Diversos estudios han encontrado los beneficios a la salud de llegar al orgasmo, pero te has preguntado ¿qué le pasa a tu cuerpo cuando llegas al clímax en la intimidad? A continuación, te lo decimos.
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El clímax sigue siendo uno de los fenómenos fisiológicos más fascinantes y complejos del cuerpo humano, capaz de desencadenar una cascada de reacciones físicas y emocionales.
Esto le pasa a tu cuerpo cuando llegas al clímax en la intimidad
Durante este momento cumbre de placer, múltiples sistemas corporales entran en acción coordinada, desde el cerebro hasta los músculos más pequeños.
Esto le pasa a tu cuerpo cuando llegas al clímax en la intimidad:
- Hay una tormenta cerebral
Cuando alcanzas el clímax, tu cerebro libera una potente combinación de neurotransmisores que generan sensaciones intensas de placer. La dopamina, conocida como la "hormona de la recompensa", inunda tu sistema nervioso creando esa sensación de euforia característica.
Simultáneamente, se produce oxitocina, apodada la "hormona del amor", que fortalece el vínculo emocional en relaciones de pareja. Curiosamente, las imágenes cerebrales muestran que durante el orgasmo se desactivan temporalmente las áreas relacionadas con el estrés y el dolor. Este cóctel químico explica por qué después del clímax muchas personas experimentan una profunda sensación de relajación y bienestar.
- Tu corazón se acelera
El sistema cardiovascular responde al orgasmo con un aumento significativo del ritmo cardíaco, que puede pasar de 70 a 120 latidos por minuto o más. La presión arterial también se eleva temporalmente durante la fase de excitación máxima, para luego normalizarse rápidamente.
Este "ejercicio" cardiovascular momentánea mejora la circulación sanguínea en todo el cuerpo, especialmente en la piel, causando ese característico rubor íntimo.
- Hay contracciones musculares
Las famosas contracciones rítmicas que caracterizan al clímax ocurren en los músculos del suelo pélvico, con una frecuencia de aproximadamente una cada 0,8 segundos. En las mujeres, estas contracciones pueden ocurrir entre 5 y 15 veces durante un clímax, mientras que en los hombres acompañan la eyaculación. Curiosamente, también se producen contracciones involuntarias en otros grupos musculares, incluyendo abdominales, glúteos e incluso faciales. Estas contracciones no solo generan placer, sino que fortalecen los músculos pélvicos, previniendo problemas como incontinencia urinaria. Algunas personas experimentan hasta pequeños espasmos en las piernas, conocidos coloquialmente como "piernas de gelatina".
- Tu respiración se acelera
La frecuencia respiratoria puede triplicarse durante el clímax, alcanzando hasta 40 respiraciones por minuto en su punto máximo. Esta hiperventilación momentánea aumenta la oxigenación de la sangre, lo que contribuye a la intensidad de las sensaciones placenteras. Muchas personas contienen la respiración instintivamente justo antes del orgasmo, creando un efecto de suspenso fisiológico que intensifica la experiencia.
Después del clímax, la respiración vuelve gradualmente a la normalidad, acompañando el proceso de relajación corporal total. Este patrón respiratorio explica por qué algunas técnicas de respiración controlada pueden ayudar a alcanzar orgasmos más intensos.
- Te relajas física y mentalmente
El periodo inmediatamente posterior al orgasmo se caracteriza por una profunda relajación física y mental, gracias a la liberación de prolactina y endorfinas. Estas sustancias actúan como analgésicos naturales, explicando por qué muchas personas experimentan alivio del dolor después del clímax. El cuerpo entra en un estado de reposo similar al sueño ligero, con disminución del ritmo metabólico. Este efecto puede durar desde minutos hasta horas, dependiendo de la intensidad de la experiencia.
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