiempo se tenía identificado como un trastorno.
En 1962, el psiquiatra escandinavo Jens Jansen describió la “manía del coleccionismo” para describir a los adultos mayores que llenaban sus habitaciones con una sobreabundancia de objetos.
Hoy se sabe que el trastorno va más allá de un simple problema de orden, en realidad es parte del espectro de trastornos compulsivos y puede tener raíces en la ansiedad, traumas emocionales o apego desmedido a los objetos como símbolo de seguridad, según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) en Estados Unidos.
¿Cómo saber que vivo con una pareja acumuladora?
Expertos determinan que las señales que indican que una persona es acumuladora debido al trastorno de acumulación compulsiva son:
- Dificultad extrema para desechar objetos, incluso cosas rotas, duplicadas o sin uso ni forma de reponerlas.
- Espacios de la casa invadidos, incluyendo los de uso común como salas, pasillos o incluso baños llenos de objetos acumulados.
- Negación del problema o tendencia a minimizar y justificar la acumulación porque “algún día lo van a necesitar”.
- Resistencia al cambio a pesar de que los demás le digan que es un problema que les afecta, se niegan a ordenar o dejar que otros lo hagan.
- Impacto en la convivencia ya que son comunes las discusiones de pareja y el deterioro en la intimidad.
- Aislamiento social, pues debido a la vergüenza de la acumulación y el desorden, se evita recibir visitas.
- Respuesta emocional intensa, como ansiedad o enojo cuando se sugiere tirar cosas o se dan cuenta que alguien les tiró algo a escondidas.
El trastorno de acumulación compulsiva puede comenzar desde la adolescencia y empeorar con el tiempo si no se trata, advierten expertos de la Clínica Mayo.
Generalmente, las personas acumuladoras tienen problemas para tomar decisiones, organizan mal su espacio y experimentan angustia intensa cuando enfrentan la posibilidad de desechar algo.
Consecuencias de vivir con un acumulador
Un artículo de Psychology Today detalla que las personas que viven con un acumulador pueden experimentar sentimientos de frustración, abandono y agotamiento emocional.
Comúnmente tienen estrés ya que el desorden de la casa impide que su mente se sienta despejada y que sea más difícil encontrar algún objeto que se necesita. La reducción del espacio en la casa por la acumulación de cosas también tiene un impacto negativo en la salud mental.
El espacio compartido se ve invadido, afectando desde la funcionalidad del hogar hasta la vida sexual de la pareja. Además, las acciones secretas, como deshacerse de objetos sin permiso, pueden deteriorar la confianza mutua.
“No es solo un problema de limpieza, sino de conexión emocional y respeto mutuo”, señala la psicóloga clínica Katherine Patterson en la publicación.
¿Qué hacer si convivo con un acumulador y me está afectando?
El primer paso es iniciar la conversación con empatía, evitando juicios o reclamos. Simplemente expresa cómo te afecta emocionalmente la situación.
También es importante evitar tácticas agresivas, como tirar objetos a escondidas, ya que eso solo empeora el distanciamiento emocional.
Una vez que se sienten a hablar del problema de manera tranquila, te recomendamos tener en cuenta lo siguiente:
- Establece límites sanos: Lleguen a un acuerdo sobre qué espacios deben mantenerse libres.
- Busquen ayuda profesional: Debido que se trata de un trastorno, es necesario recibir apoyo de los expertos y la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser efectiva. Incluso pueden tomar terapia de pareja y trabajar juntos en la situación.
- Consideren la intervención médica: En casos severos, puede requerirse apoyo psiquiátrico y medicación.
- Investiguen más sobre el trastorno: Comprender su origen y evolución es clave para manejarlo.
Recuerda que deben buscar apoyo profesional si el desorden ya interfiere en su vida diaria, la relación se vuelve conflictiva o hay riesgos para la salud, como acumulación de basura, insectos, plagas o peligros de incendio. No se trata solo de organización, sino de salud mental.
Ante señales persistentes de una tendencia a la acumulación acudan con un psicólogo o psiquiatra ya que en la mayoría de los casos este trastorno se vincula estrechamente con otros graves como la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
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